Legan¨¦s registra m¨¢s muertes en urgencias que otros centros, pero menos en planta

Durante el periodo 2002-2004 murieron en el servicio de urgencias del hospital Severo Ochoa de Legan¨¦s 657 de los 416.840 pacientes ingresados en ese servicio, es decir, un 0,16%. Este porcentaje es m¨¢s del doble del 0,06% registrado por tres hospitales madrile?os de caracter¨ªsticas comparables (Getafe, Pr¨ªncipe de Asturias y M¨®stoles). Sin embargo, las muertes en planta, o en el resto del hospital, fueron muy inferiores en Legan¨¦s que en los otros tres (0,39% frente a 0,50%). En realidad, la mortalidad total en el Severo Ochoa es menor que la media, aunque tiende a ocurrir antes del traslado a planta.

Otra forma de mirar los datos es la siguiente: el conjunto de los tres hospitales tomados como control recibi¨®, durante el periodo en cuesti¨®n, 917.332 pacientes en urgencias, de los que 593 murieron en ese mismo servicio. Esos tres centros (M¨®stoles, Getafe y Alcal¨¢ de Henares) tienen respectivamente 404, 634 y 533 camas. El Severo Ochoa tiene 412. Los cuatro centros son considerados medianos y de atenci¨®n general.

Si la suma de esos tres centros se redujera a escala para que sus ingresos totales en urgencias fueran los mismos que en el Severo Ochoa (416.840 pacientes), las muertes en Urgencias habr¨ªan sido 269 (una divisi¨®n por 2,2). Como el centro de Legan¨¦s registr¨® 657, cabe concluir que este hospital registr¨® 388 fallecimientos en Urgencias m¨¢s de lo normal.

Pero los tres hospitales de control registraron 4.605 fallecimientos en planta en el mismo periodo, o 2.093 una vez aplicada la misma reducci¨®n a escala. El de Legan¨¦s registr¨® 1.636, por lo que se puede considerar que tuvo 457 muertes en planta menos de lo normal. Por tanto, en el centro de Legan¨¦s murieron en total 69 personas menos de lo normal.

Un estudio de la consultora IASIST elaborado en 2003 situ¨® al Severo Ochoa entre los mejores 20 hospitales (de los 139 analizados en Espa?a ese a?o), y entre los cuatro mejores entre los hospitales docentes. Uno de los principales criterios utilizados en ese estudio es la baja mortalidad.

Una de las denuncias detalla 24 casos de pacientes oncol¨®gicos fallecidos en las Urgencias del Severo Ochoa. Estos pacientes, seg¨²n los denunciantes, permanecieron en Urgencias (desde el ingreso hasta el fallecimiento) entre unos pocos minutos y 32 horas.

Los especialistas consultados por este diario resaltan, sin embargo, que la mayor¨ªa de las muertes en Urgencias no suelen ser de pacientes oncol¨®gicos, sino de personas que han sufrido infartos o politraumatismos por accidente. Por tanto, la muestra de pacientes recogida por la denuncia no es representativa.

Algunas fuentes m¨¦dicas explican, sin referirse a este caso concreto, que los incrementos de muertes en Urgencias se pueden deber a alg¨²n punto negro en una autopista cercana al hospital, a una baja calidad de atenci¨®n en el servicio, o a la falta de camas en las plantas, que obligar¨ªa a dejar en Urgencias a pacientes que de otro modo habr¨ªan sido trasladados a otras dependencias. El hecho de que el exceso de fallecimientos en las Urgencias de Legan¨¦s se vea compensado con creces por una reducci¨®n en las otras dependencias es compatible con la ¨²ltima posibilidad enumerada.