Un 'pentatl¨®n' para Europa
El autor propone una estrategia para la Uni¨®n cuyo objetivo es convertir su econom¨ªa en la m¨¢s pr¨®spera del mundo, en el horizonte de 2010, salvaguardando el modelo social europeo.
El 22 de marzo comprobaremos de nuevo, con todos los jefes de Estado y de Gobierno europeos, que no alcanzaremos el objetivo de Lisboa tendente a convertirnos, de aqu¨ª a 2010, en la econom¨ªa m¨¢s competitiva del mundo. Esta triste comprobaci¨®n no es imputable al objetivo en s¨ª mismo, ni a una falta de buena voluntad. El problema reside en el m¨¦todo.
El m¨¦todo utilizado, el llamado m¨¦todo abierto de coordinaci¨®n, est¨¢, en efecto, demasiado exento de obligaciones. Da la impresi¨®n de que los problemas con que se encuentra la econom¨ªa europea son completamente diferentes de un pa¨ªs a otro y que es preferible abordarlos asimismo a nivel nacional. Sin embargo, por medio de un acercamiento comunitario audaz y com¨²n, hemos llegado tanto a suprimir en gran parte las fronteras para mercanc¨ªas y capitales como a luchar con ¨¦xito, gracias al euro, contra los des¨®rdenes monetarios.
Debemos poner en marcha, conforme al modelo del euro, un nuevo proyecto de la UE
El enfoque actual nos hace correr el riesgo de perder la especificidad del modelo social europeo
?Por qu¨¦ no podr¨ªamos recurrir a este mismo acercamiento comunitario en nuestros esfuerzos para edificar una econom¨ªa europea competitiva? El enfoque actual nos hace, en efecto, correr el riesgo de perder lo que constituye la especificidad del modelo social europeo.
Las cifras hablan por s¨ª mismas. El crecimiento anual del PIB ha sido, por t¨¦rmino medio, del 1,9% entre 1992 y 2002 en la zona euro, frente al 3,3% en Estados Unidos. Seg¨²n los pron¨®sticos de la OCDE, este foso no har¨¢ m¨¢s que ensancharse en el futuro: 1,7% en la zona euro, 3,6% en Estados Unidos, y hasta 8,8% en China. El volumen total del empleo ha progresado en un 6,5% en la zona euro entre 1991 y 2002, mientras que en el mismo periodo aumentaba en un 17% en Estados Unidos. Imperceptiblemente, un cambio de situaci¨®n dr¨¢stico se ha producido estos diez ¨²ltimos a?os en la balanza comercial. Una cuarta parte de las importaciones de la Uni¨®n procede hoy en d¨ªa de China, de Jap¨®n y de los tigres asi¨¢ticos; la d¨¦cada transcurrida ha conocido un d¨¦ficit comercial gigantesco en relaci¨®n con esta regi¨®n del mundo, y est¨¢ claro como el agua que este fen¨®meno s¨®lo est¨¢ empezando. En efecto, la mundializaci¨®n de la econom¨ªa es imparable. Se conquistan nuevos mercados, multitud de nuevos consumidores y de nuevos actores llaman a la puerta. Ahora bien, la econom¨ªa europea corre el riesgo de perder esa oportunidad, pues sufre de ciertas deficiencias internas, de una serie de debilidades estructurales. Para combatir estas deficiencias y estas debilidades, debemos de nuevo, como hicimos para el euro con el Pacto de Estabilidad, atrevernos a recurrir a un m¨¦todo comunitario. Este m¨¦todo sigue cinco pistas diferentes, y la verdadera soluci¨®n se considera como un verdadero pentatl¨®n para Europa.
La primera pista es una reforma de nuestra fiscalidad. En una econom¨ªa abierta como la actual, nuestros servicios y nuestras mercanc¨ªas est¨¢n inevitablemente, a causa de los elevados costos, cada vez menos a la altura frente a los nuevos polos mundiales de crecimiento. Estos costos elevados son consecuencia muchas veces de un alto nivel de tasaci¨®n del trabajo y de las empresas. Dado que no queremos tocar nuestro modelo social, el ¨²nico camino que podemos seguir es el traslado masivo de los impuestos directos y de las cotizaciones sociales a los impuestos indirectos. Los impuestos indirectos constituyen deducciones de car¨¢cter neutro. No gravan directamente los costos de producci¨®n. No afectan a las exportaciones. Se aplican indistintamente tanto a los bienes y servicios importados como a los producidos localmente. Por ¨²ltimo, tienen un efecto de redistribuci¨®n comparable al de las contribuciones directas.
