Rauschenberg extrae formas po¨¦ticas de la chatarra reciclada
El artista expone 27 esculturas pol¨ªticas y l¨²dicas en el IVAM
Se?ales desvencijadas, barras retorcidas, matr¨ªculas quebradas, bicicletas herrumbrosas, ventiladores aplastados, materiales de desecho que Robert Rauschenberg recicla para extraer formas po¨¦ticas, de contenido pol¨ªtico, ecologista y l¨²dico. De estos metales surgen las 27 esculturas del artista estadounidense que forman la exposici¨®n Gluts, inaugurada ayer en el IVAM con motivo del Premio Julio Gonz¨¢lez.
Rauschenberg (Port Arthur, Tejas, 1925) volvi¨® a fines de los ochenta a su tierra natal y comprob¨® los efectos econ¨®micos devastadores provocados por la saturaci¨®n (glut, en ingl¨¦s, t¨¦rmino que da nombre a la serie) del mercado del petr¨®leo. Se le qued¨® grabado en su retina el paisaje "de peque?as piezas de basura amontonada", explic¨® ayer Susan Davidson, comisaria de la exposici¨®n, junto a David White. Y empez¨® a recoger todos estos materiales, que denomin¨® "souvenirs sin nostalgia", que iba encontrando en Tejas, Florida, N¨¢poles o Z¨²rich, para convertirlos en esculturas y crear una de las series, entre 1986 y 1995, que le ha procurado mayor proyecci¨®n internacional.
Con su propuesta, el creador "alienta al p¨²blico para que conozca las posibilidades infinitas del arte y profundiza en su b¨²squeda de la poes¨ªa en las cosas de la vida cotidiana", explic¨® Davidson.
El propio artista se ha encargado de elegir las obras de la exposici¨®n, que se podr¨¢ ver hasta el 15 de mayo, para permitir apreciar un "formato escult¨®rico puro", a?adi¨® la comisaria. Rauschenberg no pudo asistir por problemas de salud a la inauguraci¨®n de la muestra ni a recoger el Premio Internacional Julio Gonz¨¢lez, que consta de la pieza Mujer con ¨¢nfora, cedida por la heredera del escultor catal¨¢n, Viviane Grimminger, seg¨²n coment¨® la directora del IVAM, Consuelo Ciscar.
Muchas de la esculturas se pueden tocar. Algunas se iluminan, tienen sonido o giran sobre s¨ª mismas. Los materiales son ensamblados, modificados por la mano del artista, que descontextualiza la obra para dotarla de nuevos significados.
En todas las piezas hay un componente de humor, de sorpresa, adem¨¢s de aludir a una devastaci¨®n. Rauschenberg asocia el arte con la vida y se le "puede definir como un artista pol¨ªticamente comprometido que en estos momentos no est¨¢ especialmente contento con la situaci¨®n ni con el Gobierno de su pa¨ªs", apunt¨® White, colaborador directo del artista, que ha cultivado la pintura, la escultura, la fotograf¨ªa, la performance, el collage, las nuevas tecnolog¨ªas. No en vano, se trata de uno de los artistas vivos m¨¢s importantes de la segunda mitad del siglo XX, a juicio de muchos cr¨ªticos.
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