"Vamos a respetar las reglas de juego"

Hace s¨®lo tres a?os Roberto Lavagna fue convocado de urgencia para hacerse cargo de la pol¨ªtica econ¨®mica de Argentina, un pa¨ªs quebrado que llamaba la atenci¨®n de todo el mundo por su fracaso. Ahora, los indicadores que entonces apuntaban hacia los bajos fondos del infierno se han revertido y se alzan de forma sostenida. El producto interior bruto (PIB) de Argentina crece a un ritmo del 8% anual, mientras el super¨¢vit fiscal supera registros hist¨®ricos de los ¨²ltimos 50 a?os. Lentamente se reduce la pobreza, el hambre, y aumenta el empleo, la esperanza.

El ¨²ltimo impulso para la econom¨ªa lleg¨® a principios de mes, cuando el Gobierno certific¨® el fin de la suspensi¨®n de pagos de la deuda declarada en 2001 por 81.800 millones de d¨®lares (63.000 millones de euros).

"Supuestamente ha habido muchos 'milagros', pero si hay algo que no me gusta es la calificaci¨®n de milagro"

"Argentina no va a aumentar la deuda, pero s¨ª vamos a pedir que nos alarguen los plazos para pagar"

Con una sencillez completamente opuesta a la del exaltado ex superministro Domingo Cavallo, responsable del modelo econ¨®mico de los a?os noventa que acab¨® en cat¨¢strofe, Lavagna explica por qu¨¦ pas¨® lo que pas¨® y cu¨¢l es el camino a seguir.

Pregunta. ?Cu¨¢l ha sido la f¨®rmula que ha empleado usted para impulsar la econom¨ªa? ?O la recuperaci¨®n s¨®lo ha sido una combinaci¨®n azarosa de devaluaci¨®n, precios internacionales y rachas favorables, eso que se da en llamar milagro econ¨®mico?

Respuesta. En principio, si hay algo que no me gusta es la calificaci¨®n de milagro. En Argentina supuestamente hubo muchos, y cada uno de ellos termin¨® en cat¨¢strofe. Esto fue la conjunci¨®n de dos cosas. Un gobierno, primero el de Duhalde y luego el de Kirchner, con decisi¨®n para aplicar un conjunto de pol¨ªticas distintas a las que se hab¨ªan seguido hasta ese momento y una sociedad que por entender, o por intuir, acept¨® lo que se le propon¨ªa y reaccion¨® muy positivamente ante la mayor crisis del pa¨ªs en al menos 150 a?os. Lo m¨¢ximo que puede hacer un gobierno es marcar el camino y dar se?ales.

P. Pero aun as¨ª, ?c¨®mo se alcanza en un pa¨ªs devastado por la mala administraci¨®n y la corrupci¨®n una tasa de super¨¢vit fiscal que no se hab¨ªa logrado en los ¨²ltimos 50 a?os?

R. El tema fiscal es absolutamente central y aunque responde siempre a m¨¢s de una causa, la causa en este caso ha sido decirle que no a las corporaciones. En Argentina era habitual que despu¨¦s de cada crisis, que inclu¨ªa generalmente una fuerte devaluaci¨®n de la moneda, los grupos corporativos pidieran seguros de cambio. Esto es: socializaban las p¨¦rdidas. Esta vez se les dijo que no.

P. ?Cu¨¢l es la diferencia entre esas corporaciones y lo que Domingo Cavallo llam¨® en su d¨ªa "mafias" enquistadas en el Estado?

R. A m¨ª me parece que a la gente, a veces, hay que juzgarla m¨¢s por lo que hace que por lo que dice. Entonces se hablaba de eso, pero inmediatamente se propon¨ªa bajar los salarios y reducir las plantillas de la Administraci¨®n p¨²blica, con lo cual me da la impresi¨®n de que esos mensajes estaban dirigidos a se?alar que el problema estaba dentro del Estado. Seguramente que en el Estado hay deficiencias y, probablemente, hasta complicidades, pero yo digo algo completamente distinto.

P. ?Cu¨¢l es el orden de responsabilidades en la quiebra del pa¨ªs? Tomando por caso los ¨²ltimos 30 a?os, cuando la deuda p¨²blica creci¨® de ocho a 144.000 millones de d¨®lares mientras se suced¨ªan la dictadura militar y los gobiernos de radicales y peronistas.

R. La responsabilidad primera est¨¢ siempre dentro. Yo no busco responsables afuera, aunque los haya por complicidad, porque sabemos c¨®mo era aplaudido en el exterior y celebrado como exitoso el modelo argentino de los a?os noventa, mientras algunos aprovechaban para hacer negocios fabulosos. Hay mucho de cultural en todo esto porque aqu¨ª persiste la idea de que todo lo que viene de fuera es bueno y eso debilita la capacidad de resistencia interna. ?se es un factor importante, despu¨¦s existe el factor pol¨ªtico por la debilidad de la democracia, el golpe militar que afect¨® a toda una generaci¨®n y los costes sociales que conllevan esas tragedias.

P. ?Cree usted que el modelo de la convertibilidad impuesto por Cavallo durante el Gobierno de Carlos Menem continu¨® y cerr¨® el ciclo iniciado por Jos¨¦ Alfredo Mart¨ªnez de Hoz, ministro de Econom¨ªa y ¨²nico miembro civil de la dictadura militar en los a?os 70?