La segunda pista es la "convergencia". Hoy en d¨ªa, la respuesta por parte de los Estados miembros nacionales es muy inconexa. El dumping amenaza, lo cual no solamente afecta al modelo social europeo, sino que tiene asimismo el efecto de debilitar la cohesi¨®n del mercado interior. La convergencia no significa una armonizaci¨®n, y menos a¨²n una corriente uniformadora. La convergencia es la fijaci¨®n de una horquilla, que comprenda un porcentaje m¨ªnimo y un porcentaje m¨¢ximo, en cuyo seno cada Estado miembro trate despu¨¦s de encontrar su posici¨®n ¨®ptima, para llegar de esta forma a obtener conjuntamente una econom¨ªa europea m¨¢s integrada, y tambi¨¦n m¨¢s competitiva. Tal convergencia podr¨ªa aplicarse a toda una serie de campos. Estoy pensando en los porcentajes del impuesto sobre sociedades, en la influencia del Estado o tambi¨¦n en la flexibilidad del mercado laboral.
La tercera pista, la tercera piedra del edificio, es el acabado del mercado interior. La puesta en marcha de la estrategia del mercado interior es demasiado lenta. ?Desde hace cu¨¢nto tiempo estamos esperando la introducci¨®n de una patente europea? Pero de lo que se trata es, ante todo, del retraso global acumulado en la puesta en marcha de las directrices relativas al mercado interior. Abogo, por consiguiente, a favor de una puesta en marcha autom¨¢tica de las directivas o, al menos, de sus principales elementos. Concretamente, esto significa que las directrices relativas al mercado interior que no hubiesen sido aplicadas en el plazo previamente fijado entrar¨ªan de todas formas en vigor, en lo relativo a sus elementos m¨¢s importantes, una vez sobrepasada la fecha de aplicaci¨®n predefinida, aunque esto no constituya una puesta en marcha completa y formal.
La cuarta pista, que es la cuarta piedra del edificio, es el aumento dr¨¢stico de los esfuerzos en materia de investigaci¨®n. La Uni¨®n Europea queda muy por detr¨¢s de Estados Unidos y de Jap¨®n en cuanto a esfuerzos en materia de investigaci¨®n y desarrollo. Con el fin de lograr, en el marco de la financiaci¨®n comunitaria, un alza espectacular de las cantidades concedidas para investigaci¨®n y desarrollo, conviene destinar a las actividades de I+D, y esto desde el comienzo de las nuevas perspectivas financieras para el periodo 2007-2013, la mitad de los gastos a favor de la competitividad, debiendo asimismo reservar una cuarta parte de los gastos realizados en las regiones de los Estados miembros beneficiarias de los fondos estructurales a proyectos de investigaci¨®n y desarrollo.
Por ¨²ltimo, la quinta pista, la quinta piedra del edificio, es la nueva gobernanza que todos estos objetivos exigen. Es esencial que la Comisi¨®n Europea juegue de nuevo un papel preponderante y sea la ¨²nica habilitada para poner en marcha la nueva estrategia de crecimiento. Deber¨ªa proceder a un test, llamado "test C" (test de crecimiento), que tratase sobre la conformidad de cada medida nacional con la estrategia de crecimiento del c¨®digo de convergencia. Una gobernanza m¨¢s estricta por parte de los Estados miembros nacionales es indispensable. En cada pa¨ªs deber¨¢ crearse asimismo una comisi¨®n parlamentaria especial que agrupe a un tiempo a parlamentarios nacionales y parlamentarios europeos.
Un 'pentatl¨®n' para Europa es un proyecto ambicioso, tanto en sus objetivos como, sobre todo, en sus instrumentos. No obstante, el lanzamiento de este pentatl¨®n es la ¨²nica posibilidad de convertir verdaderamente a la econom¨ªa europea en la m¨¢s pr¨®spera del mundo en el horizonte de 2010, salvaguardando al mismo tiempo nuestro modelo de sociedad. La elecci¨®n pertenece a partir de ahora a los dirigentes europeos, jefes de Estado y de Gobierno: contentarse con cuadros comparativos y planes de actuaci¨®n de ¨ªndole parecida, o bien poner en marcha, conforme a los modelos del euro y del mercado interior, un nuevo proyecto comunitario.
Guy Verhofstadt es primer ministro de B¨¦lgica.
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