Mas anuncia que retira la querella contra el presidente catal¨¢n

Las "excusas" que Pasqual Maragall pidi¨® "a los ciudadanos de Catalu?a" por los ¨²ltimos excesos verbales bastaron para que el presidente de CiU, Artur Mas, se diera por aludido y anunciara ayer la retirada de la querella que pesaba contra el presidente catal¨¢n. Mas dijo a Maragall que paralizar¨ªa la querella a no ser que este ¨²ltimo se reafirmara expl¨ªcitamente en sus acusaciones de corrupci¨®n. Maragall fue claro: "Haga lo que tenga que hacer".

Utilizando un tono sensiblemente m¨¢s conciliador que en su ¨²ltimo cara a cara parlamentario con Pasqual Maragall, Artur Mas afirm¨® que interpretaba las "excusas a los ciudadanos de Catalu?a" que Maragall hab¨ªa presentado minutos antes ante la C¨¢mara como una disculpa en toda regla. Durante el debate entre Mas y Maragall se registraron tres intervenciones cargadas de tensi¨®n que, sin embargo, acabaron con el anuncio de Mas de retirada de la denuncia:

Artur Mas: "Intentar¨¦ facilitar las cosas tanto como sea posible. Cuando usted ped¨ªa excusas formalmente a todo el pueblo de Catalu?a, entiendo que dentro de este pueblo de Catalu?a deben haber los diputados de CiU (...) si usted no nos lleva la contraria en este punto y, sin tener que decirlo expl¨ªcitamente, entiendo que usted, como presidente de la Generalitat, nos est¨¢ presentando sus excusas tal y como hemos pedido desde el principio; si esto es as¨ª y nadie lo estropea, CiU retirar¨¢ inmediatamente la querella presentada".

Pasqual Maragall: "Sobre la querella, he estado a punto de pedirle que no la retire. No quiero que quede la m¨¢s m¨ªnima sospecha de que hay un compadreo entre CiU y PSC para que esto no salga adelante cuando mucha gente se hab¨ªa hecho la ilusi¨®n de que a lo mejor saldr¨ªa alguna cosa (...) por lo tanto d¨¦jenme pensar si le tengo que pedir que la retire o no. Hagan lo que tengan que hacer".

Artur Mas: "Yo no tengo ganas de volver a estropear las cosas y, como si le doy la palabra de nuevo lo volver¨¢ a estropear todo, d¨¦jeme que le diga s¨®lo una cosa. F¨ªjese si es sencillo: usted no pide que retiremos la querella. Nosotros la hemos presentado y nosotros la retiramos. No hace falta que pida nada, d¨¦jelo, ?sabe por qu¨¦?, porque nosotros no tenemos ganas de judicializar la pol¨ªtica".

El "oasis catal¨¢n"

Pero la ya c¨¦lebre pol¨¦mica del 3% sigui¨® ti?endo todo el debate entre el presidente de la Generalitat y el jefe de la oposici¨®n, que ayer tuvo que luchar duro para no quedar a la sombra de Josep Piqu¨¦, quien presentaba la moci¨®n de censura.

Mas se esforz¨® en presentar a un Pasqual Maragall incapaz de gestionar los equilibrios que tradicionalmente han caracterizado la vida pol¨ªtica catalana, el "oasis catal¨¢n" que Mas dijo querer preservar a toda costa. Seg¨²n el l¨ªder de CiU, este oasis que Maragall "ha agrietado" s¨®lo podr¨¢ recomponerse si se recupera "la confianza" entre los dos principales partidos pol¨ªticos sin que, dijo Mas, "signifique taparnos las verg¨¹enzas".

Para lograr este entendimiento, el jefe de la oposici¨®n no tuvo reparo alguno en confesar que "afortunadamente, en los ¨²ltimos quince d¨ªas, personas del Partido Socialista y de Converg¨¨ncia i Uni¨® han estado trabajando para mantener vivo aquello que hace quince d¨ªas se puso en grave peligro".

Ante estas palabras, la disculpa de Maragall, y el hecho de que dirigentes de CiU y PSC negociaran hasta el mediod¨ªa de ayer rebajar el tono del debate, el l¨ªder del PP, Josep Piqu¨¦, no dud¨® en hablar de "pasteleo". Adem¨¢s, lanz¨® insinuaciones meridianamente claras sobre un supuesto pacto entre convergentes y socialistas para lograr la retirada de la querella contra el presidente. "Uno presenta excusas y el otro retira la querella (...) no aceptaremos que vuelva a haber un pacto subterr¨¢neo", afirm¨® Piqu¨¦ visiblemente indignado.

Antes de finalizar el debate, Mas y Maragall todav¨ªa tuvieron tiempo de entablarse en una nueva disputa cuando el primero dijo que los convergentes consideran a Maragall "presidente del Gobierno catal¨¢n, pero no presidente de Catalu?a". Un Maragall visiblemente molesto le record¨® que "quien moralmente decide qui¨¦n es el presidente de Catalu?a es el pueblo de Catalu?a y no CiU".