La reina suplantada

Realmente May y Taylor no necesitaban hacer esto para tener un pretexto con el que tocar de nuevo los viejos ¨¦xitos de Queen. Hubiera bastado con que la gira se hubiera llamado May & Taylor & Rodgers. O, mucho mejor, Rodgers & May & Taylor. Porque, con no encajar demasiado en el arquetipo grit¨®n y glamourosamente excesivo del desaparecido Freddie Mercury, el ex Bad Company y ex Free demostr¨® ser un pedazo de cantante de rock como se han visto pocos en la historia del g¨¦nero. Eso si, su estampa y actitud de hooligan de pub brit¨¢nico de los a?os setenta -con bigote y perilla-, con sus vaqueros prietos y su camiseta ultrace-?ida, quedaba muy alejada del concepto que los incondicionales tienen del grupo Queen. Es m¨¢s, es que Rodgers arrastraba a la banda -una reina en minor¨ªa, porque tambi¨¦n faltaba el bajista John Deacon- a su modo de entender el rock a medio tiempo; puro rock and roll de billares.

Pero Mercury fue mucho Mercury y Queen sigue siendo en el alma de varias generaciones de rockeros un proyecto art¨ªstico muy concreto e idealizado. Por eso, la multitud que abarrot¨® el nuevo Palacio de Deportes s¨®lo reaccion¨® con aut¨¦nticas ganas cuando sonaban los temas inmortales del grupo.

Queen sal¨ªa, inopinadamente, a los acordes de un tema nuevo, Reachin Out, que cantaba Paul Rodgers solo. Cay¨® el enorme tel¨®n y en el escenario simplemente se vio una cl¨¢sica puesta en escena de banda rock con Taylor y su bater¨ªa dominando en la tarima del centro, May a la izquierda y los tres m¨²sicos de apoyo al otro lado. Mientras, en una larga y estrecha plataforma que se internaba en el p¨²blico, Paul Rodgers evolucionaba haciendo bailar el soporte de su micr¨®fono, seg¨²n comenzaban a estallar los acordes de Tie your mother down y, seguidamente, I want to break free, con la que el nuevo solista se midi¨® con el antiguo. Con Fat bottomed girls se evidenci¨® esa tendencia reum¨¢tica a hacer los temas m¨¢s lentos y pesados. La primera incursi¨®n en el pasado de Rodgers son¨® con Can't get enough of your love y el p¨²blico lo acus¨® con cierta perplejidad. Tanto Rodgers como Brian May gozaron con su momento ac¨²stico, el primero con un viejo tema de Free, Seagull, y el segundo con dos temas de Queen: '39 y Love of my life. Precisamente, el veterano guitarrista se lucir¨ªa despu¨¦s con un solo de guitarra de los de antes y un tema instrumental, Lost horizon. Despu¨¦s ser¨ªa Roger Taylor quien har¨ªa las veces de cantante solista con Days of our lives, que sirvi¨® para contemplar un a?ejo v¨ªdeo de los cuatro miembros fundadores, y Radio Ga Ga, que hizo batir palmas a todos los espectadores. Tambi¨¦n hubo m¨¢s dosis de nostalgia con una proyecci¨®n de Mercury tocando Bohemian rhapsody con sus compa?eros. A partir de ah¨ª vino la traca final con All right now, sin duda lo mejor del concierto, We will rock you y We are the champions.