Los aficionados financian en ArtistShare el disco de sus m¨²sicos

Maria Schneider gan¨® un grammy hace unas semanas por su ¨¢lbum de jazz Concert in the Garden. Lo curioso es que nunca se ha visto en las tiendas de discos, se ha distribuido exclusivamente a trav¨¦s de la p¨¢gina ArtistShare. M¨¢s a¨²n, los fans de Schneider pagaron antes de que se grabara el disco.

La gala anual de los Grammy -premios de la m¨²sica de la industria norteamericana-, aparte de agasajar lo ¨²ltimo de Ray Charles, puso de manifiesto que la revoluci¨®n musical de Internet toca tambi¨¦n a la relaci¨®n de los artistas con su p¨²blico. La Academia no tuvo empacho en dar un premio a una artista, Schneider, cuyos discos no han llegado a las tiendas.

Lo particular del sistema de ArtistShare no es que los discos se distribuyan ¨²nicamente desde Internet -hay otros grupos que lo hacen-, sino el hecho de que los fans compran los discos antes de que hayan sido grabados. A esto se a?ade la posibilidad de acceder a toda una serie de materiales del artista, como arreglos, comentarios personales, partituras, etc¨¦tera. Cada una de las opciones tiene un precio.

Los seguidores no pagan por el CD material sino que su dinero subvenciona el proyecto art¨ªstico de, en este caso, la autora; as¨ª lo entiende y escribe en su sitio web un aficionado a la m¨²sica de Schneider.

La idea de ArtistShare procede de Brian Camelio, m¨²sico y programador neoyorquino de 39 a?os que se lanz¨® a montar el negocio tras escuchar repetidamente de boca de amigos m¨²sicos las miserias y penurias por las que pasa un artista que la MTV no haya consagrado.

"ArtistShare ofrece a los m¨²sicos una completa libertad art¨ªstica, solvencia financiera y la posibilidad de construir un fuerte lazo con sus fans", escribe Camelia a trav¨¦s del correo electr¨®nico.

Los artistas producen sus propios discos y ArtistShare los distribuye a trav¨¦s de su plataforma a cambio de una factura inicial y el 15% de los ingresos por sus ventas. El resto va a parar al bolsillo del m¨²sico. Actualmente son nueve los m¨²sicos que distribuyen algunas de sus obras en ArtistShare, entre ellos el guitarrista Jim Hall y el trompetista Brian Lynch.

El artista se lo guisa, sus seguidores se lo comen, y ArtistShare se queda con un peque?o margen por la transacci¨®n. "El margen de beneficios es mucho m¨¢s alto", explica Camelio. "En realidad es el opuesto al de los contratos tradicionales [con las discogr¨¢ficas los artistas obtienen normalmente entre el 10% y el 15% de las ventas; con ArtisShare entre el 85% y el 90%] y, adem¨¢s, no hay ventas an¨®nimas", para lo que se usa un sistema llamado Artist-Track, que est¨¢ pendiente de patente.

L¨ªmite de 10.000 copias

Concert in the Garden, el disco por el que Schneider consigui¨® el grammy al mejor gran conjunto de jazz, fue publicado en ArtistShare a principios de julio de 2004 -el primero que se distribuy¨®-. Para entonces la artista ya hab¨ªa recaudado 33.700 d¨®lares en pedidos por anticipado del ¨¢lbum y por otros conceptos de su obra.

Schneider hab¨ªa establecido un l¨ªmite de 10.000 copias en CD e iba camino de amortizar los 87.000 d¨®lares que le hab¨ªa costado la grabaci¨®n, pagada de su bolsillo. Un resultado muy diferente del conseguido con sus tres ¨¢lbumes previos, de los que vendi¨® un total de 20.000 copias -cifra habitual en jazz-, aunque s¨®lo pudo recuperar su dinero en uno. "El fan paga en funci¨®n de lo que le ofrece el artista", explica Camelio. "Gracias a ello, puede experimentar directamente la creaci¨®n de la obra". Hay m¨¢s de media docena de versiones de Concert in the Garden en la p¨¢gina web de Maria Schneider con precios muy diferentes.

Por 9,95 d¨®lares se descarga una versi¨®n en MP3 del disco, con una calidad de 128 kilobits por segundo (kbps) adem¨¢s del libreto del CD. Ciberp@¨ªs prob¨® el sistema y la descarga de la m¨²sica fue inmediata. Por 111,95 d¨®lares se recibe por correo un CD y se tiene acceso en la web a arreglos musicales de la autora y comentarios propios sobre su obra. Adem¨¢s, se ofrece la posibilidad, si as¨ª lo quiere el financiador, de recibir un cr¨¦dito al final del proyecto, de modo que su nombre figura en una p¨¢gina.

Con toda intenci¨®n, en el sitio de ArtistShare llaman a los discos proyectos, y participante en lugar de compradores a quienes adquieren un disco.

"El proyecto est¨¢ financiado directamente por los fans, y el artista permanece como el propietario de su trabajo", explica Camelio, a diferencia de lo que ocurre con el modelo de las compa?¨ªas discogr¨¢ficas, que controlan los derechos de autor del artista.

"Lo que hemos conseguido con Maria es hist¨®rico y todav¨ªa nos quedan muchas sorpresas por desvelar", anuncia el fundador de ArtistShare.

ARTISTSHARE: www.artistshare.com MARIA SCHNEIDER: www.mariaschneider.com