M¨¢rcio Faraco, el extranjero
Hace dos d¨ªas se ha presentado en La Cigale, uno de los templos musicales parisienses. Las entradas estaban agotadas desde mucho antes. "La primera vez que actu¨¦ en Par¨ªs fue en un peque?o restaurante. Deb¨ªa de haber unas veinte personas, con las mesas casi encima de m¨ª, y yo cantaba mientras com¨ªan", recuerda riendo.
Con M¨¢rcio Faraco (Alegrete, 1963) se cumple el dicho de que nadie es profeta en su tierra. "En Brasil no hay nada que hacer si no entras en el esquema de pagar a las radios para que te programen o de que suene tu canci¨®n en la telenovela justo cuando la chica rica va a besar al chico pobre".
"Ahora soy un extranjero dentro y fuera de casa", asegura Faraco, que habla de "exilio po¨¦tico" para referirse a su situaci¨®n. "Me fui contra mi voluntad. Me hubiera gustado poder seguir haciendo m¨²sica all¨ª, pero me estaba muriendo de hambre". Lleg¨® a Francia en 1991 y se traslad¨® a la Costa Azul. "Tocaba en Saint-Tropez en verano y de ah¨ª pas¨¦ a hacerlo en fiestas y bares", cuenta. Fiestas a las que acud¨ªan Eddie Barclay, Quincy Jones o Barbra Streisand. Disfrazado con camisa de flores o todo de blanco, seg¨²n la ocasi¨®n. "En invierno me iba a tocar a las estaciones de esqu¨ª. Con menos dieciocho grados. ?Por el amor de Dios! A m¨ª la nieve s¨®lo me gusta en las fotos".
Com tradi??o es su tercer disco tras Ciranda (2000) e Interior (2002). El t¨ªtulo significa Con tradici¨®n, pero en voz alta suena igual que Contradicci¨®n. "La de esa samba de letra triste sobre un ritmo alegre", explica. "Yo quer¨ªa hacer un disco que tuviera samba, de una forma diferente, y que mostrase mi otra manera de componer porque tambi¨¦n he escuchado a Pink Floyd, Led Zeppelin, Sex Pistols, Paul Simon, Police...". Lo ha grabado en R¨ªo de Janeiro con ayuda de instrumentistas de la calidad de Jorge Helder, Carlos Malta, Paulo Sergio Santos o Hamilton de Holanda. "Fue un desaf¨ªo porque los conoc¨ªa a todos antes de que ellos supieran siquiera de m¨ª. Y es muy dif¨ªcil trabajar con alguien a quien admiras tanto. Resulta delicado tener que decirle 'me gustar¨ªa que lo volvieras a tocar".
Particip¨® recientemente en
un homenaje a Antonio Carlos Jobim a d¨²o con Vinicius Cantu¨¢ria. "Combinaba muy bien porque tenemos maneras distintas de tocar la guitarra. ?l es bien et¨¦reo y yo muy terrenal. Adem¨¢s, los dos cantamos bajito". Ambos comparten vivir lejos de Brasil. Faraco en Par¨ªs, Cantu¨¢ria en Nueva York. "Lo vemos como un cuadro. Y no sufres esa locura que hay all¨ª con la moda. Brasil es un pa¨ªs joven y todo sube y baja todos los d¨ªas", afirma. "Cuando Chico Buarque llev¨® una maqueta con mis canciones a las discogr¨¢ficas brasile?as ninguna la quiso. Me dijo que ten¨ªa la sensaci¨®n de que si ¨¦l tuviese que empezar ahora tampoco le contratar¨ªa nadie".
Confiesa que escribe sus canciones rodeado de diccionarios. "Soy un adicto. La casa est¨¢ llena. Y cada vez hay m¨¢s. La palabra es una cosa que puede estar a tu lado todo el d¨ªa, pero en el momento en que la necesitas desaparece. A veces llamo por tel¨¦fono a Chico. La ¨²ltima vez fue porque no consegu¨ªa encontrar la palabra que quer¨ªa. Me devolvi¨® la llamada diciendo 'aqu¨ª el despacho de consultas de Chico Buarque'. Le pregunt¨¦ que cu¨¢nto estaba cobrando y me asegur¨® que trat¨¢ndose s¨®lo de una palabrita no sal¨ªa caro", cuenta riendo.
Chico Buarque, que tiene un apartamento en Par¨ªs en el que suele refugiarse para escribir sus novelas, es amigo de M¨¢rcio Faraco y una de sus influencias. "Aunque la mayor es Milton Nascimento. No creo que en el mundo exista nadie como ¨¦l. Un compositor que, con pr¨¢cticamente nada, hace cosas impresionantes y por caminos arm¨®nicos in¨¦ditos. Adem¨¢s de ser un cantante excepcional, con un timbre de voz realmente ¨²nico".
En el disco hay una canci¨®n, Chuva de vidro, que habla de Carlinhos Brown. "Me dispon¨ªa a ver por televisi¨®n el festival Rock in Rio. Carlinhos empez¨® a cantar y llov¨ªan botellas. Adem¨¢s de ser una muy buena persona, que tiene un proyecto con los ni?os del Candeal, estaba all¨ª representando lo que nosotros somos. Y aquellas personas intolerantes estaban renegando de su propia imagen. Por eso digo en la canci¨®n que eso es lo mismo que tirar una piedra contra el espejo".
Acaba de ofrecer en La Villete un espect¨¢culo basado en las sambas m¨¢s importantes de la historia. La primera, Pelo telefone, se grab¨® en 1917. "El mismo a?o en que se produce la Revoluci¨®n bolchevique, la samba entra en el capitalismo, se convierte en propiedad privada. Gracioso, ?no?". Aunque percibe que la idea t¨®pica del brasile?o est¨¢ cambiando, "Brasil es un pa¨ªs imaginario. Como el unicornio. No sirve de nada contar que no es as¨ª porque el que quiere so?ar, sue?a".
M¨¢rcio Faraco act¨²a el 7 de abril en Madrid (San Juan Evangelista); el d¨ªa 8 en Valencia (Loco Club); el 9 en San Javier, Murcia (Carpa Parque Almansa); el 14 en Zaragoza (Centro Cultural Delicias); el 15 en Barcelona (Luz de Gas); el 16 en Bara?ain, Navarra (Auditorio), y el 11 de junio en Arrasate, Guip¨²zcoa.
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