Y¨²shenko afronta sus primeros desaf¨ªos
El l¨ªder de Ucrania tendr¨¢ que decidir si ajusta cuentas con su predecesor o pasa p¨¢gina
El futuro del ex presidente Leonid Kuchma y el de las empresas privatizadas durante su mandato son dos de los primeros desaf¨ªos que la l¨®gica de la Revoluci¨®n naranja ha puesto hoy ante el presidente V¨ªktor Y¨²shenko y la primera ministra Yulia Timoshenko. El t¨¢ndem, llegado al poder con la promesa de luchar contra la corrupci¨®n, muestra voluntad de cambio, pero no se ha adentrado a¨²n en una pol¨ªtica de reformas estructurales. La poblaci¨®n conf¨ªa en ellos y, curiosamente, la popularidad de Timoshenko crece m¨¢s r¨¢pido que la de Y¨²shenko. En febrero, un 48% de los ciudadanos apoyaban al presidente (frente a un 20% hace un a?o) y un 42% respaldaban a la primera ministra (frente a un 9% en marzo de 2004).
La venta de empresas p¨²blicas hecha por el anterior Gobierno est¨¢ sometida a revisi¨®n
?Ser¨¢ juzgado el ex presidente Kuchma por su presunta implicaci¨®n en un asesinato?
?Ser¨¢ juzgado el anterior jefe del Estado por corrupci¨®n y por sus supuestas implicaciones en el asesinato y decapitaci¨®n del periodista Grigori Gongadze en 2000? Un sondeo del centro Razumkov indica que m¨¢s del 64% de los ucranios tienen una actitud negativa ante Kuchma y un 35,5% consideran que debe comparecer ante el juez, mientras un 44,9% no es partidario de pedirle responsabilidades.
Las ¨¦lites est¨¢n divididas. El soci¨®logo Dmytro Vydrin, pr¨®ximo a Timoshenko, cree que hay que juzgar al ex presidente, pero medios cercanos a Y¨²shenko, que prefieren el anonimato, aconsejan pasar p¨¢gina, a menos de que hubiera pruebas concluyentes. Algunos dirigentes, se?alan, tienen deseos de revancha por las humillaciones. En tiempos de Kuchma, Timoshenko fue enviada a la c¨¢rcel.
Con la llegada al poder de Y¨²shenko se ha reabierto el caso Gongadze, y dos personas, hoy detenidas, han sido acusadas de implicaci¨®n en el crimen. Sin embargo, han desaparecido figuras que podr¨ªan ser clave. A principios de marzo, antes de prestar declaraci¨®n ante la fiscal¨ªa, el ex ministro del Interior Yuri Kravchenko se suicid¨® de una extra?a manera, dispar¨¢ndose un tiro en la mand¨ªbula, que le destroz¨® la cara, y remat¨¢ndose con otro en la sien.
Por su parte, el ex jefe del departamento de espionaje del Ministerio del Interior, Aleks¨¦i Pukach, se ha dado a la fuga. Kravchenko es el segundo ministro de Kuchma que se suicida en pocos meses. A fines de diciembre lo hizo Guiorgi Kirpa, el titular de Transportes, quien en v¨ªsperas de su muerte hab¨ªa pedido visado para ¨¦l y toda su familia a un pa¨ªs de la UE.
Desde EE UU, Nikol¨¢i Melnichenko, un antiguo oficial del servicio de seguridad de Kuchma, amenaza con unas acusadoras grabaciones, realizadas en el despacho presidencial. El magnate ruso Bor¨ªs Berezovski, que protege a Melnichenko, ha dicho que las cintas han sido descifradas con su ayuda financiera. El oligarca, que fue obligado a exiliarse de Rusia por el presidente Vlad¨ªmir Putin, ha anunciado que viajar¨¢ a Kiev para establecer all¨ª una base de actividad econ¨®mica y pol¨ªtica.
Las cintas de Melnichenko (varios centenares de horas) no se limitan al caso Gongadze, sino que contienen tambi¨¦n informaci¨®n sobre otros asuntos y personas. Medios ucranios y de la UE en Kiev, que prefieren no ser identificados, sospechan que los servicios secretos norteamericanos podr¨ªan haber utilizado informaci¨®n grabada por Melnichenko para presionar a Kuchma. Berezovski dijo haber o¨ªdo varias grabaciones "relacionadas con el presidente Putin".
El inter¨¦s por las grabaciones tiene que ver tambi¨¦n con los comicios de 2006, ante los cuales toman posiciones ya los l¨ªderes de la Revoluci¨®n naranja. Las eventuales implicaciones en los asuntos de Kuchma de unos pol¨ªticos, como el jefe del Parlamento, Vlad¨ªmir Litvin, que fue jefe de la Administraci¨®n presidencial, podr¨ªa beneficiar a otras figuras, como el l¨ªder de los socialistas, Olexandr Moroz, se?alan analistas en Kiev.
La revisi¨®n de las privatizaciones de las empresas del Estado, el otro tema impuesto por la l¨®gica revolucionaria, tiene su caso ejemplar en los altos hornos de Krivorozhstal, vendidos en 2004 a precio de saldo a V¨ªktor Pinchuk, el yerno de Kuchma, y el oligarca Rinat Ajm¨¦tov. El Gobierno acudi¨® a los tribunales para revisar esta venta, pero la iniciativa origin¨® una reacci¨®n en cadena imprevista. Alentados por la nueva pol¨ªtica, otros ciudadanos que se creyeron perjudicados por las privatizaciones comenzaron tambi¨¦n a recurrir a los juzgados. Alarmado por este proceso espont¨¢neo, el Gobierno ha decidido cambiar de t¨¢ctica y cerrar las transacciones dudosas mediante el cobro de sumas complementarias a quienes no pagaron los precios reales en su d¨ªa.
Krivorozhstal ser¨¢ objeto de un trato particular, aunque nadie sabe c¨®mo acabar¨¢ el pleito legal en marcha. Pinchuk ha indicado que piensa continuar el combate en los juzgados y tiene hoy a su servicio al letrado que defendi¨® a Y¨²shenko en el Tribunal Constitucional, cuando ¨¦ste abord¨® la falsificaci¨®n electoral. En Ucrania tal cosa es una se?al, seg¨²n Alexandr Pasj¨¢ver, consejero econ¨®mico del presidente ucranio. La reprivatizaci¨®n puede ser un arma atractiva con vistas a los comicios parlamentarios de 2006. "El 70% de los ucranios aprueba las reprivatizaciones, pero la econom¨ªa reacciona negativamente ante ellas", se?ala Pasj¨¢ver.
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