"Al ginec¨®logo vienen m¨¢s chicos con las chicas"
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Es lunes y la sala de espera de la consulta de la ginec¨®loga Isabel Serrano est¨¢ atestada de parejas j¨®venes. Es la rutina de cada semana en la sede del Centro Municipal de Salud Joven (calle de las Navas de Tolosa, 8), un servicio que el Ayuntamiento de Madrid puso en marcha a finales del a?o pasado y en el que ginec¨®logos, psic¨®logos, soci¨®logos y diverso personal sanitario atienden a menores de 20 a?os con un horario m¨¢s amplio que los servicios p¨²blicos de salud.
Los chicos aprovechan la primera tarde libre tras el fin de semana para acercarse al ¨²nico centro m¨¦dico p¨²blico de la capital que receta y distribuye gratuitamente la p¨ªldora del d¨ªa siguiente y que adem¨¢s abre los fines de semana y festivos. "Curiosamente es el d¨ªa que tenemos m¨¢s gente, porque el domingo s¨®lo abrimos por las ma?anas y los j¨®venes duermen hasta tarde. Los lunes vienen despu¨¦s del instituto", cuenta Isabel Serrano.
"Vienen embarazadas, con miedo, no al enfado de los padres, sino a hacerles da?o"
"Bien usada la 'p¨ªldora del d¨ªa siguiente' no tiene pr¨¢cticamente efectos secundarios"
"En los temas de sexo, igual que no hay que culpabilizar, tampoco hay que frivolizar"
El centro es hasta ahora su ¨²ltimo destino en una larga carrera -27 a?os- dedicada a ese ¨¢mbito que se denomina "planificaci¨®n familiar" y que, seg¨²n explica, incluye no s¨®lo la parte de la salud que tiene que ver con la maternidad, sino todo lo que gira en torno a la "salud sexual y reproductiva". Un concepto que matiza: "Esa denominaci¨®n significa un trabajo m¨¢s profundo de la sexualidad, desde la interrupci¨®n voluntaria del embarazo hasta la prevenci¨®n de enfermedades, como el c¨¢ncer, o incluso los temas de infertilidad o la capacidad de hacer un enfoque biol¨®gico, psicol¨®gico o social. Te cabe todo, incluso los hombres".
Precisamente es un ¨¢mbito que, en su opini¨®n, est¨¢ un poco descuidado por parte de los servicios sanitarios. "Hay una sobrecarga asistencial y todo esto no es prioritario. Depende del profesional que tengas enfrente. En teor¨ªa, cualquier ginec¨®logo tendr¨ªa la obligaci¨®n de escuchar a la persona y ver todos los enfoques que puedan darse. Si no tiene tiempo, no va a detectar que una mujer es v¨ªctima de malos tratos", apunta.
Desde la organizaci¨®n no gubernamental, Federaci¨®n de Planificaci¨®n Familiar, a la que tambi¨¦n pertenece Serrano, llevan a?os propugnando la creaci¨®n de centros especialmente destinados a la sexualidad y a la anti-concepci¨®n juvenil, con sus propias experiencias piloto. "Todo esto est¨¢ inventado. En otros pa¨ªses europeos ya se ven¨ªa haciendo hace mucho tiempo. Y confirma lo que dec¨ªamos: cuando tienes un centro s¨®lo para j¨®venes vienen, l¨®gicamente, en una proporci¨®n mayor, con much¨ªsima m¨¢s libertad y con much¨ªsimos m¨¢s problemas; no porque tengan m¨¢s, sino porque vienen y te los cuentan. La puerta de entrada es la sexualidad y la anticon-cepci¨®n, pero cuando empiezas a hablar, aqu¨ª detectamos muchas cosas m¨¢s", remarca.
Cuenta, por ejemplo, c¨®mo la incertidumbre de una adolescente sobre el funcionamiento de los anticonceptivos puede ocultar el deseo profundo de tener un hijo. "Incluso en condiciones personales en las que tenerlo ser¨ªa una locura", cuenta Serrano. "Hablan de anticoncepci¨®n, pero la rechazan, o la aplazan, porque dicen que les da miedo. Muchas chicas que han vivido toda la vida tuteladas por una instituci¨®n, que no han tenido familia, ni a nadie que las quisiera, tienen tal necesidad de cari?o que creen que tener un hijo es tener algo propio. Y se te ponen los pelos de punta, porque es probable que ese beb¨¦ tambi¨¦n acabe en una situaci¨®n de abandono y vaya a ser tutelado como ella".
