El primer pueblo andaluz est¨¢ en Ronda
Un grupo de arqueoexperimentaci¨®n reconstruye un poblado de la Edad del Cobre para investigar sobre la ¨¦poca
Ni la sevillana It¨¢lica ni la gaditana Villa Baelo Claudia. Ni siquiera el antiqu¨ªsimo poblado de Los Millares en Almer¨ªa. El primer pueblo andaluz est¨¢ en Ronda. O al menos una fiel y cuidada reproducci¨®n de lo que fueron los primeros asentamientos comunales de la humanidad fuera ya del refugio natural que proporcionaban las cuevas.
Y est¨¢ en las cercan¨ªas de Ronda (M¨¢laga) porque un grupo de arqueoexperimentaci¨®n compuesto por una veintena de personas lo han hecho realidad tras m¨¢s de 20 a?os de estudio y de mucho empe?o. Al proyecto apenas le quedan unos cuantos meses de ultimar detalles para que pueda ser visitado por escolares, particulares e investigadores, ¨¦stos ¨²ltimos entusiasmados ante la idea de salir de sus laboratorios y comprobar sobre el terreno c¨®mo viv¨ªan los moradores de estos primeros n¨²cleos urbanos aparecidos en la Edad de Cobre.
Y es que, tanto Francisco Moreno, director t¨¦cnico del complejo, como Mar¨ªa S¨¢nchez, doctora en Ecolog¨ªa Humana y una de las coordinadoras de este proyecto en el que ya han invertido cerca de 800.000 euros, han cuidado hasta el m¨¢s m¨ªnimo detalle para que esta reproducci¨®n sea lo m¨¢s fiel posible a los poblados prehist¨®ricos originales.
Para ello, lo primero que hizo S¨¢nchez junto con otros dos socios fue adquirir una finca enclavada en medio de un milenario bosque de encinas, quejigos y robles andaluces, en las proximidades de Ronda, en la que adem¨¢s se dedican a la cr¨ªa de especies aut¨®ctonas, como vacas, ovejas, cabras o burros. En estas id¨ªlicas 150 hect¨¢reas, perdida entre la abundante vegetaci¨®n, se alza majestuosa una muralla de piedra circular de 300 metros cuadrados similar a la que los ronde?os calcol¨ªticos empleaban para defender su poblado.
Franqueada la muralla, a la que no le falta ni las garitas vig¨ªas que estos antepasados empleaban para defenderse de sus vecinos, al visitante le asalta la duda sobre la ¨¦poca en la que vive. M¨¢s de una docena de chozas repartidas seg¨²n su funcionalidad -dormitorios, graneros, la choza del jefe o cham¨¢n- y varios espacios comunales que se empleaban para las labores diarias conforman este poblado creado con los mismos materiales que usaron sus habitantes primitivos.
Pero no se trata de una r¨¦plica muse¨ªstica, de ¨¦sas que se miran pero no se tocan. El objetivo de los promotoes es que sea interactivo, que se puedan revivir las costumbres de los moradores primitivos de este tipo de poblados, y as¨ª hacerlo adem¨¢s m¨¢s atractivo. El poblado est¨¢ ideado para que los visitantes vivan en ¨¦l como lo hac¨ªan sus moradores primigenios.
"Hace poco vino un grupo de chavales de un centro de menores y se lo pasaron en grande visti¨¦ndose y pint¨¢ndose como los hombres de la Edad de Cobre y realizando todas las tareas que ¨¦stos realizaban de la misma forma, como curtir pieles, confeccionar flechas en moldes de piedra o hacer cuentas para abalorios y armas con s¨ªlex", explica Moreno.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.