Casi despedida del Madrid
El equipo de Maljkovic cae en Pesaro y queda pr¨¢cticamente eliminado
A 35 segundos para final del tiempo reglamentario (79-79). Bennett pierde un bal¨®n incompresible que otorga canasta al Scavolini. En el ¨²ltimo ataque, los ¨¢rbitros regalan una posesi¨®n al Madrid pues no ven que el bal¨®n da en la rodilla de Burke antes de salir. La jugada termina en dos tiros libres de Bennett que llevan a la prorroga. Cuando resta minuto y medio (85-88 para los blancos). Bennett falla un triple ganador. Y 30 segundos despu¨¦s (87-88) Hervelle no consigue anotar a menos de un metro del aro. A cinco segundos de la bocina (90-88) Bullock marra un triple sin oposici¨®n desde la esquina. La falta de la desesperaci¨®n otorga dos tiros libres a los italianos. Falla los dos, pero Charles Smith, un alero, roba el rebote ofensivo. Tama?o desprop¨®sito en tantas jugadas decisivas no pod¨ªa tener un final diferente: el Madrid, salvo milagro descomunal, est¨¢ fuera de la Euroliga. Castigo l¨®gico tras perder dos partidos en la prolongaci¨®n que deb¨ªa haber ganado.
SCAVOLINI 90 - REAL MADRID 88
Scavolini: C. Smith (19), J. Penn (7), M. Milic (12), T. Ress (7), R. Archibald (16), -equipo inicial-; H. Mottola (23), M. Malaventura (6), S. Gigena (0), G. Tomassini (0), A. Frosini (0) y A. Gjinaj (0).
Real Madrid: P. Burke (16), L. Bullock (17), E. Bennett (17), M. Gelabale (9), A. Hervelle (6), -equipo inicial-; M. Sonko (0), A. Bueno (10), A. Fotsis (6), M. Stojic (0), A. Herreros (7)
?rbitros: Radonjic, Pukl y Kokoulekidis. Eliminaron por faltas personales a Archibald (m.38) y Gelabale (m.41).
BPA Palas de Pesaro. Unos 10.000 espectadores.
1? CUARTO 21-17
2? CUARTO 18-26
3? CUARTO 18-18
4? CUARTO 24-20
PRORROGA 9-7
El dominio en las artes finales es lo que diferencia a los buenos equipos con aquellos llamados a llevarse alg¨²n t¨ªtulo a la boca. El Barcelona, por ejemplo, sac¨® petr¨®leo las dos ¨²ltimas temporadas al llevar esta disciplina a terrenos casi milagrosos. Por lo visto esta temporada con la suficiente frecuencia para sacar conclusiones fundamentadas, el Madrid carece de esta virtud en cantidad y calidad suficiente para asaltar grandes desaf¨ªos. Los partidos mal resueltos han dejado de ser una an¨¦cdota achacable a los avatares del juego para convertirse en una certeza descorazonadora para los intereses madridistas.
Cierto es que Maljkovic ha conformado un equipo interesante en sus posibilidades, bastante alejado en proyecci¨®n de futuro que sus anteriores versiones de a?os pasados, pero le falta aplicarse en una tarea que puede convertirse en una monta?a infranqueable si esta debilidad acaba interioriz¨¢ndose en los cerebros de sus jugadores. El caso m¨¢s llamativo es el de Bullock. Enorme talento, lleva una desafortunada racha en tiros decisivos que pone en duda su capacidad para hacerle acreedor a dicha responsabilidad. Y las segundas y terceras opciones tampoco han dado ning¨²n fruto.
Hay pocas excusas que laven la cara del fracaso. El Scavolini es un conjunto menor, donde resulta pieza importante Milic, exmadridista y uno de esos casos donde la naturaleza otorga un f¨ªsico portentoso a una cabeza defectuosa. Adem¨¢s, su gran estrella Smith estuvo desaparecido desde finales del primer tiempo. Pero el Madrid dej¨® que los secundarios se adue?aran del parqu¨¦ y Mottola y Archibald les hicieron un roto. Ninguna noticia que mitigue la decepci¨®n, ning¨²n rival en estado de ignici¨®n. Un equipo normal, con un comportamiento normal y que al final, por tus propios errores, te termina cavando la tumba.
Triste final para una andadura que deb¨ªa dar m¨¢s de s¨ª. Pero parece que es el sino de este club durante la presente temporada. Quedar eliminado por conjuntos que en ning¨²n momento demuestran ser superiores. Pero al menos saben hacer algo mejor: ganar los partidos.
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