Grupos musicales abrazan el 'copyleft' para hacerse escuchar por cauces alternativos
"Es necesaria una revisi¨®n del sistema de derechos de autor" (Stormy Mondays) - "Lo hacemos todo nosotros, incluido el tostado" (Motorsex) - "El 90% de la gente no pretende vivir de su m¨²sica, quiere que le escuchen" (Escolar)
El cantautor de la parada de metro de Sol, en Madrid, no quiere una limosna, sino que le compren su CD artesanal. Lo mismo que la banda de viento gipsy instalada en la plaza de Catalunya de Barcelona. Kiko Veneno quiere que le compren sus canciones en Internet y s¨®lo en Internet; M. C. D., que se las descarguen gratis en MP3, y Maria Schneider, que sus fans pongan dinero en ArtisShare para grabar su m¨²sica.
La tienda de discos, como espacio de venta musical, ha perdido el monopolio. Y no s¨®lo por culpa del top manta ni de la pirater¨ªa.
La comunicaci¨®n por Internet, la compresi¨®n de la m¨²sica en MP3 y las nuevas formas del derecho de autor est¨¢n alterando el final y el principio del negocio musical, la tienda y el sello discogr¨¢fico. El llamado copyleft es un tipo de licencia que permite la reproducci¨®n de la obra siempre que se reconozca la autor¨ªa del original y, si se modifica, de los trozos no alterados.
La m¨²sica de libre copia y distribuci¨®n ha seducido a decenas de grupos s¨®lo en Espa?a, noveles y veteranos. En un alarde de autogesti¨®n, ellos mismos producen sus discos y los regalan en sus webs. Defunkid, alma del grupo barcelon¨¦s laMundial.net, explica la situaci¨®n: "Volvemos al directo, a las bandas peque?as con poco p¨²blico pero fiel". Defunkid se define como "la Elena Francis de los m¨²sicos" porque desde su web escribe art¨ªculos y responde a preguntas de cada vez m¨¢s interesados: "Quieren saber qu¨¦ implica hacer m¨²sica libre. Si no hay m¨¢s grupos copyleft es porque no tienen informaci¨®n".
LaMundial.net lleg¨® hasta el copyleft por puro pragmatismo. "Viendo que no ¨ªbamos a comer de nuestra m¨²sica, pensamos que tendr¨ªamos m¨¢s p¨²blico si la regal¨¢bamos". Hace tres a?os que ofrecen sus temas en una p¨¢gina, que Defunkid cuida: "Tienes que trabaj¨¢rtelo, apoyar a otros m¨²sicos, escribir art¨ªculos... Las redes P2P ayudan a la descarga, pero no a la difusi¨®n".
A?o tras a?o, la venta de m¨²sica desciende en el mundo, en Europa y en Espa?a. Los que sufren m¨¢s las consecuencias son los artistas que se llevan el 8%-12% del precio del disco. La subsistencia no est¨¢ en los discos, sino, como en los viejos tiempos, en los bolos, las actuaciones en directo. En cuatro a?os, los mismos que dura la crisis discogr¨¢fica, los conciertos en directo han aumentado el 78% en Espa?a, seg¨²n la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE).
Un estudio de la Universidad de Bournemouth se?ala que en Alemania s¨®lo hay 1.200 personas que subsisten con su trabajo creativo. El 82% de sus ingresos no proceden de derechos de autor, sino de los conciertos y la docencia.
El grupo Stormy Mondays comenz¨® a distribuir su m¨²sica por la Red en el siglo pasado. "En un momento en que las grandes discogr¨¢ficas estaban intentando averiguar qu¨¦ demonios era Internet, nuestra apuesta por la distribuci¨®n a trav¨¦s de la Red nos llev¨® a ser la ¨²nica banda espa?ola en la historia del festival de Woodstock; la primera en apoyar oficialmente la red P2P Napster y la primera en ofrecer gratuitamente un disco al completo bajo licencia copyleft", explica Jorge Otero, miembro del grupo.
Stormy Mondays ofreci¨® su disco gratuitamente, "lo que no hizo que disminuyeran las ventas, sino todo lo contrario", recuerda. "Desde que descubrimos el MP3, nos dimos cuenta de que ah¨ª estaba el futuro y que ten¨ªamos una radio abierta para difundir nuestra m¨²sica. El tema Ll¨¦vame tuvo 15.000 descargas el primer a?o, ¨²nicamente en nuestra web".
"Cada vez m¨¢s gente de las altas esferas nos da la raz¨®n, en privado y en voz baja", dice Otero. "Lo que mata a la m¨²sica es la falta de productos de calidad, no la pirater¨ªa. Es necesaria una revisi¨®n en profundidad del actual sistema de derechos de autor y de las sociedades que lo gestionan".
Cuando la banda bilba¨ªna M.C.D. decidi¨® dar gratis a trav¨¦s de la Red su disco Imbecil.com, la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE), a la que estaban inscritos, les exigi¨® dinero: "Es el colmo que reclamen un tanto por ciento a un autor porque decide colgar su m¨²sica en Internet", dicen.
Por ¨¦ste y otros motivos, M.C.D. cambi¨® de nombre y no lo afili¨® a la SGAE. Hoy se llaman Motorsex y ofrecen dos discos libres en su p¨¢gina, el anterior y En crudo, con temas que llegan a las 20.000 descargas. En crudo, su primer disco totalmente libre, est¨¢ grabado en directo, para minimizar gastos: "Hemos experimentado el hacerlo todo nosotros, incluido el envasado y el tostado, autogesti¨®n en toda la cadena de producci¨®n".
La distribuci¨®n, un problema
Motorsex s¨®lo ha puesto en tiendas de amigos una edici¨®n limitada de su ¨²ltimo CD. "Es cuesti¨®n de tiempo que se genere una red paralela de este tipo de m¨²sica. Un top manta copyleft nos vendr¨ªa de perlas".
El aut¨¦ntico tal¨®n de Aquiles de la m¨²sica libre es la promoci¨®n: "Hay tal marem¨¢gnum de oferta que es casi imposible hacerse o¨ªr. Se podr¨ªa subsanar creando modelos de distribuci¨®n con medios propios, como salas de concierto, prensa, radio. A¨²n as¨ª, no nos va mal: tocar en directo y el boca a boca o e-mail a e-mail es, como siempre, lo que te proporciona audiencia. Gracias al copyleft e Internet, nos han salido m¨¢s conciertos. Estamos consiguiendo tocar todos los meses y amortizar".
El m¨²sico Nacho Escolar es autor del manifiesto Por favor, pirateen mis canciones, que escribi¨® en 2001 a ra¨ªz de su experiencia con una discogr¨¢fica: "Como mucho, te llevas el 12% del primer disco, pr¨¢cticamente no hay beneficios y pierdes tus derechos, incluso para hablar en actos p¨²blicos. Un contrato con una discogr¨¢fica es lo m¨¢s parecido a la esclavitud moderna".
Seg¨²n Escolar, la SGAE "se queda la mitad de lo que recauda y funciona como un sindicato vertical; tienes que estar afiliado si quieres emitir tu m¨²sica en las radios, estampar CD, distribuirlos en tiendas o hacer conciertos en algunas salas".
La alternativa es, en opini¨®n de Escolar, "elaborar las canciones en casa y distribuirlas por Internet". En cuanto a la promoci¨®n, afirma: "Con un manager es suficiente. Cada a?o se doblan los grupos copyleft y estamos viendo que hay buenos m¨²sicos a patadas, pero que no hab¨ªa posibilidad de escucharlos. El 90% de la gente no pretende vivir de su m¨²sica, sino que le escuchen".
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