Las constructoras catalanas lograron menos obras p¨²blicas en 2004 que en ¨¦poca de CiU
Las facturas de los trabajos encargados por GISA tienen una desviaci¨®n al alza del 6,89%
Comapa es una constructora catalana que ocupa el puesto 115? por facturaci¨®n entre todas las espa?olas. Pero en la ¨¦poca de CiU sus contratos con el Gobierno catal¨¢n sumaban el 4,62% del total, lo que la convert¨ªa en la novena empresa adjudicataria del Ejecutivo auton¨®mico. Eso fue hasta 2003. En 2004, pas¨® del puesto noveno al vigesimosegundo. En la misma l¨ªnea, pierden peso Copisa, Copcisa y, en general, las empresas catalanas, mientras que las grandes constructoras espa?olas (Obrasc¨®n, Necso y ACS) ganan posiciones. El sector ya ha expresado su preocupaci¨®n por ello.
Ramon Serra, presidente dimisionario de la empresa p¨²blica GISA, que gestiona y licita la mayor parte de la obra p¨²blica del Gobierno catal¨¢n, reconoci¨® hace unos d¨ªas en el Parlamento de Catalu?a que los constructores se hab¨ªan quejado por un cambio en el sistema de contrataci¨®n que ha tenido una consecuencia clara: las empresas catalanas consiguen menos obras que antes.
Serra revel¨® a los diputados que los constructores entienden que el Gobierno catal¨¢n deber¨ªa apoyar a las empresas locales ya que eso es lo que hacen, afirman esos empresarios, el resto de las comunidades aut¨®nomas. El problema es que tener la sede en la comunidad aut¨®noma convocante de un concurso no es un m¨¦rito que figure en el pliego de cl¨¢usulas, de modo que es irregular tenerlo en cuenta.
Que CiU lo hac¨ªa est¨¢ fuera de duda. El ex consejero de Obras P¨²blicas Felip Puig lo reconoci¨® el pasado mi¨¦rcoles tras su comparecencia ante la comisi¨®n parlamentaria que investiga el hundimiento del Carmel y las posibles irregularidades en la concesi¨®n de obras.
Los datos muestran, sin embargo, que algo ha cambiado. En la ¨¦poca de CiU, la capacidad del Ejecutivo para decidir qu¨¦ empresa se llevaba el concurso era enorme ya que las ofertas que se separaran m¨¢s del 1% de la media por arriba o por abajo quedaban casi excluidas. De modo que los aspectos t¨¦cnicos, en los que la valoraci¨®n es m¨¢s discrecional, puntuaban al m¨¢ximo. El sistema actual admite variaciones de hasta el 5% respecto a la oferta media, de modo que ampl¨ªa el n¨²mero de empresas con posibilidades de ganar y da mayor peso a la oferta econ¨®mica.
El resultado es que una empresa como ACS, que con los gobiernos de CiU pr¨¢cticamente no obten¨ªa ning¨²n concurso, ha pasado a convertirse en la d¨¦cima, con el 2,53% de las obras adjudicadas. Obrasc¨®n (OHL), otra de las grandes constructoras espa?olas, tambi¨¦n aumenta su presencia en Catalu?a.
En paralelo, pierden presencia las estrictamente catalanas: Copcisa, Copisa, Comapa, Rubau y Sorigu¨¦. Salvo Copcisa, que hace unos a?os acometi¨® un proceso de diversificaci¨®n que la ha llevado a ganar diversos concursos en el resto de Espa?a, las otras empresas forman parte de las estrictamente habituales en los concursos de la Generalitat. El caso m¨¢s llamativo es el de Scrinser, perteneciente al grupo Sacyr, que en los a?os anteriores casi no aparec¨ªa y en 2004 pas¨® a convertirse en la cuarta y a hacerse con el 5,69% de las obras licitadas por GISA.
Inspecci¨®n exhaustiva
La empresa p¨²blica catalana, en el ojo del hurac¨¢n ya que era la que adjudic¨® y supervisaba las obras del t¨²nel hundido en el barrio barcelon¨¦s del Carmel, est¨¢ siendo analizada en todos sus extremos. Hay uno en el que, no obstante, sale bien parada. Mientras que la firma Adigsa tiene desviaciones de coste que superan el 8% (y rondan el 20% si se tienen en cuenta s¨®lo las obras con desv¨ªo presupuestario), las de GISA son claramente inferiores y se sit¨²an en el 6,89%.
Ese porcentaje ha ca¨ªdo ligeramente. En 2003 fue del 6,93%, pero ese a?o se hab¨ªa disparado desde el 4,09% de 2002. La explicaci¨®n para estos aumentos es el notable incremento de actuaciones de esta empresa, que pas¨® de adjudicar obras por una media de 350 millones hasta 2000 a multiplicar casi por siete esa misma cifra en 2003, sin que a la vez se adecuaran sus estructuras de control sobre las empresas que realizaban los trabajos.
La empresas catalanas beneficiadas en los concursos de la ¨¦poca de CiU se sit¨²an en la banda alta en las desviaciones al alza en el periodo 2001-2004: Comsa, en el 5,3%; Teyco, en el 6,3%; Copisa, en el 4%. Dragados, en cambio, s¨®lo tuvo una desviaci¨®n del 0,4%.
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