El silencio de uno de los hombres clave para la investigaci¨®n

Jamal Zougam (T¨¢nger, 1973), el primer detenido por los atentados del 11-M, ha negado en todo momento cualquier relaci¨®n con ellos. Y lo sorprendente es que su relato es coherente. Sin embargo, cuando su nombre fue pronunciado el 13 de marzo por los due?os de la tienda de Alcorc¨®n Sindhu Enterprise como el hombre que hab¨ªa comprado 30 tarjetas telef¨®nicas, entre ellas la hallada en la ¨²nica bomba desactivada del 11-M, la polic¨ªa estuvo convencida de que el atentado era obra del terrorismo isl¨¢mico. Era amigo de Abu Dahdah, el supuesto jefe de Al Qaeda en Espa?a, su casa hab¨ªa sido registrada en 2001 por orden de un juez antiterrorista franc¨¦s y Marruecos hab¨ªa advertido sobre ¨¦l tras los atentados de Casablanca. "Al o¨ªr el nombre de Zougam supimos que pis¨¢bamos terreno conocido", ha declarado en la comisi¨®n del Congreso el comisario Rafael G¨®mez Menor.

Las pesquisas posteriores han conllevado que varios testigos lo hayan reconocido sin dudar como uno de los hombres que colocaron las bombas en los trenes. "?Yo jam¨¢s he subido a un tren! Por eso no he podido golpear a nadie sentado a mi lado en el brazo izquierdo ni salir del tren cuando son¨® la bocina", le ha contado al juez Juan del Olmo.

El 11 de marzo, seg¨²n ha contado, se levant¨® de la cama despu¨¦s de los atentados. "Me levant¨¦ a las diez de la ma?ana en casa, donde estaban mi madre, mi hermana, que trabaja en un banco, y mi hermano. Luego cog¨ª el coche, un Mitsubishi, y me fui al trabajo... No s¨¦ c¨®mo alguien puede haberme visto en los trenes, porque yo no estuve all¨ª, yo no he tenido que ver nada con el atentado ni con el 11 de septiembre", confes¨® ante el juez.

Jamal Zougam s¨®lo declar¨® ante el juez, ya que se neg¨® a hacerlo en la Comisar¨ªa General de Informaci¨®n, donde dice que le torturaron. "Me han estado pegando toda la noche, con la palma de la mano abierta, me han pegado con palos en el est¨®mago...", denunci¨® el 16 de marzo. Tras este testimonio, una forense le examin¨® sin encontrar "ni enrojecimiento facial ni signos contusivos".

La pregunta clave que le hicieron fue a qui¨¦n hab¨ªa vendido las tarjetas telef¨®nicas utilizadas en los atentados. "No me acuerdo. No recuerdo haber vendido a nadie 15 tarjetas Amena, ni 10, ni cinco ni siete". De ah¨ª no ha habido manera de sacarle. Pero los investigadores est¨¢n convencidos de que Zougam, como otros detenidos que han guardado silencio, conoce la totalidad de la trama del 11 de marzo.