"No quiero ceder a las amenazas de los terroristas"
Ayaan Hirsi Ali es muy guapa. Tiene grandes ojos negros, una trenza recogida le rodea el rostro ovalado. Alta, delgada, voz de seda, gesticula continuamente. El aspecto gentil contrasta con sus intenciones, parece obcecada por la voluntad de salvar a todas las musulmanas de la que define como la "jaula de las v¨ªrgenes". Es una mujer sola y acorralada. Vive en una localidad secreta, los guardaespaldas la siguen. Su condena a muerte fue anunciada en la carta que un joven fundamentalista dej¨® clavada en el cuerpo de Theo van Gogh, asesinado el pasado noviembre. "La pr¨®xima eres t¨²". "Sigo adelante porque Theo van Gogh lo habr¨ªa querido. Lo hago por ¨¦l, para vengar su asesinato y porque no quiero ceder a las amenazas de los terroristas", dice Hirsi Ali.
"Sigo adelante porque Van Gogh lo habr¨ªa querido, para vengar su asesinato. ?l dec¨ªa que hab¨ªa que hacer frente a los fundamentalistas"
"En nombre del islam se transmiten pr¨¢cticas crueles y terribles. En el islam la mujer es propiedad del hombre, padre o marido"
Ella era el verdadero objetivo. Junto con el bisnieto del pintor holand¨¦s, Hirsi Ali escribi¨® y realiz¨® Submission, una pel¨ªcula-denuncia sobre la violencia que las musulmanas sufren en nombre del islam. En las im¨¢genes, cinco mujeres desnudas se dirigen a Al¨¢ y relatan abusos sexuales cometidos por maridos, padres, hermanos. En la piel tienen tatuadas unas aleyas. Aquellos 11 minutos "blasfemos" costaron la vida a Theo van Gogh y provocaron una fetua en contra de la guionista. "Mientras est¨¦ viva -contesta- seguir¨¦ diciendo lo que pienso. Ya tengo lista la nueva pel¨ªcula, Submission, segunda parte. Esta vez hablar¨¦ de la opresi¨®n que la religi¨®n produce al individuo".
Huye desde que era ni?a. Su padre tuvo que escapar de Somalia durante el r¨¦gimen de Siad Barre. Creci¨® en el exilio, entre Etiop¨ªa, Arabia Saud¨ª y Kenia. A los 22 a?os huy¨® otra vez, tras negarse a casarse con un desconocido al que la hab¨ªan prometido. Holanda la adopt¨®: estudi¨® y trabaj¨® como int¨¦rprete. Luego, la llegada a la pol¨ªtica: primero en el partido social-democr¨¢ta, ahora en el liberal. El pasado 14 de marzo recibi¨® el Premio a la Tolerancia de la Comunidad de Madrid.
Encontrarla es una carrera de obst¨¢culos. Un ej¨¦rcito de asistentes y secretarias filtra cualquier petici¨®n; ella se siente segura s¨®lo en el Parlamento. Recibe en un cuartito vac¨ªo. Despu¨¦s de ser cacheado, uno se puede acercar, dejando fuera el bolso y el gorro.
Pregunta. El asesino de Theo van Gogh est¨¢ en prisi¨®n. Pero la polic¨ªa ha detenido a otras personas sospechosas de querer asesinarla. ?C¨®mo afronta el miedo?
Respuesta. Convivo con ¨¦l, y punto. El 2 de noviembre mi vida cambi¨®. Ha sido muy dif¨ªcil adaptarme a las r¨ªgidas medidas de seguridad, llegu¨¦ a tener que vivir en una base militar.
P. Pero quiere seguir adelante.
R. Claro. Nunca podr¨ªa retroceder ante las intimidaciones.
P. Y est¨¢ preparando una nueva pel¨ªcula que alimentar¨¢ nuevas pol¨¦micas. Algunos destacados islamistas ya han presentado un recurso en el tribunal para bloquearla.
R. El recurso ya est¨¢ rechazado. Expresar opiniones con im¨¢genes y palabras, afortunadamente es l¨ªcito.
P. Usted admitir¨¢ que expresa opiniones bastante radicales. Cito una: "El islam es una religi¨®n mis¨®gina".
R. Reconozco que hay aspectos positivos en nuestra religi¨®n, como la piedad y la solidaridad. Pero en lo que concierne a las mujeres, en nombre del islam se transmiten pr¨¢cticas crueles y terribles. En el islam la mujer es propiedad del hombre, padre o marido: tiene que llegar virgen al matrimonio, crece segregada en casa, no se le permite ir al colegio. Una vez casada, si es violada o maltratada no tiene ninguna escapatoria.
