Retrato del guerrillero joven
He aqu¨ª la historia del partisano Milton, que tuvo 22 a?os en el verano de 1944, los mismos que su creador, Beppe Fenoglio (Alba, 1922-Tur¨ªn, 1963), que, como Milton, fue triste, alto y feo. "Hipop¨®tamo flaco", llama a Milton su enamorada, Fulvia, y Fulvia se llamaba la amiga de juventud a quien Fenoglio dedic¨® Primavera di bellezza (1959). Un asunto privado (Una questione privata, 1963) es, seg¨²n Italo Calvino, la novela que so?aban todos los escritores que, a sus veinte a?os, vivieron la Resistencia contra el ocupante alem¨¢n y el compatriota fascista, la guerra civil en Italia en el desenlace de la guerra mundial. Milton llega patrullando a la casa de Alba donde pas¨® tardes de baile y tenis, aunque ¨¦l no bailara ni jugara, perpetuo encargado del tocadiscos y el marcador. Ha matado en caliente y ha visto matar en fr¨ªo, y ahora oye c¨®mo la guardesa de la casa le cuenta que su mejor amigo y Fulvia, juntos, se perd¨ªan por el r¨ªo y las colinas.
UN ASUNTO PRIVADO
Beppe Fenoglio
Traducci¨®n de Elena del Amo
Barataria. Barcelona, 2004
184 p¨¢ginas. 13 euros
Entonces el partisano ejemplar sufre una perturbaci¨®n y pide permiso para ausentarse de la guerra durante medio d¨ªa. Tiene que resolver un asunto privado. Buscar¨¢ al amigo que bailaba con Fulvia, partisano tambi¨¦n, Giorgio, el m¨¢s guapo de Alba, el m¨¢s rico, el m¨¢s rubio: que le diga la verdad de su relaci¨®n con la chica. La expedici¨®n de Milton, su deseo de saber, provocar¨¢ una serie de coincidencias fat¨ªdicas, como ocurre en los mitos antiguos, y el encuentro fortuito con una vieja rencorosa decidir¨¢ la suerte correlativa de cuatro personas que ni se conocen. Es el destino. Milton ser¨¢ un nuevo y absurdo Orlando furioso, aquel que, por su amada Ang¨¦lica, abandon¨® su ej¨¦rcito y el reino de los suyos. Las tradiciones literarias se transforman en autobiograf¨ªa y la guerra civil acaba siendo un asunto privado, si no lo fue siempre.
Beppe Fenoglio, de Alba, en
el Piamonte, como sus h¨¦roes, ansiaba un mundo m¨¢s all¨¢ de su pueblo, lector fervoroso de literatura inglesa y fan¨¢tico de los discos americanos. Su predisposici¨®n a ser extranjero s¨®lo era un signo de enclaustramiento en su Piamonte campesino, muchacho silencioso, tartamudo en momentos de tensi¨®n, combatiente en la Resistencia, como tantos "arrebatados por abstractos furores", seg¨²n dir¨ªa Elio Vittorini. Fue oficial de enlace con los aliados. Acabada la guerra, su conocimiento de idiomas le permiti¨® trabajar en unas bodegas de Alba, exportadoras de verm¨². Fenoglio jugaba al ping-pong y a las cartas en el hotel Savona y le¨ªa en el casino del pueblo sus traducciones de Eliot y Donne, fuera de la sociedad literaria italiana, amigo a distancia de Calvino, su editor.
Giuseppe (Beppe) Fenoglio
escribi¨® entre su ¨ªntimo mundo extranjero y su paisaje local. Los pueblos piamonteses son el escenario y materia de los cuentos de Un d¨ªa de fuego (1963), donde, con ese t¨ªtulo, se inserta uno de los m¨¢s grandes relatos negros que conozco. Pero tambi¨¦n inventaba una lengua, el idioma de la guerra partisana, aleaci¨®n de dialectalismos del lugar y palabras y construcciones francesas y, fundamentalmente, inglesas. La inmediatez narrativa y la tradici¨®n oral se unieron en El partisano Johnny (1968, p¨®stuma), descubrimiento de una nueva lengua literaria, real y distorsionada, contrahecha, mutilada e injertada, resultante del choque del italiano y el ingl¨¦s. Hay, en Fenoglio, una especie de desesperaci¨®n de la provincia, de necesidad de fuga, que, en su momento m¨¢s puro, produjo la claridad verbal y narrativa de Un asunto privado.
La Resistencia era realidad y aventura m¨ªtica, una "f¨¢bula del bosque", como dijo Cesare Pavese a prop¨®sito de El sendero de los nidos de ara?a (1948) de Italo Calvino. El partisano Milton recorr¨ªa las monta?as con los sentidos del partisano Fenoglio, apasionado lector de Emily Bront? y sus Cumbres borrascosas. A trav¨¦s de encuentros y emboscadas, las viejas leyendas, desde los griegos, resultan ser la vida aut¨¦ntica, una masa de niebla, un establo con bueyes humeantes, las colinas siniestras y enfangadas del Piamonte, con sus ¨¢rboles como fantasmas y la permanente sensaci¨®n de tropezar y caer, antes de llegar por fin a alguna casa muda y atrancada. Beppe Fenoglio cuenta su asunto privado, y uno tiene la sensaci¨®n de estar oyendo algo que iba de boca en boca en los d¨ªas de la guerra y la posguerra, como esa historia del chiquillo de 14 a?os que, lloriqueando, antes de ser fusilado en una operaci¨®n de represalia, dice qu¨¦ ha de hacerse con el pastel que le acaba de mandar a la c¨¢rcel su madre.
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