El circo, una magn¨ªfica y m¨¢gica cotidianidad
Las dos fotograf¨ªas son en blanco y negro y pueden verse estos d¨ªas en Barcelona en sendas exposiciones que no deben dejar de visitarse. La primera la contemplo en Par¨ªs y los surrealistas (Centro de Cultura Contempor¨¢nea de Barcelona, hasta el pr¨®ximo 22 de mayo) y la firma Brassa?, el fot¨®grafo h¨²ngaro que reflej¨® como pocos la nocturnidad de la vida parisiense. Captada bajo la carpa del m¨ªtico circo Medrano, la imagen fija sobre el papel, con una precisi¨®n de mago, la huidiza presencia de dos acr¨®batas suspendidos en el aire en pleno ejercicio. La segunda lleva pocos d¨ªas colgada en el Espai Miserachs del Palau de la Virreina y forma parte de la extraordinaria exposici¨®n Eugeni Forcano. Fotografies, 1960-1996 (tambi¨¦n hasta el pr¨®ximo 22 de mayo). Est¨¢ fechada en 1963 y en ella puede verse a un clown enano de mirada ausente, ataviado con un deshilachado traje de arlequ¨ªn rematado por unos zapatones ingobernables. La fotograf¨ªa, dominada por miradas silenciosas que lo dicen todo, la hizo Forcano en la plaza de toros de Las Arenas, uno de los espacios de Barcelona donde hist¨®ricamente ha podido verse circo. Ambas im¨¢genes me evocan recuerdos y me hacen pensar en lo que Sebasti¨¤ Gasch defini¨® como "imperio de la verdad" y Joan Brossa como "espect¨¢culo sin peluca". En el circo y, claro, en Barcelona.
El ¨¦xito de Cirque du Soleil demuestra que en Barcelona existe un p¨²blico. Un p¨²blico y, a?ado, un pulm¨®n circense que es de justicia reivindicar
Las secciones de Cultura y Espect¨¢culos de los peri¨®dicos ceden estos d¨ªas, generosas, parte de su espacio al arte circense. Cirque du Soleil ha vuelto a instalar su carpa en Barcelona y, como ya ha pasado con las anteriores visitas de esta compa?¨ªa, su presencia ha hecho que se hable, y mucho, de circo. La renovada concepci¨®n del espect¨¢culo circense de la compa?¨ªa de Quebec es responsable de que esta ciudad se vuelque con este espect¨¢culo de espect¨¢culos. Sin embargo, conviene recordar que en la ciudad de Barcelona existe un sector gracias a cuyo esfuerzo, en ocasiones tit¨¢nico, podemos presumir de tradici¨®n circense. Un sector que, una vez desmontada del barrio de la Barceloneta la poderosa carpa del Grand Chapiteau, seguir¨¢ trabajando para y por el circo.
La tradici¨®n barcelonesa y catalana del circo, lo dijimos hace ya algunos a?os en El Llibre Blanc de la cultura a Catalunya (Edicions 62), ha sido importante a lo largo del pasado siglo no s¨®lo por la existencia de artistas y espect¨¢culos de gran calidad, sino tambi¨¦n porque sus t¨¦cnicas y procedimientos est¨¢n en la base de la concepci¨®n teatral de algunas de las compa?¨ªas catalanas de mayor proyecci¨®n internacional.
Con todo, esta actividad ha estado, hasta no hace mucho, confinada a un cierto amateurismo y la especializaci¨®n infantil. El ¨¦xito de Cirque du Soleil demuestra que en Barcelona existe un p¨²blico. Un p¨²blico y, a?ado, un pulm¨®n circense que es de justicia reivindicar.
En el distrito de Nou Barris laten tres equipamientos de primer orden: el Ateneo, la escuela de circo Rogelio Rivel y la biblioteca de Nou Barris, con un fondo especializado que la convierten en un verdadero centro de documentaci¨®n circense.
A este pulm¨®n pueden a?adirse dos centros m¨¢s de Barcelona: el gimnasio Atenea en la plaza de Espanya, donde se imparten clases de trapecio, y la escuela de payasos El Timbal, de Portaferrissa.
El pasado 20 de diciembre se constituy¨® formalmente la Associaci¨® de Professionals de Circ de Catalunya (APCC), que agrupa a unos 60 profesionales del sector. Naci¨® en el marco de las Jornades sobre Circ a Catalunya Memorial Joan Armengol, organizadas semanas antes en el Ateneo de Nou Barris con el prop¨®sito de debatir sobre el sector y sus problemas actuales.
Tuve la oportunidad de clausurarlas y de escuchar su objetivo fundacional: reunir a los diferentes sectores del circo con el prop¨®sito de fomentar, divulgar y normalizar este arte esc¨¦nico en todas sus modalidades. Sigo desde entonces con inter¨¦s su trabajo, el de un sector inquieto por su futuro, que pasa por la formaci¨®n, la creaci¨®n, la producci¨®n, la difusi¨®n y, sobre todo, los circuitos que abarquen todo el territorio catal¨¢n y den continuidad al trabajo. Sin duda, un trabajo tit¨¢nico.
La base, lo m¨¢s importante y sobre lo que debe contruirse, existe. ?ste es un pa¨ªs f¨¦rtil en creadores, compa?¨ªas y artistas. Para que el sector deje de estar en precario y pueda contar, por ejemplo, con una programaci¨®n estable todos debemos implicarnos: la Administraci¨®n, apoyando decididamente el circo; los promotores, confiando en el trabajo de los creadores y exhibi¨¦ndolo en las mejores condiciones; los ciudadanos, acerc¨¢ndose a los teatros para ver la creaci¨®n local. S¨®lo as¨ª, s¨®lo entre todos, podemos elevar al circo al escenario que le corresponde. Elevarlo y contemplar c¨®mo esconde, tambi¨¦n, algunos cirques du soleil que merecen ser tenidos en cuenta.
En nuestras manos est¨¢ el conseguirlo. Las del Ayuntamiento de Barcelona seguir¨¢n ocupadas en contribuir con m¨¢s determinaci¨®n, sin timidez alguna, a la proyecci¨®n de lo que Jean Ziegler ha calificado de ¨²ltimo vestigio de una sabidur¨ªa antigua, existencial, inici¨¢tica. Y es que el circo debe formar parte de nuestra imprescindible y magn¨ªfica cotidianidad art¨ªstica.
Ferran Mascarell es concejal de Cultura de Barcelona.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.