"Al Qaeda pretende instaurar una especie de califato universal"
No todos los terrorismos son iguales. El an¨¢lisis de la evoluci¨®n de esta plaga que atemoriza a las sociedades contempor¨¢neas es el objetivo del ex diputado Kepa Aulestia en Historia general del terrorismo, donde da claves que intentan explicar su futuro. Un a?o despu¨¦s de los atentados del 11-M en Madrid, Babelia presenta una gu¨ªa literaria sobre las rutas de esta violencia mortal.
"Cuando la violencia pol¨ªtica es un fin en s¨ª mismo se puede hablar de terrorismo"
Despu¨¦s de unos a?os dedicado a la pol¨ªtica, Kepa Aulestia (Ondarroa, 1956) se ha convertido en uno de los principales expertos sobre el terrorismo. El que fuera secretario general de Euskadiko Ezkerra y diputado en el Congreso por aquella formaci¨®n de la izquierda vasca ha publicado un par de libros sobre ETA y su entorno, y ahora aborda un ensayo m¨¢s amplio en el que repasa el panorama del terrorismo en el mundo desde una perspectiva hist¨®rica y con un ¨¢mbito geogr¨¢fico que abarca todo el mundo.
PREGUNTA. Da la impresi¨®n de que resulta dif¨ªcil definir lo que es terrorismo. ?Por qu¨¦?
RESPUESTA. El terrorismo es un fen¨®meno sometido a continuas mutaciones que se enfrenta a culturas y reg¨ªmenes muy distintos. Es cierto, por tanto, que resulta complicado distinguir entre violencia pol¨ªtica y terrorismo y eso lleva a eternas discusiones ideol¨®gicas y doctrinales. Decir que toda violencia pol¨ªtica entra en la categor¨ªa de terrorismo ser¨ªa una exageraci¨®n. Incluso hay quienes defienden que s¨®lo se puede considerar terrorismo la violencia pol¨ªtica que se produce en un sistema democr¨¢tico. Pero m¨¢s all¨¢ de las disquisiciones, la violencia en Irak, antes y despu¨¦s de las recientes elecciones, ha practicado el terrorismo, aunque en algunos periodos se haya englobado como resistencia a los grupos que ejecutaban las acciones.
P. ?No hay forma de ponerse de acuerdo en el t¨¦rmino?
R. Yo dir¨ªa que toda violencia pol¨ªtica deriva en terrorismo cuando esa violencia se adue?a del grupo que la ejerce y cuando se convierte en ideolog¨ªa. En una palabra, cuando la violencia pol¨ªtica es un fin en s¨ª mismo podemos hablar de terrorismo. De todos modos, lo m¨¢s preocupante siempre es la definici¨®n jur¨ªdica, la tipificaci¨®n penal que no es igual en todos los pa¨ªses. Por otra parte, tambi¨¦n encontramos dictaduras que utilizan el t¨¦rmino terrorista de forma interesada o utilitarista.
P. ?Es leg¨ªtimo el tiranicidio?
R. A lo largo de la historia ha habido muchos tiranicidios, pero creo que la violencia no tiene ninguna causa que la justifique, salvo aquella que est¨¢ regulada en un orden democr¨¢tico.
P. ?Qu¨¦ medidas debe aplicar un Estado de derecho para combatir el terrorismo sin vulnerar las libertades civiles?
R. El Estado de derecho puede adoptar medidas, ser m¨¢s preventivo, buscar nuevos instrumentos para perseguir o neutralizar el terrorismo. Ahora bien, en el caso del terrorismo islamista el Estado de derecho es incapaz de disuadir a unos fan¨¢ticos que han integrado su propia muerte en la misi¨®n que se les ha encomendado. Este rasgo representa el gran cambio en el fen¨®meno terrorista de los ¨²ltimos a?os. Los musulmanes poseen otro sentido del tiempo, otras estrategias, que ser¨ªan inconcebibles en grupos terroristas occidentales. Ser¨ªa inimaginable un comando durmiente de ETA, por ejemplo.
P. ?Ese factor religioso y fundamentalista aparece como la principal novedad en una red como la dirigida por Al Qaeda?
R. Los islamistas tienen una vida que han donado a las actuaciones terroristas. En ese sentido, es dif¨ªcil vencer al terrorismo islamista por su car¨¢cter suicida. Hemos de asumir por ello que contamos con l¨ªmites para frenar el terrorismo islamista. Otro aspecto nuevo se refiere a que ni el comunismo ni siquiera el anarquismo generaron una internacional del terrorismo. Por el contrario, Al Qaeda pretende instaurar una especie de califato universal en todo el mundo del islam y lo quiere imponer a trav¨¦s del terrorismo. Esta concepci¨®n del mundo convierte la filosof¨ªa de Bin Laden y de sus seguidores en algo muy intangible, imprevisible y sin medida. Al no existir objetivos pol¨ªticos netos se persigue lo m¨¢s aut¨¦ntico con el terrorismo.
P. ?Y qu¨¦ es lo m¨¢s aut¨¦ntico para Al Qaeda?
R. El terrorista m¨¢s aut¨¦ntico es el que mata muriendo. ?se es el modelo para los fan¨¢ticos islamistas.
P. ?La estrategia de Al Qaeda responde a un choque de civilizaciones?
R. No creo que exista un choque de civilizaciones. En el fondo esa civilizaci¨®n, ese modelo de vida, que pretende imponer Al Qaeda se limita al ¨¢mbito en el que la poblaci¨®n musulmana es mayoritaria. Se trata de expulsar al invasor, de purgar la sociedad y el territorio del islam de elementos extra?os.
P. ?Son capaces los actos terroristas de cambiar el curso pol¨ªtico de un pa¨ªs?
R. El terrorismo es incapaz de transformar el rumbo de un Estado, ya sea democr¨¢tico o dictatorial. Ni el terrorismo ruso del XIX termin¨® con el zarismo ni los grupos terroristas de Europa occidental acabaron con los gobiernos democr¨¢ticos de los sesenta y setenta.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.