"Conseguir¨¢n que el pr¨®ximo paciente muera con dolor"
Un m¨¦dico de urgencias explica: "Sedar no es agradable, pero no se puede mirar a otro lado cuando hay un enfermo terminal gritando"
Miguel ?ngel L¨®pez es uno de los m¨¦dicos de urgencias del hospital Severo Ochoa de Legan¨¦s y una de las personas m¨¢s dolidas con las cr¨ªticas al servicio y sus consecuencias. "Me han comentado las enfermeras que desde la semana pasada hay compa?eros que se lo piensan mucho antes de sedar a un enfermo terminal. Con estas denuncias e inspecciones van a conseguir que el pr¨®ximo paciente muera con dolor, y eso es terrible", sentencia.
L¨®pez critica las anomal¨ªas denunciadas por la Consejer¨ªa de Madrid: "Dicen que han encontrado irregularidades administrativas. ?Eso qu¨¦ es? Puede que falten datos en alguna historia cl¨ªnica. Pues claro. Eso ocurre en todos los servicios, y m¨¢s en urgencias. Llevo siete a?os aqu¨ª y cada vez escribo menos porque cada vez hay m¨¢s pacientes. Si lo prefieren puedo escribir durante una hora sobre cada paciente, pero entonces dejo de atender a la gente. En la historia anoto lo importante y a veces, a las cuatro de la ma?ana me equivoco y pongo que son las cuatro de la tarde. Eso tambi¨¦n es una irregularidad. Despu¨¦s de mirar con lupa todo el servicio no han encontrado mala praxis en la sedaci¨®n porque no la hay".
L¨®pez, de 41 a?os, es uno de los 14 m¨¦dicos con plaza en urgencias, donde adem¨¢s hay medio centenar de residentes. Arremete contra las auditor¨ªas: "No veo que digan c¨®mo hemos acompa?ado a los enfermos en la muerte; c¨®mo les cog¨ªamos la mano; c¨®mo apoy¨¢bamos a los familiares en el llanto, y c¨®mo rez¨¢bamos con ellos si era necesario aunque no fu¨¦semos creyentes. Yo les he cogido la mano. Yo he rezado con la familia. Eso tampoco est¨¢ en el protocolo. Puede que sea irregular y que no podamos hacerlo. Esto es injusto. Lamela se ha equivocado".
En ese momento, a L¨®pez se le quiebra la voz y le cuesta seguir a trav¨¦s del tel¨¦fono: "Sedar no es agradable pero no se puede mirar a otro lado cuando hay un enfermo terminal gritando de dolor y cuando sus familiares te piden que hagas algo. Si en urgencias hay dos habitaciones especiales para los enfermos terminales es para mejorar la atenci¨®n y que puedan estar en un cuarto con su familia. Antes se mor¨ªan en los pasillos, era inhumano, y el doctor Montes [el coordinador de urgencias que ha sido relevado] pidi¨® que se crearan las habitaciones para que los enfermos terminales tengan una muerte digna, algo que no se le puede negar a nadie. Si no suben a planta es porque no hay suficientes camas en la unidad de Cuidados Paliativos, no porque los retengamos en urgencias porque nos guste tener a enfermos terminales. No tenemos la culpa de que la principal v¨ªa de entrada al hospital sean las urgencias".
El m¨¦dico, que se define como defensor de la sanidad p¨²blica, est¨¢ especialmente sorprendido de que los auditores de la Comunidad de Madrid hayan concluido su informe en una semana, sobre todo porque en 2003 una auditor¨ªa similar se demor¨® tres meses: "En 2003 hablaron con todos los m¨¦dicos, enfermeras y celadores. Miraron todo con lupa, nos preguntaron y estuvieron meses. Concluyeron que no hab¨ªa ninguna mala pr¨¢ctica pero que anot¨¢bamos poco. Hicimos un protocolo con sus recomendaciones y una comisi¨®n del hospital ha analizado todas las sedaciones desde entonces sin encontrar nada. Esta vez no han hablado con nadie".
L¨®pez resalta que ning¨²n familiar se ha quejado: "Puede que hayamos escrito poco, pero hemos hablado mucho con ellos. No ha habido protestas y dudo de que las haya. Siempre les inform¨¢bamos y, a veces, aunque no hab¨ªa sido el mejor d¨ªa de su vida, nos lo agradec¨ªan".
Sobre la acusaci¨®n de utilizar dosis excesivas en la sedaci¨®n, el m¨¦dico niega la mayor: "Todo el que entiende algo de esto sabe que no hay dosis m¨¢xima. Hay que poner la que haga falta. He tenido a pacientes que llevaban una semana en su casa gritando con un c¨¢ncer extendido y que tomaban mucha morfina. Los familiares los han tra¨ªdo a urgencias y les hemos puesto dosis altas de morfina y tranxilium sin que les hiciera efecto. La cantidad depende de cada paciente. Hay que administrar la que necesiten para que est¨¦n tranquilos".
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