P. Seg¨²n su punto de vista, "el profeta Mahoma fue un pervertido".
R. Si un hombre hoy se casa con una ni?a de nueve a?os va a la c¨¢rcel. Eso hizo el Profeta en el siglo VII. Quiero s¨®lo que se entienda que no se puede buscar en aquella existencia de una ¨¦poca premoderna un modelo de vida para la sociedad actual.
P. ?Qui¨¦n ser¨¢ el director de su pr¨®xima pel¨ªcula?
R. No puedo revelarlo. Ser¨¢ an¨®nimo, como todo el reparto. El ¨²nico nombre que vais a leer ser¨¢ siempre y s¨®lo el m¨ªo.
P. ?Cu¨¢ndo conoci¨® al director Theo van Gogh?
R. Una noche en una cena con amigos, en mayo de 2003. Un a?o despu¨¦s me llam¨® al m¨®vil. Yo estaba en Nueva York. "Ayaan, tenemos que hacer algo juntos en contra de estos fundamentalistas", me dijo. Se hab¨ªa enfadado viendo a un predicador en la tele. "Cuando vuelva a Holanda te llamo". As¨ª empez¨® Submission.
P. ?Se ha arrepentido en alg¨²n momento de haber escrito esa pel¨ªcula?
R. Tengo mucho sentimiento de culpa. ?Qui¨¦n no los tendr¨ªa? Theo fue asesinado de una forma horrenda, siempre llevar¨¦ conmigo esta carga.
P. El 2 de noviembre cambi¨® tambi¨¦n la vida de la pac¨ªfica y tolerante Holanda
R. Seamos claros. Nuestro pa¨ªs es y ser¨¢ un gran pa¨ªs democr¨¢tico. S¨®lo hemos perdido la inocencia. Nos dimos cuenta de que la integraci¨®n de culturas diferentes de la occidental tiene un coste.
P. Ha pedido medidas estrictas para que se respeten los derechos humanos en la comunidad musulmana.
R. No tengo nada en contra de la religi¨®n como fuente de consolaci¨®n. Pero rechazo la religi¨®n como modelo de vida.
P. ?No teme que sus argumentos conduzcan a una deriva islam¨®foba?
R. Pido s¨®lo al mundo musulm¨¢n que haga un poco de autocr¨ªtica. Tambi¨¦n en la Biblia o en el Talmud hay textos desfavorables para la mujer, pero cristianos y jud¨ªos han podido criticarlos.
P. ?Por qu¨¦ abandon¨® el partido socialdem¨®crata?
R. No soportaba el relativismo cultural de algunos progresistas laicos que quieren poner a todos en el mismo nivel.
P. Es un principio de tolerancia.
R. S¨®lo si se destierran todas las formas de intolerancia. Preguntad a las musulmanas maltratadas qu¨¦ prefieren.
P. Algunas mujeres en Occidente eligen libremente llevar el velo para honrar a su fe.
R. Si deciden en libertad, est¨¢ bien. Pero hay miles de mujeres que no tienen elecci¨®n.
P. Usted lucha en particular en contra de la mutilaci¨®n genital, de la que ha sido v¨ªctima.
R. Mi padre estaba en contra. Mi abuela nos circuncid¨® a m¨ª y a mi hermana a escondidas. Es una tradici¨®n que no tiene nada que ver con el Cor¨¢n, pero si las m¨¢ximas autoridades religiosas se posicionaran verdaderamente en contra, entonces la extirpaci¨®n del cl¨ªtoris desaparecer¨ªa.
P. ?Por qu¨¦ abandon¨® su religi¨®n?
R. Fue el 11 de septiembre de 2001, viendo aquellas im¨¢genes. O¨ª la proclama de Bin Laden. Y pens¨¦: "?No es posible!". Fui a por el Cor¨¢n, Bin Laden citaba verdaderamente las aleyas de nuestro texto sacro. El rechazo fue natural.
P. ?No cree que pueda haber un islam moderado?
R. Las sociedades isl¨¢micas tienen que enfrentarse a los mismos problemas que la cristiandad antes de la Ilustraci¨®n. Mi esperanza est¨¢ sobre todo en los 15 millones de musulmanes que viven en Occidente; entre ellos podr¨ªa estar un Voltaire isl¨¢mico.
P. ?Piensa en tener antes o despu¨¦s una familia? ?Vive sola?
R. Vivo la vida d¨ªa a d¨ªa, no me hago demasiadas preguntas sobre el futuro. Si lo pensara me deprimir¨ªa y, francamente, en este momento prefiero estar m¨¢ enfadada que deprimida.
La Repubblica / EL PA?S.
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