Bot¨¢nica sensible

La posibilidad de ordenar y comprender de manera universalista un vasto "reino" de la naturaleza, como es el vegetal, dio origen a la ciencia bot¨¢nica, que atrajo en su pr¨¢ctica a fil¨®sofos de la talla de Rousseau y Goethe, quienes se aficionaron a la herborizaci¨®n. Pasados hoy los efectos de la Ilustraci¨®n as¨ª como de la sana ansiedad por conocer los secretos de la naturaleza, la humanidad ha sucumbido a la pasi¨®n esquilmadora que alimenta la locura del beneficio econ¨®mico desmesurado, y el hombre se ha hecho esclavo de la ansiedad acaparadora que desertiza y contamina, que mata e incinera. Inc¨®modos con esta cultura del despilfarro se encuentran dos artistas, de procedencia y formaci¨®n muy diferentes, Miguel ?ngel Blanco (Madrid, 1958) y Jan Hendrix (Maasbree, Holanda, 1949). Ambos han recorrido los lugares m¨¢s rec¨®nditos del planeta buscando la belleza que encierra la naturaleza. Ambos recogen muestras y cada uno a su manera hace un herbario y clasifica plantas. El objeto de sus trabajos es ordenar peque?os fragmentos, muestras insignificantes, seg¨²n criterios de sensibilidad. En pocas palabras, ambos son artistas cuyo trabajo consiste en descubrir las bellezas del mundo natural, haci¨¦ndolas elocuentes por medio de la recreaci¨®n art¨ªstica.

Jan Hendrix se sirve de peque?as hojas, ramas, frutos y otros elementos de los que serigraf¨ªa sus siluetas con tinta negra sobre papel nepal¨¦s. Se muestran en esta exposici¨®n dos mil veinte de estos peque?os grabados, ordenados como fichas de trabajo de una investigaci¨®n. El orden azaroso de su colocaci¨®n, que contrasta con el rigor taxon¨®mico de la ciencia, permite desde la contemplaci¨®n de un detalle hasta la percepci¨®n de un conjunto, variado y complejo, que ilustra la idea cosmol¨®gica del universo.

Miquel ?ngel Blanco, des

de sus or¨ªgenes como artista, se dedica a la tarea de realizar la "biblioteca del bosque", conjunto enciclop¨¦dico de cajas de madera en forma de libro en las que colecciona y archiva muestras elegidas de fragmentos tomados de la naturaleza. Con ellas compone assemblages que quedan encerrados en una especie de relicario. La cualidad "bibliogr¨¢fica" de esas cajas viene servida en unas p¨¢ginas previas en las que el artista estampa, con diferentes procedimientos gr¨¢ficos, im¨¢genes de elementos naturales.

La presentaci¨®n conjunta de la obra de estos dos artistas, en un ¨¢mbito tan apropiado como el de la Calcograf¨ªa Nacional, instituci¨®n hija de la Ilustraci¨®n, ayuda a forjar la imagen de un "gabinete cient¨ªfico" en el que, m¨¢s que mostrar la bot¨¢nica, se presenta un estado de su sensibilidad.