Sharon juega con fuego
Todo parece indicar que habr¨¢ evacuaci¨®n de Gaza en julio. El partido centrista Shinui ha anunciado que apoyar¨ªa en el Parlamento israel¨ª el presupuesto de Ariel Sharon, compensando los votos que le niega al primer ministro su propia formaci¨®n, el Likud. Y con la aprobaci¨®n en la Kneset, que estatutariamente ha de producirse en marzo, se evitan elecciones anticipadas, y habr¨¢ dotaci¨®n para indemnizar a los 8.000 colonos jud¨ªos que conviven en 21 asentamientos de la franja con m¨¢s de un mill¨®n de palestinos.
Pero Sharon no da puntada sin hilo, aunque ello sirva para todo menos para hacer que avance el pre-proceso de paz en Oriente Pr¨®ximo. Junto a tan excelentes perspectivas ha hecho saber, tanto a su propia clientela electoral como a la comunidad internacional, que van a construirse otras 3.500 viviendas en el cintur¨®n de colonias que ya a¨ªslan casi completamente la Jerusal¨¦n ¨¢rabe del resto de Cisjordania.
La jugada, aparte de representar el doble juego habitual, es transparente. El d¨ªa 17 de abril visita al presidente Bush en su rancho de Tejas, y nadie ignora que si Estados Unidos quiere que arranque de una vez el proceso negociador, el mandatario tendr¨¢ que apretarle las clavijas a su hu¨¦sped. Por eso Sharon llegar¨¢ a Crawford rebosante de concesiones que otorgar. ?Quiz¨¢ renunciar a una parte de esas construcciones? El juego, de tan repetido, agota. Una de cal y doce de arena. Presunta disposici¨®n a negociar, al menos en las palabras, y seguro dinamitado de cualquier negociaci¨®n futura con la pol¨ªtica de hechos todo lo consumados que sea posible.
Da igual que la Hoja de Ruta, que el presidente palestino, Mahmud Abbas, est¨¢ cumpliendo con la reciente obtenci¨®n de una tregua indefinida de las organizaciones terroristas, establezca tambi¨¦n la obligaci¨®n de congelar la expansi¨®n colonizadora en Cisjordania. Sharon se ha salido siempre con la suya, y, por ello, afirma, como en tantas ocasiones anteriores, que se adhiere a una hoja que s¨®lo es papel mojado, mientras se desmiente a s¨ª mismo por la v¨ªa de los hechos.
La ¨²nica esperanza, no ya de paz, sino al menos de proceso para la misma, reside en Bush. Si Washington no es capaz de poner fin a esta charada interminable, las expectativas de paz entre israel¨ªes y palestinos volver¨¢n all¨ª de donde proced¨ªan. Al pa¨ªs de los sue?os irrealizables.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.