Tambi¨¦n explica que es f¨¢cil detectar casos de maltrato, a partir de la falta de respeto en la pareja. "No un maltrato que pone en riesgo la vida, como en el caso de los adultos, pero s¨ª psicol¨®gico, en situaciones de un nivel cultural econ¨®mico bajo", apunta. "Aqu¨ª lo vemos. No s¨®lo yo, sino que los compa?eros de recepci¨®n lo notan. No tienen los datos de esa persona, pero luego me dicen: ¨¦ste, en la sala de espera, la trata a palos". Y recuerda el caso de un chico, cuya obsesi¨®n en la consulta era saber si ella hab¨ªa llegado virgen a la relaci¨®n. "Y yo le dec¨ªa: '?Y t¨²?'. Le echas la charla, pero yo considero que con los chicos la labor que podemos hacer en este sentido es menor. Si no empiezas de peque?os, a un chico ya en una relaci¨®n de pareja, con todos los tab¨²es de su infancia, es dif¨ªcil. Les cuentas, asienten, parece que te hacen caso, pero yo estoy convencida de que luego no cambian".
Sin embargo, esta situaci¨®n se da en una minor¨ªa de quienes acuden al centro. De hecho, es la situaci¨®n opuesta lo que m¨¢s ha sorprendido a la ginec¨®loga en los pocos meses de funcionamiento, pues abri¨® en enero. "Aqu¨ª, por ejemplo, vemos much¨ªsimos m¨¢s chicos que acompa?an a las chicas que en otro tipo de centros. Me sorprende ese trato m¨¢s igualitario, de responsabilidad, mucho m¨¢s de lo que creemos sobre los j¨®venes y de lo que se da en la poblaci¨®n adulta", dice.
Y contin¨²a. "Las chicas de hoy d¨ªa tienen, desde mi punto de vista, una posici¨®n de estar en su sitio mayor que la de anteriores generaciones. Y los chicos se preocupan mucho por estos temas. He vivido situaciones muy agradables, incluso de adolescente que por su apariencia est¨¦tica, porque pertenecen a pandillas, vienen de punkis, o de g¨®ticos, de apariencias m¨¢s radicales, y te da la sensaci¨®n de que van a ser m¨¢s fr¨ªvolos. Pero cuando los escuchas y los tratas con respeto, responden".
Una de las situaciones a las que se enfrenta en su trabajo es la de asesorar a muchachas sobre la interrupci¨®n del embarazo. Al centro llegan muchas chicas embarazadas, algunas con un test positivo que se han hecho en casa ellas solas; otras, con la duda de estarlo. "Nosotros les planteamos la conveniencia de que lo hablen en casa y, a priori, se ponen en contra", relata. "Vienen con mucho miedo, pero no por el enfado que puedan tener sus padres, sino por temor a hacerles da?o, con una posici¨®n muy maja y muy responsable".
Serrano asegura que ha tenido que hablar en estos pocos meses con cuatro o cinco madres, para explicar la situaci¨®n, aunque asegura que siempre advierte a sus hijas de que no va a ser ella quien les cuente que est¨¢n embarazadas.
"Trato de convencer a las chicas de que, aunque fuera posible abortar sin el consentimiento de los padres, que no lo es, es importante que compartan la experiencia con alguien muy cercano. Y compartirlo con el padre o la madre, desde el punto de vista de madurar, es importante", afirma, pues la joven toma una decisi¨®n sin vuelta atr¨¢s en un plazo corto.
Por eso est¨¢ a favor de recetar la p¨ªldora del d¨ªa siguiente -un medicamento que evita el embarazo y debe usarse en las 72 horas posteriores al coito sin protecci¨®n- para reducir los casos de embarazos entre j¨®venes. Hasta el punto de que asegura que la dar¨ªa, incluso si la Administraci¨®n no se lo permitiera a su centro. "Cuando se dieran las condiciones en la situaci¨®n que viva la chica, porque me apoya la Organizaci¨®n Mundial de la Salud", afirma. "Bien usado es un medicamento pr¨¢cticamente sin efectos secundarios".
Adem¨¢s, est¨¢ convencida de que la repetici¨®n en el uso de la p¨ªldora del d¨ªa siguiente no es tan alarmante como se ha llegado a decir. Y, en caso de que lo fuera, ella sostiene que no hay base para afirmar que es perjudicial para las j¨®venes. "No se han publicado estudios que lo aseguren, es un medicamento pr¨¢cticamente inocuo", dice, y hace suya la frase de un colega m¨¦dico que afirma que para una adolescente tiene m¨¢s efectos secundarios el embarazo.
Serrano subraya el profundo sufrimiento que la sexualidad puede causar a los j¨®venes, a veces por desconocimiento. "Igual que no hay que culpabilizar, tampoco hay que frivolizar, porque para ellos es muy importante".
ISABEL SERRANO
Isabel Serrano, de 52 a?os, es ginec¨®loga del Centro Municipal de Salud Joven del Ayuntamiento de Madrid. Pertenece a la junta directiva de la Federaci¨®n de Planificaci¨®n Familiar, que presidi¨® entre 1992 y 1996. Tambi¨¦n es una de los siete expertos que integran el Equipo Daphne sobre anticoncepci¨®n.
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