Enriqueta Antol¨ªn narra en 'Final feliz' la historia de un amor frustrado
"Todas las novelas que escribo es como si estuvieran en alguna parte de mi cerebro esperando a que las redacte. Es como si tuviera un ba¨²l de im¨¢genes, recuerdos, experiencias, an¨¦cdotas que he visto de forma literaria", indic¨® ayer Enriqueta Antol¨ªn (Palencia, 1941), autora de Final feliz (Alfaguara), la ¨²ltima obra publicada por la escritora.
La novela esconde un secreto, relata un amor y dos historias. Por un lado, describe a Mariate, una mujer culta, independiente, atractiva y sentimental que ha perdido al amor de su vida y, por otro, y para olvidarlo, decide investigar la historia de un lejano antepasado, Tom¨¢s Whitehouse, un ingeniero que a principios del siglo XX trabaj¨® proyectando el ferrocarril de v¨ªa estrecha del norte de Espa?a. "La protagonista es una mujer que, como le ocurre a muchas mujeres y a muchos hombres, est¨¢ enamorada de quien no debe, de quien le hace sufrir, porque quien ama no le hace caso".
La autora mezcla de forma peculiar realidad y ficci¨®n para construir sus personajes, algo que es frecuente en las obras de Antol¨ªn: "Me divierte desconcertar a los lectores. La literatura es un juego y a m¨ª me gusta jugar. En esta novela hay dos historias paralelas y hay tambi¨¦n una reflexi¨®n sobre el ejercicio de la creaci¨®n literaria y la relaci¨®n entre la palabra y la vida". A lo largo de 210 p¨¢ginas, la autora traza la evoluci¨®n que vive Mariate desde que sube al tren para dejar atr¨¢s la causa de sus problemas, un viaje que Enriqueta Antol¨ªn realiz¨® en la primavera de 2003 para documentarse. "Llev¨¦ a cabo dos tipos de documentaci¨®n para este libro, una sobre la historia del ferrocarril y otra directa, cuando hice el mismo viaje que el personaje".
La escritora quer¨ªa hacer una reflexi¨®n sobre el momento actual de la literatura porque, seg¨²n dice, "las novelas ahora no se escriben igual que se hac¨ªa en los siglos XVI o XVII, al igual que no se pinta como en el Renacimiento o no se crea m¨²sica como hace dos siglos. El mundo que vivimos no es lineal, y ello se debe a que convivimos con un mundo de la imagen totalmente diferente, que ha creado otros modos de vivir la realidad".
La protagonista de la novela escribe un diario que, seg¨²n la autora, es "como todos los diarios, absolutamente falso. Todos los diarios literarios est¨¢n falseados, es imposible escribir sinceramente sobre la vida de uno, demasiado duro".
Antol¨ªn asegura que ya tiene en uno de los armarios de su casa toda la documentaci¨®n necesaria para empezar a escribir su pr¨®xima novela. "Mientras escrib¨ªa Final feliz me llegaban r¨¢fagas que me llevaban directamente a un nuevo personaje que va a formar parte de mi nueva obra. Todav¨ªa no s¨¦ mucho de ¨¦l, s¨®lo que es un hombre. He tenido la suerte de no tener que ir a buscar mis historias porque el mundo en el que me muevo lo veo desde el punto de vista literario y lo hago sin darme cuenta. Estoy en un mundo inventado y lleno de fantas¨ªa", asevera la escritora.
Babelia
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