El golpe teatral de Artur Mas y Jordi Pujol

Pasqual Maragall pudo confirmar ayer, a su regreso de Montevideo, que lo que se ha montado es m¨¢s un desaguisado que un souffl¨¦. Converg¨¨ncia i Uni¨®, para disipar el chantaje en regla escenificado en el Parlamento por Artur Mas, con ocasi¨®n del debate sobre el Carmel, ha resuelto apretar el bot¨®n de su presunta arma nuclear: la querella por calumnias e injurias contra Maragall, Joaquim Nadal y Xavier Vendrell. La idea: mostrar a la opini¨®n p¨²blica que la reacci¨®n inicial de Mas -el chantaje puro y duro con el Estatuto sobre el hemiciclo- ha dado paso a una pretendida guerra.

En realidad, es s¨®lo, y nada m¨¢s que eso, un golpe teatral. Una querella por calumnias e injurias debe mostrar que se ha imputado a una persona un delito concreto -caso de calumnia- o que se ha dicho algo que afecta la honorabilidad de la persona en cuesti¨®n. S¨ª, el 3% lo ha entendido todo el mundo -entre ellos el constructor Antonio Salguero, que pronto ser¨¢ citado a declarar por el fiscal jefe Jos¨¦ Mar¨ªa Mena-, pero no es una imputaci¨®n concreta.

Pero, sobre todo, CiU sabe que por definici¨®n est¨¢ en situaci¨®n t¨¦cnica de fuera de juego. Es cierto que en Catalu?a no es necesario solicitar un suplicatorio para que un parlamentario sea llevado ante la Sala de lo Civil y Penal del Tribunal Superior de Catalu?a -encargada de conocer en temas de los miembros del Parlamento-, pero ¨¦stos est¨¢n protegidos por la inviolabilidad y la libertad de expresi¨®n. En pa¨ªses como Alemania, las calumnias est¨¢n excluidas expl¨ªcitamente de la inviolabilidad, pero no en Catalu?a y en Espa?a. S¨®lo cabr¨ªa, seg¨²n fuentes jur¨ªdicas consultadas, y quiz¨¢ muy remotamente, alguna actuaci¨®n ante el Tribunal Constitucional.

Hay otra circunstancia: a ra¨ªz de las declaraciones de Maragall sobre el 3%, existe un procedimiento preliminar abierto por el fiscal jefe Mena. El tema de fondo, pues, se va a investigar en el Tribunal Superior de Justicia de Catalu?a. ?Y no ser¨¢ ante esa investigaci¨®n que CiU se ha precipitado con su querella?

Por donde se mire, pues, la pieza que ha movido CiU est¨¢ determinada por la necesidad -casi desesperada- de borrar la escena de Mas ante Maragall en el pleno del Parlamento del jueves 24 de febrero.

M¨¢s miga parecer¨ªa, a primera vista, ofrecer la presunta ofensiva del jefe del Partido Popular en Catalu?a, Josep Piqu¨¦, sobre todo porque aumenta la visibilidad del PP, que en el ¨²ltimo a?o no se ha comido una rosca. El resultado, como ha reconocido Piqu¨¦, ya es conocido de antemano. Aparte de sus 15 votos propios, nadie va a respaldar al PP. No parece, a juzgar por su reacci¨®n, que esta moci¨®n inquiete especialmente a Maragall.

El evidente entusiasmo del PP por sus largos minutos de gloria en el pleno de la moci¨®n de censura -en el que terminar¨¢ aislado- deba ser le¨ªdo en clave nacional. El pleno se celebrar¨¢ el d¨ªa 10 de marzo, lo que permitir¨¢ distraer, en parte, la atenci¨®n del primer aniversario del 11-M.