Tres a?os de agon¨ªa en la selva
La hermana de la senadora colombiana Ingrid Betancourt, secuestrada por la guerrilla en 2002, pide ayuda a Espa?a
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La senadora colombiana Ingrid Betancourt, de 43 a?os, quer¨ªa acabar con el problema de la corrupci¨®n. No tiene ning¨²n parentesco con el que fuera presidente de Colombia entre 1982 y 1986, Belisario Betancur, pero su padre, Gabriel Betancourt, ministro de Educaci¨®n en Colombia durante la presidencia de Carlos Lleras Restrepo (1966-1970), y su madre, Yolanda Pulecio, fundadora de cinco casas de albergue para los ni?os de Bogot¨¢, le inculcaron el amor por Colombia.
Ingrid cre¨® una formaci¨®n pol¨ªtica de centro-izquierda que se llamaba Ox¨ªgeno. Public¨® hace cuatro a?os una autobiograf¨ªa que se titul¨® La rabia en el coraz¨®n (Editorial Grijalbo) y se convirti¨® en un ¨¦xito de ventas en Francia. Pero el 23 de febrero de 2003 fue secuestrada por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), grupo de m¨¢s de 20.000 guerrilleros. Y ah¨ª sigue, en un rinc¨®n perdido de la selva colombiana.
Cuando ten¨ªa 13 a?os y hab¨ªa pasado la mayor parte de su vida en Par¨ªs, el padre le dijo a Ingrid: "Colombia nos ha dado mucho. Es gracias a ella que conociste Europa, que estuviste en los mejores colegios y que viviste en un lujo cultural al cual para cualquier ni?o colombiano es muy dif¨ªcil de acceder. Todas estas oportunidades que tuviste hacen que hoy en d¨ªa t¨² tengas una deuda con Colombia. No lo olvides nunca".
Llegado el tiempo, Ingrid estudiar¨ªa Ciencias Pol¨ªticas en Par¨ªs, se casar¨ªa con un diplom¨¢tico franc¨¦s, tendr¨ªa dos hijos, viajar¨ªa mucho a Colombia, vivir¨ªa con su marido en las islas Seychelles. Y un d¨ªa de 1990 se divorciar¨ªa y marchar¨ªa sola a Colombia, a la edad de 29 a?os.
Ingrid Betancourt tiene un car¨¢cter fuerte, en¨¦rgico, decidido. Adquiri¨® popularidad en 1994, cuando reparti¨® condones por las calles de Bogot¨¢. Ese a?o fue elegida congresista con el mayor n¨²mero de votos. Y m¨¢s tarde, senadora. Poco antes de ser secuestrada reparti¨® p¨ªldoras de Viagra en las calles.
Ahora, su ¨²nica hermana, la abogada residente en Par¨ªs Astrid Betancourt, un a?o mayor que Ingrid, llama a las puertas del Gobierno espa?ol pidiendo ayuda. El pasado martes fue recibida por el ministro de Asuntos Exteriores, Miguel ?ngel Moratinos. Y sali¨® contenta de la cita. "Creo que va a hacer lo que est¨¦ en su mano por convencer al Gobierno colombiano de que ha de llegar a un acuerdo con las FARC".
En Colombia hay aproximadamente 3.000 secuestrados, muchos de ellos por motivos econ¨®micos. Se calcula que de esos 3.000 unos 600 permanecen retenidos por los guerrilleros de las FARC. Y de esos 600 cautivos, unos 60 son soldados y oficiales del Gobierno apresados en su d¨ªa por los guerrilleros y s¨®lo 25 ser¨ªan rehenes pol¨ªticos.
Las FARC estar¨ªan dispuestas a intercambiar los 60 soldados por 150 guerrilleros que se encuentran en las c¨¢rceles del Gobierno. Si ese intercambio se produjera, las FARC liberar¨ªan a los 25 rehenes pol¨ªticos.
La familia no quiere que el Gobierno intente ninguna operaci¨®n de rescate. "Las FARC siempre han dicho que en caso de operaciones de rescate ellos ejecutan a los rehenes. Se tarda muy poco en disparar un arma. Y se ve venir un helic¨®ptero mucho antes de que aterrice. El efecto sorpresa en una selva como la colombiana es de cero", se?ala Astrid. "Yo s¨¦ que el Gobierno colombiano es partidario del rescate. Pero nunca ha triunf¨® en la selva una operaci¨®n de este tipo".
Astrid Betancourt cree que el presidente Uribe no est¨¢ muy interesado en liberar a su hermana. Seg¨²n ella, Uribe ha saboteado tres intentos -uno de la Iglesia colombiana, otro de la ONU y otro de un mediador suizo- de alcanzar un acuerdo de intercambio humanitario con las FARC. ?A qu¨¦ podr¨ªa deberse esa supuesta falta de colaboraci¨®n de Uribe?
"En primer lugar, el Gobierno colombiano recibe fondos de Estados Unidos para luchar contra el narcotr¨¢fico y el terrorismo. Y tal vez Estados Unidos no vea con buenos ojos ese acuerdo con las FARC. Y en segundo lugar, hay que recordar que estamos a la v¨ªspera de las elecciones presidenciales de 2006. La campa?a empieza el pr¨®ximo septiembre... De pronto, ver a Ingrid que tiene una posici¨®n de negociaci¨®n con la guerrilla, una Ingrid apoyada por la comunidad internacional... ser¨ªa muy inc¨®modo para Uribe".
Mientras tanto, Ingrid Betancourt sigue pagando su deuda con Colombia. "Amo la vida apasionadamente", escribi¨® Ingrid Betancourt en su libro apenas un a?o antes de que la secuestraran, "no tengo ganas de ser ninguna m¨¢rtir, todo lo que construyo en Colombia es tambi¨¦n para poder tener la felicidad de envejecer aqu¨ª".
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