Mourinho, oro y ego

Jos¨¦ Mourinho vive en un incendio permanente. Y parece sentirse c¨®modo en medio del fuego, alejando a sus jugadores del objetivo medi¨¢tico y dominando la escena como si en vez de ser un pimpollo portugu¨¦s fuera un viejo zorro. Mourinho, a quien su mentor en el Bar?a, Bobby Robson, ha reclamado "un poco de moderaci¨®n", escenific¨® la previa antes de viajar al Camp Nou y parece obligado a adue?arse de las tablas antes de jugarse el partido de vuelta. Si en Barcelona dej¨® plantada a la UEFA y, especialmente, a los periodistas catalanes, ayer movi¨® ficha otra vez: la rueda de prensa oficial coincide con el entrenamiento del Barcelona en Stamford Bridge y, girando el foco para que ilumine su escenario, parece seguro que usar¨¢ ese momento para convocar a Robben, usando al holand¨¦s como arma piscol¨®gica que trastoque las ideas de Rijkaard.

Mourinho lo tiene todo tan controlado que los jugadores no se sientan donde ellos quieren en el vestuario del Imperial College Sport Club, donde se entrenan, ni en el de Stamford Bridge antes de los partidos. No, los ingleses con los ingleses, los portugueses con los portugueses, los franceses con los franceses, los tres porteros juntos y los que empiezan a aprender ingl¨¦s (alemanes, chechos, holandeses y un marfile?o), mezclados. "As¨ª se comunican", explica el t¨¦cnico. De la misma manera que controla su territorio, se empe?a tambi¨¦n en protagonizar el decisivo partido ante el Bar?a. Es la misma arrogancia con la que quiere medrar en el mercado ingl¨¦s de fichajes. Tras negarse a colaborar con la Federaci¨®n para esclarecer el intento del Chelsea de fichar a Ashley Cole a espaldas del Arsenal, el organismo que rige las normas en la Premier League le ha avisado: "Est¨¢ jugando con fuego. ?l y el Chelsea". "Yo quiero quedarme muchos a?os aqu¨ª, los campos se llenan para ver a mi equipo", dijo ¨¦l por respuesta.

Al portugu¨¦s le da igual ciento que veinte. Es Jos¨¦ Mourinho, un ganador, y luchar¨¢ contra el mundo para ponerlo a sus pies. Desea eliminar al Bar?a y est¨¢ dispuesto a usar cualquier artima?a a su favor: "Al f¨²tbol ingl¨¦s le falta malicia", ha comentado Mourinho, explicando la causa por la que no se impone en Europa. ?l pone toda esa malicia a beneficio del Chelsea. Por la cuenta que le trae: ganar¨¢ un mill¨®n de libras, libres de impuestos, si gana la Champions League. Dejar fuera al Bar?a no se paga con oro, se cobra en ego. Al portugu¨¦s s¨®lo hay dos cosas que le gusten m¨¢s que esos tesoros: las mujeres y el f¨²tbol.

Por otra parte, el centrocampista del Chelsea, Frank Lampard, critic¨® ayer al barcelonista Deco en el Daily News: "Es un piscinero. Hay jugadores a los que se les ense?a a tirarse, y ¨¦l lo hizo durante todo el partido de ida".