Aberri Eguna
Hay que ver lo que hace la fe. Bueno, ya se sabe que mueve monta?as; lo que no se sab¨ªa es que moviera campas. Porque de eso se trata, de que unos cuantos miles de forofos o incondicionales se fumen un d¨ªa de vacaciones para reunirse en cierta plaza a fin de escuchar c¨®mo les adormecen con la misma nada, digo, nana, de siempre. S¨ª, estoy hablando del Aburre Eguna y digo Aburre porque lo que all¨ª se escucha cada a?o hast¨ªa al m¨¢s templado, siendo tambi¨¦n verdad que resulta excesivo tomarlo por el D¨ªa de la Patria ya que en esa Aberri-Patria no caben m¨¢s que los de la dichosa plaza y algunos que no hayan podido asistir pretextando causa de fuerza mayor cuando en realidad andaban comiendo cochifrito en la denostada Meseta: son los nacionalistas de boquilla o de cartera e incluso los nacionalistas-refugio, s¨ª, esos que se visten de nacionalistas para evitarse males mayores y que enredan todas las encuestas pues, al no ser nacionalistas de coraz¨®n, es decir, de tribu (por no mentar la sangre), incurren en contradicciones a nada que la pregunta sea sutil o les pille en uno de esos raros momentos de franqueza. De otra manera no se entienden los bailes de cifras que se daban en la encuesta realizada el otro d¨ªa por un rotativo de aqu¨ª.
En efecto, parece dif¨ªcil de encajar que habiendo un 63,23% de ciudadanos vascos que consideran que el plan Ibarretxe enfrenta a unos vascos con otros y un 56,11% que considera que se trata de un plan s¨®lo para los nacionalistas, am¨¦n de que exista un mayoritario 41,2% que est¨¢ convencido de que el PNV implantar¨¢ su plan en cuanto gane las elecciones, resulte que el PNV y los suyos vayan a ganarlas consiguiendo la mayor¨ªa absoluta. ?C¨®mo se come eso si la mayor¨ªa no est¨¢ de acuerdo con el eje central de la pol¨ªtica de Ibarretxe -el plan de marras- y adem¨¢s est¨¢ convencida (41,2% frente a 35,3%) de que si el PNV gana nos echar¨¢ encima la losa del plan? Y no vale decir que la gente no se entera, porque todo esto ocurre pese a que el PNV haya pasado de agitar el plan como bandera a guard¨¢rselo en la faltriquera haciendo como que no lo defiende a ultranza para no asustar (porque asusta: el sondeo mencionado lo evidencia) mientras repite a machamartillo -pobres sufridores de la campa, ?c¨®mo les van a poner la cabeza con eso!- que s¨®lo quieren ganar las elecciones para negociar con Madrid. Vamos, que pese a lo que jure y perjure el Se?or de los Anillos, la ciudadan¨ªa no se chupa el dedo y est¨¢ convencida de que si gana nos endilgara el Ibarretxazo.
La cosa resulta a¨²n m¨¢s sorprendente si se tiene en cuenta que la inmensa mayor¨ªa est¨¢ por una reforma del Estatuto consensuada por nacionalistas y no nacionalistas (49,48% frente al 15,49% que prefiere lo de Ibarretxe), y que, a¨²n rechazando de plano la independencia, es de la opini¨®n de que el plan Ibarretxe la traer¨¢, lo que podr¨ªa constituir un no magro argumento para rechazarlo y para preferir, en cambio, un Estatuto de consenso. Pues bien, ante todo esto s¨®lo caben dos explicaciones: la optimista y la pesimista. La optimista supone que los sondeos de intenci¨®n de voto est¨¢n equivocados y que la gente acabar¨¢ votando con arreglo a lo que piensa: no plan Ibarretxe, no Estatuto excluyente, s¨ª Estatuto de todos y para todos, ergo no mayor¨ªa para el tripartito. La pesimista asegurar¨ªa no que los sondeos sobre lo que de verdad piensan los vascos est¨¦n equivocados (que tambi¨¦n, la gente a veces dice lo que el entrevistador quiere o¨ªr), sino que los sondeos acerca de la intenci¨®n de voto pueden resultar correctos porque la gente piensa una cosa y vota otra por seguridad, conveniencia o ambas. Y si es as¨ª nos espera mucho Aburre Eguna, mucha Aburre Patria de la que estar¨¢n excluidos incluso quienes les votan de mentiras, porque el nacionalismo verdadero es como Dios, sabe perfectamente separar el grano de la paja. Aunque sea s¨®lo en nombre de eso, de evitar tanto aire rancio y procurarse un poco de aire fresco, ?no valdr¨¢ la pena mostrarse un pel¨ªn coherente?
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