Rectificar en Legan¨¦s

La actuaci¨®n del consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, Manuel Lamela, en el caso del hospital p¨²blico de Legan¨¦s est¨¢ cada vez m¨¢s en entredicho. Ante los datos disponibles la Fiscal¨ªa no observa indicios de responsabilidad penal en la aplicaci¨®n de sedantes a enfermos terminales y recrimina al consejero por no haberle enviado todav¨ªa los historiales de 25 pacientes a los que supuestamente se habr¨ªa aplicado un tratamiento inadecuado. Toda la c¨²pula del centro, y m¨¢s en concreto el jefe de urgencias y responsable del miniequipo de sedaci¨®n paliativa, fue destituida el mes pasado por Lamela en base a una denuncia an¨®nima.

El consejero se encuentra en una situaci¨®n delicada. Los dos informes realizados por su propio departamento y cuyas conclusiones se difundieron la semana pasada determinan claramente que ni ha habido eutanasia ni hay que registrar una mala praxis m¨¦dica en los tratamientos aplicados. El prestigio del jefe de urgencias ha quedado seriamente da?ado al igual que el del propio hospital. El personal, que ayer realiz¨® un paro de protesta, exige la inmediata reposici¨®n del afectado en su cargo. Bueno ser¨ªa que la presidenta auton¨®mica, Esperanza Aguirre, reflexionara sobre el da?o causado y que el propio Lamela rectificara. El consejero deber¨¢ en todo caso asumir responsabilidades pol¨ªticas si la investigaci¨®n judicial concluye que no hubo ning¨²n abuso.

Pero independientemente de cu¨¢l sea la soluci¨®n al grave conflicto, el caso de Legan¨¦s tendr¨ªa que servir de acicate para reactivar el Plan Nacional de Cuidados Paliativos, lanzado en 2000 por la entonces ministra de Sanidad, Celia Villalobos, sin apenas resultado. S¨®lo uno de cada cinco hospitales en Espa?a dispone de un servicio de esta clase. De ese pobre nivel se salvan algo Catalu?a, Pa¨ªs Vasco y Cantabria. La implantaci¨®n es tan necesaria en cl¨ªnica como en atenci¨®n domiciliaria.