De Cuelgamoros a Cuelgamuros

Javier Hern¨¢ndez, director general de Patrimonio de la Comunidad de Madrid, asegura que el Gobierno regional no va a inmiscuirse en la gesti¨®n del Valle de los Ca¨ªdos. "Es competencia de Patrimonio Nacional", precisa. Su precisi¨®n viene a cuento: en una de las fincas adquiridas en 1562 por Felipe II, ahora integradas en el espacio a punto de ser declarado Bien de Inter¨¦s Cultural catalogado como Territorio Hist¨®rico, se hallaba el valle de Cuelgamoros, denominaci¨®n medieval que, con el tiempo, fue trocada por la de Cuelgamuros. Es el paraje que alberga el Valle de los Ca¨ªdos. Este monumento funerario incluye una cruz de 150 metros de altura flanqueada por estatuaria de orden gigante, obra de Juan de ?valos, bajo las que se encuentra una bas¨ªlica perforada hasta 261 metros con un t¨²nel de 26 metros de anchura, en el risco de La Nava. En su construcci¨®n trabajaron presos pol¨ªticos. Alberga una abad¨ªa benedictina y una hospeder¨ªa. El Valle de los Ca¨ªdos es objeto hoy de una pol¨¦mica sobre la eventual creaci¨®n, en sus instalaciones, de un centro de interpretaci¨®n del franquismo. Algunos sectores de la derecha recelan de la iniciativa por considerar que revisa una etapa hist¨®rica que ellos consideran zanjada. De los m¨¢s de 33.000 restos de ca¨ªdos cat¨®licos de ambos bandos enterrados en sus capillas -bajo custodia de los benedictinos- el ¨²nico sepultado que no muri¨® en la Guerra Civil fue Francisco Franco: falleci¨® en la cl¨ªnica la Paz en noviembre de 1975. Ya ¨¦l, en 1941, decret¨® instalar en Cuelgamuros un monumento "a los ca¨ªdos y h¨¦roes de nuestra Cruzada", escrib¨ªa a Carmen, hermana de Jos¨¦ Antonio Primo de Rivera, fusilado en 1936 y sepultado en el Valle en 1959.