R. S¨ª, claro, creo que hay una gran continuidad en esas pol¨ªticas econ¨®micas. Sobre los ¨²ltimos 27 a?os, hay 17 de modelo de atraso cambiario. Primero la llamada tablita y luego la convertibilidad. Si usted observa d¨®nde aumenta la deuda fenomenalmente es, precisamente, en esos dos periodos. Porque el modelo de atraso del tipo de cambio no es sostenible en el largo plazo, ni en t¨¦rminos fiscales ni en t¨¦rminos de balance de pagos. Y s¨®lo se sostiene por la v¨ªa del endeudamiento. Eso es lo que hace que en el exterior lo aplaudan, porque se hicieron negocios financieros mientras el pa¨ªs se endeudaba m¨¢s del 150% de su PIB.

P. ?Esa deuda est¨¢ definitivamente reestructurada? ?Qu¨¦ pasar¨¢ con los acreedores, un 14%, que no aceptaron canjear sus t¨ªtulos?

R. No hay ninguna alternativa. Argentina est¨¢ fuera de la suspensi¨®n de pagos, su deuda est¨¢ normalizada y el proceso est¨¢ concluido. Despu¨¦s habr¨¢, como hay siempre, gente que decide utilizar la v¨ªa legal como corresponde. Argentina va a respetar las reglas del juego y dir¨¢ su verdad tambi¨¦n en sede judicial. Inclusive, en algunos casos, quiz¨¢ actuemos nosotros como demandantes.

P. ?No puede reabrirse el canje para quienes no ingresaron?

R. Hay una ley que lo impide y, por otra parte, el propio prospecto aprobado por todas las comisiones de valores cuando se inici¨® el canje tiene cl¨¢usulas muy estrictas que hacen casi imposible esa reapertura. As¨ª es que s¨®lo queda la v¨ªa judicial para los que optaron por quedarse fuera.

P. ?El Fondo Monetario aprob¨® la reestructuraci¨®n?

R. Ellos har¨¢n sus an¨¢lisis ahora y despu¨¦s habr¨¢ una discusi¨®n sobre la continuidad de los programas. El comunicado del Fondo es muy expl¨ªcito sobre la recepci¨®n que ellos hicieron de la reestructuraci¨®n. Argentina s¨®lo le hab¨ªa pedido al FMI que no interviniera, salvo que estuviera dispuesto a poner dinero. En la medida en que el FMI no puso un d¨®lar, por el contrario Argentina es el ¨²nico de los grandes deudores que baj¨® su deuda con el Fondo entre 2002 y 2004, no ten¨ªan nada que decir. Rodrigo Rato y los otros directores fueron muy responsables porque ninguno hizo declaraciones que pudieran interferir en la renegociaci¨®n. Quedamos en hablar despu¨¦s de que se lograra la reestructuraci¨®n y por eso yo viaj¨¦ esta semana para retomar las conversaciones.

P. Adem¨¢s de la deuda p¨²blica, los vencimientos con los organismos multilaterales de cr¨¦dito suman este a?o 10.000 millones de d¨®lares que Argentina no puede pagar ni aunque destine todo su super¨¢vit a ello. ?Va a pedir al FMI que refinancie esas deudas?

R. Siempre fuimos claros en el sentido de que hay un solo bolsillo. En estos tres a?os lo usamos para pagarle a los organismos, por eso bajamos la deuda con el FMI y el Banco Mundial. Ahora hemos reestructurado la deuda y hay que cumplir tambi¨¦n ese compromiso. Argentina no va a pedir fondos frescos. No vamos a aumentar la deuda, pero s¨ª vamos a pedir que nos alarguen los plazos.

P. ?Qu¨¦ lecciones le deja esta experiencia?

R. Desde el punto de vista interno, lo fundamental es que un pa¨ªs endeudado como Argentina tiene que tener super¨¢vit fiscal de forma permanente. Otro punto clave es que Argentina tiene que leer la realidad internacional no por lo que salga en el Financial Times o The Wall Street Journal, sino con una mirada y un pensamiento propio. Precisamente, lo que nos permiti¨® salir de la situaci¨®n en que est¨¢bamos fue no aceptar las recetas que nos propon¨ªan, que hubieran profundizado la crisis.

P. ?Cu¨¢les son las medidas a tomar ahora?

R. Todas las que consoliden los indicadores que est¨¢n en el buen sentido porque nada justifica el cambio de pol¨ªticas. Mantenerse es m¨¢s dif¨ªcil que tener un resultado moment¨¢neo.

P. Uno de los temas pendientes es la revisi¨®n de los contratos de las empresas concesionarias de servicios p¨²blicos, muchas de ellas espa?olas. ?El Estado podr¨ªa rescindir los contratos de algunos servicios?

R. Es mejor esperar y dejar que estas negociaciones se desarrollen con tranquilidad.

P. ?Y qu¨¦ importancia le adjudica usted a la mediaci¨®n del presidente del Gobierno espa?ol, Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero?

R. Me parece muy importante y muy valiosa. Yo no s¨¦ si llamarla mediaci¨®n, porque no s¨¦ si ¨¦sa es su intenci¨®n. Pero en todo caso se trata de empresas que operan en sectores muy sensibles, que son los servicios p¨²blicos, y a su vez son empresas en las cu¨¢les los Estados nacionales de origen, en este caso Espa?a, mantienen alguna acci¨®n de oro u otros mecanismos, de manera que los gobiernos pueden ayudar a dar una visi¨®n estrat¨¦gica.