Informes in¨²tiles y sociedades sin personal

La malversaci¨®n de caudales p¨²blicos, explica el fiscal en su escrito de acusaci¨®n, se orquest¨® a partir de un acuerdo entre Joan Cogul y el resto de acusados, a los que encarg¨® unos supuestos informes que "en realidad eran inexistentes". Las empresas beneficiarias eran o bien la academia de idiomas Bewerly, propiedad de la esposa de Cogul, o bien sociedades fantasma a las que se encargaron informes del sector tur¨ªstico, pero que "no ten¨ªan ning¨²n tipo de experiencia anterior", eran desconocidas en el sector y que no pose¨ªan infraestructura de material ni personal. Estas sociedades estaban administradas por los acusados.

Los encargos de estos trabajos se hicieron siempre de manera directa por Joan Cogul y escapando al control del ¨¢rea de administraci¨®n, pues en ning¨²n caso superaban el l¨ªmite que marca la ley de 30.000 euros para que se hayan de adjudicar por concurso.

Para justificar el pago se inform¨® de que se trataba de viajes de familiarizaci¨®n de periodistas extranjeros, prestaciones de servicios auxiliares en varias capitales europeas y elaboraci¨®n de estudios del sector. En realidad, esos estudios eran "una mera gu¨ªa tur¨ªstica como cualquiera de las que exist¨ªan en el mercado a disposici¨®n del p¨²blico en librer¨ªas", dice el fiscal. Ninguno de esos estudios tuvo utilidad y fueron archivados por Cogul.