Reforma moderada

El vicepresidente y ministro de Econom¨ªa, Pedro Solbes, ha desvelado las l¨ªneas generales de lo que ser¨¢ la reforma del impuesto sobre la renta de las personas f¨ªsicas (IRPF), un compromiso asumido por el PSOE en su programa electoral. Con ello, el Gobierno cumple una primera exigencia: reducir incertidumbre en un asunto de enorme delicadeza para el conjunto de los agentes econ¨®micos. Se ha puesto fin a las conjeturas y a las potenciales amenazas percibidas por algunos sectores.

El principal rasgo de la reforma es la moderaci¨®n, el gradualismo. Las propuestas avanzadas por Solbes quedan muy lejos de las presunciones manejadas durante la campa?a electoral de ir a un IRPF de tarifa ¨²nica, con la consiguiente eliminaci¨®n de las deducciones. En su lugar, ser¨¢n tres o cuatro los tramos impositivos, lo que supone una simplificaci¨®n adicional que deber¨¢ favorecer el cumplimiento de las obligaciones de los contribuyentes. Se espera que las tarifas sean m¨¢s reducidas, aunque s¨®lo se ha concretado la del tramo m¨¢s elevado. El mantenimiento de la deducci¨®n por la vivienda, con independencia de la renta del contribuyente, es tan discutible como el aspecto de la progresividad de las ventajas fiscales de los planes de pensiones, reformado en la direcci¨®n correcta. Tampoco se anuncian grandes cambios en la controvertida fiscalidad de las ganancias patrimoniales o plusval¨ªas. S¨ª lo ha hecho con la posibilidad de un mejor tratamiento a las circunstancias de dependencia familiar. Todas esas variaciones tendr¨¢n efecto en el ejercicio de 2007, es decir, en la declaraci¨®n de la renta que se cumplimente en 2008, metidos ya en la siguiente legislatura.

En el fondo de las declaraciones de Solbes subyace la cuestionable necesidad de una reforma fiscal en un pa¨ªs con una presi¨®n fiscal de las menos elevadas de Europa. En su lugar, es prioritario mejorar la eficacia del propio sistema y es creciente la percepci¨®n de que el cumplimiento de las obligaciones tributarias sigue siendo desigual. La eficacia en la lucha contra el fraude y el avance en la eficiencia del gasto p¨²blico son prioridades mucho m¨¢s importantes.