Francia queda paralizada por una huelga masiva contra la reforma laboral

La nueva jornada de protesta convocada ayer por los principales sindicatos en contra de la pol¨ªtica social del Gobierno conservador de Jean-Pierre Raffarin sac¨® a la calle a casi un mill¨®n de franceses (650.000 seg¨²n la polic¨ªa) y paraliz¨® el pa¨ªs gracias a la huelga en los transportes p¨²blicos que, por la ma?ana, produjo colas de cientos de kil¨®metros en los accesos a Par¨ªs y a las grandes ciudades. Si el detonante de las primeras movilizaciones fue la reforma de la semana laboral de 35 horas, la de ayer ya era abiertamente contra el deterioro del poder adquisitivo y en demanda de una subida salarial.

El Ejecutivo franc¨¦s reconoci¨® la importancia de la protesta, pero rechaz¨® la idea de convocar una conferencia nacional sobre los salarios. "Trabajar m¨¢s para ganar m¨¢s", fue el eslogan que acu?¨® el Gobierno de Raffarin para justificar la reforma de la ley Aubry, aprobada por el Ejecutivo socialista de Lionel Jospin, que fijaba la semana laboral en 35 horas. Un buen eslogan que se ha vuelto contra sus creadores, que ven ahora c¨®mo al malestar de los funcionarios p¨²blicos se suma el de los trabajadores de las empresas privadas, que ayer se unieron a la protesta de manera m¨¢s significativa. Mucho tiene que ver en la irritaci¨®n de los trabajadores los enormes beneficios -r¨¦cords hist¨®ricos en muchos casos- que han tenido este a?o las grandes empresas francesas del CAC 40, el ¨ªndice selectivo de la Bolsa de Par¨ªs.

Los transportes p¨²blicos, de cuyos trabajadores depend¨ªa una buena parte del ¨¦xito de la convocatoria, ya empezaron a paralizarse el mi¨¦rcoles por la noche y no volver¨¢n a la normalidad hasta hoy a media ma?ana. El 30% de los maquinistas de los ferrocarriles secundaron la huelga, seg¨²n fuentes de la empresa p¨²blica SNCF. S¨®lo funcionaron la mitad de los trenes de alta velocidad y uno de cada tres de los de largo recorrido. Los servicios regionales se vieron afectados entre un 25% y 50% seg¨²n las zonas. Los servicios internacionales, sin embargo, funcionaron casi sin problemas, tanto los Eurostar que cruzan el Canal de la Mancha como los que unen Par¨ªs y Bruselas. Tambi¨¦n fue pr¨¢cticamente normal el funcionamiento de los que unen Francia y Espa?a.

Atascos de 200 kil¨®metros

El tr¨¢fico a¨¦reo tambi¨¦n se vio afectado. Por la ma?ana, del aeropuerto parisiense de Orly s¨®lo sali¨® el 25% de los vuelos previstos, aunque por la tarde subi¨® hasta el 50%. El otro aeropuerto de Par¨ªs, Roissy-Charles de Gaulle, se vio menos afectado; s¨®lo se qued¨® en tierra uno de cada cuatro vuelos.

En Par¨ªs, el 80% de los servicios de cercan¨ªas y el 75% de las l¨ªneas de metro no funcionaban. En estas circunstancias no es de extra?ar que a primeras horas de la ma?ana los accesos se convirtieran en monumentales atascos, que en el caso de la capital se concretaron en colas de hasta 200 kil¨®metros.

Por la ma?ana, en Marsella, Burdeos, Clermont-Ferrand, Toulouse, Perpi?¨¢n, Pau, Rennes y hasta en 150 localidades de toda Francia cientos de miles de manifestaciones salieron a las calles. En Correos, la huelga fue seguida por un 25% de los trabajadores; en las escuelas, las cifras oficiales la sit¨²an entre el 24% y el 41%, aunque la falta de transporte provoc¨® que las escuelas quedaran pr¨¢cticamente vac¨ªas. Los medios de comunicaci¨®n p¨²blicos emit¨ªan m¨²sica. En el sector privado se opt¨® por realizar paros parciales.

Los principales sindicatos franceses -CGT, CFDT, FO, Unsa y Solidarices- apoyaban la protesta de ayer. El Gobierno conservador se apresur¨® a hacer p¨²blicas las cifras sobre el poder adquisitivo de los franceses. Las estad¨ªsticas oficiales rezan que en 2003 se produjo un aumento del 2,1%; en 2003, del 2,4%, y un 2,6% el a?o pasado. La CGT, sin embargo, asegura que el poder adquisitivo de los franceses se ha reducido en un 5% en los ¨²ltimos cuatro a?os. Primero, por el efecto de moderaci¨®n y de recuperaci¨®n de la competitividad que impuso la implantaci¨®n de la semana de 35 horas; en segundo lugar, por el llamado efecto euro, y, finalmente, en raz¨®n de un crecimiento econ¨®mico un tanto raqu¨ªtico y un desempleo que se mantiene inflexible en torno al 10% de la poblaci¨®n activa. Los funcionarios han sido los m¨¢s afectados, pero el Gobierno de Raffarin asegura que no tiene dinero en las arcas para subir el sueldo.

La manifestaci¨®n de Par¨ªs la encabezaban los principales l¨ªderes sindicales y una pancarta que rezaba "Aumento de salarios, disminuci¨®n del tiempo de trabajo, contra las desregularizaciones y el paro". Sin embargo, entre los manifestantes eran bastante numerosas las llamadas a votar no en el pr¨®ximo refer¨¦ndum sobre el Tratado Constitucional europeo que tendr¨¢ lugar el 29 de mayo, y ¨¦sta es una de las grandes preocupaciones del Ejecutivo y la espada de Damocles que pende sobre el primer ministro, a quien el presidente Jacques Chirac no dudar¨¢ en destituir si cree que peligra el s¨ª a la Carta Magna europea. El ministro de Transportes, Gilles de Robien, reconoci¨® que hay que tener en cuenta "los problemas del poder adquisitivo", una opini¨®n compartida por el titular de Relaciones Laborales, G¨¦rard Larcher, quien se mostr¨® partidario de abrir un di¨¢logo sobre la negociaci¨®n salarial.