Un Mugabe desafiante se muestra seguro de su victoria en las elecciones de Zimbabue
La UE y EE UU califican de farsa los comicios parlamentarios de ayer en el pa¨ªs africano
Nadie se atreve a pronosticar los resultados y si se producir¨¢ el fraude que denuncia la comunidad internacional. La sexta elecci¨®n parlamentaria en la historia de Zimbabue transcurri¨® ayer en una inusitada calma; apenas hubo noticias de incidentes en los 8.400 centros. La gente acudi¨® a votar desde tempranas horas en Harare, donde es fuerte la oposici¨®n. "Queremos marcar la diferencia", dijo un joven mientras se proteg¨ªa de la llovizna capitalina con un paraguas. "Tenemos hambre. Necesitamos un cambio", afirm¨® otro. Pero tambi¨¦n hubo quienes apostaron por el partido del presidente.
Robert Mugabe, de 81 a?os, l¨ªder de la Uni¨®n Nacional Africana de Zimbabue-Frente Patri¨®tico (ZANU-PF) y l¨ªder del pa¨ªs desde 1980, lleg¨® a votar acompa?ado de su mujer Grace y de su hijo menor, Charanga. Lo hizo en un colegio electoral situado en una barriada de las afueras de la capital. "Vamos a ganar. Lo que est¨¢ por verse es por cu¨¢nto", dijo antes de rechazar las acusaciones que llegan desde EE UU y la UE de que la votaci¨®n est¨¢ arreglada.
Morgan Tsvangirai, l¨ªder del opositor Movimiento para el Cambio Democr¨¢tico (MDC), tambi¨¦n dijo estar seguro de vencer a pesar de que, en su opini¨®n, los comicios no ser¨¢n transparentes. "No estamos contentos con el modo en que se han organizado las elecciones. Todos estamos de acuerdo en que no ser¨¢n libres ni justas, pero... estoy seguro de que la gente superar¨¢ estos obst¨¢culos", asegur¨®.
En las zonas rurales, donde el ZANU-PF mantiene su fuerza y capacidad de intimidaci¨®n, la votaci¨®n transcurri¨® en relativa calma. El MDC denunci¨® la desaparici¨®n en la noche del mi¨¦rcoles de uno de sus candidatos en Matabeleland, al sur del pa¨ªs, pero ¨¦ste reapareci¨® en el d¨ªa de la elecci¨®n. Parece ser que se escondi¨® por temor a ser atacado por los simpatizantes del presidente. El MDC ha realizado un esfuerzo para ganar votos en las zonas rurales, pues su electorado se concentra sobre todo en las ciudades.
La notoria ausencia de polic¨ªas y militares en las calles de Harare y Bulawayo contrasta con lo ocurrido en las legislativas de 2000, donde hubo incidentes significativos durante la campa?a. Algunos analistas atribuyen esta calma al temor reinante y a la escasa confianza que tiene la poblaci¨®n en un verdadero cambio. Cerca de 5,8 millones de electores, de una poblaci¨®n de 12,6 millones, se inscribieron para poder ejercer el voto. A¨²n no hay datos de participaci¨®n. El MDC y los cr¨ªticos al r¨¦gimen sostienen que ese registro pudo inflarse con un mill¨®n de votantes fantasmas.
Una farsa electoral
"La falta de violencia significa que muchos ciudadanos podr¨¢n ser valientes y votar por el partido de su elecci¨®n", afirm¨® Brian Kagoro, presidente de la Zimbabue Crisis Coalition, una plataforma de ONG que trabaja en defensa de los derechos humanos.
Mugabe ha aprovechado los ataques de la UE y de Estados Unidos para llenar de contenido patri¨®tico y nacionalista la campa?a de su partido, pues no ha dejado de repetir que existe una campa?a colonialista contra Zimbabue. El presidente asegura que esos Gobiernos extranjeros quieren sacarlo del poder porque quit¨® la tierra a los blancos con una radical reforma agraria.
Los opositores aseguran que fueron las expropiaciones, iniciadas en 2000, las que arruinaron la industria agr¨ªcola, convirtiendo a un pa¨ªs rico en un mendigo de ayuda internacional para sobrevivir a una inflaci¨®n galopante y a un desempleo que alcanza el 70% de la poblaci¨®n activa.
Son 120 esca?os los que est¨¢n en juego. Mugabe tiene la potestad constitucional de designar 30 parlamentarios extra, llegando a un total de 150. Esto significa que el ZANU-PF necesita obtener 46 esca?os para obtener la mayor¨ªa absoluta.
"Todos quieren que esto se acabe pronto, porque hay mucha tensi¨®n", dijo Zonke Chekufa, uno de los observadores de Sur¨¢frica en un centro de votaci¨®n de Rusape, al sur de Harare, al diario de su pa¨ªs The Star. "En 2000 hubo mucha violencia. Y esta vez dijeron a la gente que si hac¨ªan problemas los meter¨ªan a la c¨¢rcel por un a?o".
Por primera vez se utilizaron urnas transparentes y selladas, un candado colocado en un sobre con la firma de representantes de los partidos. Para abrir la urna ambos representantes tienen que firmar otro papel y estar presentes en el escrutinio. Pero no hubo acceso al Registro Electoral y el proceso de inscripci¨®n fue oscuro. La fecha de cierre de ese registro no fue respetada y la gente pudo inscribirse hasta la semana pasada. Se redise?aron las circunscripciones para asegurar que no habr¨¢ ¨¢reas dominadas por la oposici¨®n. A todo esto se tiene que sumar el control absoluto de los medios de comunicaci¨®n.
Para Heneri Dzinotyiwei, de la Universidad de Zimbabue, Mugabe se enfrenta a un dilema. "?l est¨¢ en una situaci¨®n en la que no puede ganar", dijo a Reuters, "porque si ZANU-PF gana con un margen demasiado alto la gente dir¨¢ que las elecciones fueron arregladas y si el ZANU-PF gana por poco o pierde, la gente dir¨¢ que Mugabe ya no controla la situaci¨®n". El partido del Gobierno est¨¢ dividido en feroces disputas internas y un mal resultado podr¨ªa agravar la situaci¨®n.
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