Pasionaria, camarada y se?ora
Cuando el sobrenombre de una mujer se utiliza para definir a dirigentes pol¨ªticas en los lugares m¨¢s remotos del mundo y en ¨¦pocas distintas, no cabe duda de que se ha convertido en un mito. Modelo de lucha contra el fascismo durante la Guerra Civil, Dolores Ib¨¢rruri (Gallarta, Vizcaya, 1895-Madrid, 1989) represent¨® la irrupci¨®n de las mujeres en el primer plano de la pol¨ªtica, y su protagonismo en el movimiento comunista internacional abarc¨® desde los a?os treinta hasta la invasi¨®n de Praga por los tanques rusos en 1968. Este papel estelar durante d¨¦cadas cobra mayor importancia si advertimos que la Pasionaria fue hija y esposa de mineros, s¨®lo pudo cursar la ense?anza primaria y fue en realidad una autodidacta que se form¨® con la lectura.
LA MUJER Y EL MITO. PASIONARIA
Juan Avil¨¦s
Plaza & Jan¨¦s. Barcelona, 2005
303 p¨¢ginas. 19 euros
De cualquier modo, la trayectoria de Dolores Ib¨¢rruri no podr¨ªa comprenderse sin las ¨¦pocas hist¨®ricas que le toc¨® vivir. Desde la oposici¨®n a la dictadura de Primo de Rivera y la ayuda a los obreros en la revoluci¨®n de Asturias, la Pasionaria obtuvo un esca?o en las elecciones que gan¨® el Frente Popular en febrero de 1936. A partir de la sublevaci¨®n militar de julio de aquel a?o, el aumento de la influencia de los comunistas en la pol¨ªtica espa?ola debi¨® mucho a esta mujer austera, permanentemente vestida de negro y con el pelo recogido en un mo?o. Su consigna de "no pasar¨¢n", durante el asedio de Madrid por los franquistas, o su arenga de que m¨¢s val¨ªa "morir de pie que vivir de rodillas" se convirtieron en una filosof¨ªa que inspir¨® la lucha de millones de republicanos. La derrota en la Guerra Civil y el camino del exilio en la Uni¨®n Sovi¨¦tica comenzaron a eclipsar la figura de Pasionaria que, sin embargo, ejerci¨® como secretaria general del PCE hasta 1960. El regreso del destierro de una ya octogenaria Dolores signific¨® en 1977 el certificado de la reconciliaci¨®n nacional.
Juan Avil¨¦s, catedr¨¢tico de
Historia Contempor¨¢nea de la UNED, es un experto en la II Rep¨²blica, la Guerra Civil y los comunistas espa?oles y, a partir de ese bagaje, ha escrito una biograf¨ªa rigurosa y al mismo tiempo asequible para todos los p¨²blicos. Como no pod¨ªa ser de otro modo, Avil¨¦s ha dedicado amplios espacios a seguir las peripecias de su biografiada por el comunismo espa?ol e internacional. As¨ª nos refleja el autor las luces y las sombras de una mujer que fue bander¨ªn de enganche contra la barbarie fascista, pero que disculp¨® los cr¨ªmenes del estalinismo; que se mantuvo fiel a su origen de clase, pero que utiliz¨® los privilegios en la URSS.
Junto al mito, la mujer de carne y hueso desfila m¨¢s en un segundo plano por el libro. Su matrimonio con un minero del que estaba separada de hecho, aunque nunca se divorciara; su relaci¨®n de amante con Francisco Ant¨®n, un joven dirigente del PCE; o la huella que le dejaron las muertes de sus hijos hubieran requerido quiz¨¢ m¨¢s atenci¨®n. No obstante, el celo con el que mujeres como la Pasionaria protegieron su vida privada convierte en una tarea m¨¢s f¨¢cil rastrear en los archivos hist¨®ricos que en las entretelas de amores, tristezas y alegr¨ªas.

Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.