Presuntos polic¨ªas asesinan a m¨¢s de 30 personas de forma indiscriminada en R¨ªo
La ciudad brasile?a sufre la mayor matanza de civiles por una venganza
R¨ªo de Janeiro vivi¨® ayer la mayor matanza indiscriminada de su historia. De madrugada, en Nova Igua?¨² y Queimados, uno de los municipios pobres de R¨ªo, al menos 30 personas murieron y varias resultaron heridas, algunas graves. El secretario de Seguridad de R¨ªo, Marcelo Itagiba, sospecha que polic¨ªas militares hayan podido estar involucrados en el crimen, perpetrado por un grupo de cuatro hombres que, desde su coche, comenzaron a disparar a personas que estaban tranquilamente en un bar, entre ellas mujeres y ni?os.
Hasta el momento, la mayor matanza de este tipo hab¨ªa ocurrido en 1993 en el municipio de Vigario General con un total de 21 muertos, perpetrada entonces por un comando de la polic¨ªa militar. Tambi¨¦n esta vez, seg¨²n las autoridades de R¨ªo, la matanza podr¨ªa haber sido obra de una acci¨®n conjunta de narcotraficantes y polic¨ªas militares.
Las autoridades apuntan a un arreglo de cuentas de los polic¨ªas militares, pues el pasado mi¨¦rcoles un grupo de polic¨ªas del 15 Batall¨®n de Caxias mat¨® a dos hombres y lanz¨® la cabeza de uno de ellos en el patio del batall¨®n. Los polic¨ªas involucrados fueron identificados por una c¨¢mara de v¨ªdeo. Siete de ellos llevaban uniforme. Todos fueron encarcelados, lo que no suele ocurrir al considerar el alto grado de impunidad del que goza la polic¨ªa brasile?a.
El alcalde de Nova Igua?¨², Lindberg Farias, del Partido de los Trabajadores, declar¨® ayer que la Secretar¨ªa de Seguridad de R¨ªo de Janeiro no deb¨ªa tener verg¨¹enza de que la matanza de ayer, que conmovi¨® a la opini¨®n p¨²blica brasile?a, sea investigada por la polic¨ªa federal, ya que la polic¨ªa estatal de R¨ªo no dispone de los medios para llevar el caso con serenidad.
"Lo que m¨¢s me impresiona", dijo ayer Farias, "es a qu¨¦ punto ha llegado R¨ªo". Estas matanzas suelen ser signo de una debilidad del Estado. Y en R¨ªo existe en este momento una lucha pol¨ªtica entre el poder central de Brasilia y las autoridades locales, hasta el punto que el Gobierno de Luiz In¨¢cio Lula da Silva ha declarado R¨ªo de Janeiro en estado de calamidad p¨²blica en el ¨¢mbito de la salud y ha levantado hospitales militares de campa?a. Estas medidas critican a la gesti¨®n del alcalde de la ciudad, Cesar Maia, que ya anunci¨® su candidatura a las elecciones presidenciales del a?o que viene en las que se enfrentar¨¢ a Lula en el partido de la derecha Partido del Frente Liberal.
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