CiU se querella contra el presidente por injurias, pero dar¨¢ marcha atr¨¢s si se retracta

Una semana despu¨¦s de que la ejecutiva de CiU lo acordase, la coalici¨®n nacionalista present¨® ayer una querella por injurias y calumnias contra el presidente de la Generalitat de Catalu?a, Pasqual Maragall, por acusar a los anteriores Gobiernos de cobrar comisiones del 3% en las obras que conced¨ªan. Sin embargo, en el mismo texto se advierte que se desistir¨¢ de la acci¨®n penal si Maragall se retracta y retira sus acusaciones, que CiU considera "falsas y muy graves". La querella incluso sugiere a Maragall tres posibilidades para que se produzca esa rectificaci¨®n.

La querella de CiU se dirige tambi¨¦n contra el consejero de Pol¨ªtica Territorial y Obras P¨²blicas, Joaquim Nadal, y contra el diputado de ERC en el Parlament Xavier Vendrell, quienes ratificaron las acusaciones de Maragall horas despu¨¦s de manera mucho m¨¢s contundente. La acusaci¨®n contra Maragall se sustenta en una frase pronunciada en el Parlament el pasado 24 de febrero, cuando dirigi¨¦ndose al l¨ªder de CiU, Artur Mas, le dijo: "Ustedes tienen un problema, que se llama 3%".

El texto de la querella ocupa 22 p¨¢ginas e imputa a los tres querellados dos supuestos delitos de calumnias e injurias graves con publicidad previstos en los art¨ªculos 206 y 209 del C¨®digo Penal, respectivamente. En el primer caso se castiga la conducta con penas de prisi¨®n de seis meses a dos a?os y en el segundo con multa de seis a 14 meses. Las calumnias e injurias se consideran realizadas con publicidad si se propagan por los medios de comunicaci¨®n.

En la querella se anuncia la voluntad de CiU de desistir de la acci¨®n penal si Maragall, Nadal y Vendrell se retractan de sus acusaciones. Fuentes judiciales explicaron ayer que las injurias y calumnias son delitos de los denominados de persecuci¨®n privada, en los que el querellado se da por satisfecho cuando lo desee. El C¨®digo Penal establece en ambos casos que se quedar¨¢ exento de responsabilidad si el acusado de injuria o calumnia prueba la veracidad de sus acusaciones.

R¨¢pida resoluci¨®n

En el texto de la querella se sugieren incluso tres alternativas para que Maragall se retracte: una comparecencia en el Parlamento, una declaraci¨®n p¨²blica o un escrito dirigido al Tribunal Superior de Justicia de Catalu?a, que es el que deber¨¢ admitir o rechazar la querella. La Sala Civil y Penal de este tribunal se reunir¨¢ el pr¨®ximo lunes y nombrar¨¢ un ponente para que estudie el texto. Dada la trascendencia del caso y la identidad de los querellados, es muy probable que a finales de la pr¨®xima semana se conozca la decisi¨®n judicial de admisi¨®n -total o parcial- de la querella o de rechazo.

La querella ha sido redactada por los abogados Pablo Molins y Juan C¨®rdoba. El primero es hermano del ex consejero catal¨¢n de Obras P¨²blicas Joaquim Molins y el segundo form¨® parte del equipo que defendi¨® a Jordi Pujol en el caso Banca Catalana. Molins explic¨® ayer que las opiniones de Maragall no tienen amparo en la inviolabilidad parlamentaria porque, en su opini¨®n, "lo que hizo el presidente de la Generalitat fue imputar un delito, y prueba de ello es que al d¨ªa siguiente la fiscal¨ªa abri¨® diligencias para investigar el supuesto pago de comisiones". Molins asegur¨® tambi¨¦n que en la querella se cita jurisprudencia del Tribunal Supremo y del Constitucional que avalan su tesis de que no puede argumentarse que las palabras de Maragall fueron en el ejercicio de su actividad parlamentaria. El abogado querellante tambi¨¦n rechaz¨® la posibilidad de que si Maragall no rectifica, CiU le conceda el perd¨®n y quede exento de responsabilidad criminal, otra posibilidad que prev¨¦ el C¨®digo Penal.

El art¨ªculo 31.2 del Estatuto establece que "los miembros del Parlamento de Catalu?a ser¨¢n inviolables por los votos y opiniones que emitan en el ejercicio de su cargo". Los tres querellados son diputados. Varios juristas consultados consideran que la querella tiene escasas posibilidades de prosperar, ni siquiera de ser admitida a tr¨¢mite, al menos contra Pasqual Maragall. En este sentido, las mismas fuentes recordaron que en una bronca dial¨¦ctica ocurrida en el Parlamento Extreme?o hace a?os, los tribunales de justicia no s¨®lo rechazaron la admisi¨®n de una querella, sino tambi¨¦n una demanda civil contra Juan Carlos Rodr¨ªguez Ibarra.