Castro autoriza al cardenal de La Habana a dirigirse a los cubanos por televisi¨®n

Incluso desde su lecho de muerte, la figura del Papa Juan Pablo II ha obrado un milagro. El viernes, por primera vez desde que Juan Pablo II realizara en 1998 su hist¨®rico viaje a Cuba, las autoridades permitieron al arzobispo de La Habana, cardenal Jaime Ortega, dirigirse a los cubanos por televisi¨®n para ensalzar al Papa como el m¨¢s importante "referente moral de la humanidad".

El mensaje, de algo m¨¢s de cinco minutos, fue emitido por los cuatro canales de televisi¨®n, controlados por el Gobierno. Ortega sorprendi¨® a la audiencia al aparecer ante las c¨¢maras e informar, con rostro compungido, del entonces grav¨ªsimo estado de salud del Pont¨ªfice. "El Papa est¨¢ agonizando". "Es un gran hombre el que muere", dijo el cardenal, que deber¨¢ de acudir a Roma tras el deceso de Karol Wojtyla para participar en la elecci¨®n de su sucesor.

"Es un hombre que ha llevado el peso moral de este mundo durante 26 a?os. Es el que ha tenido la responsabilidad de convertirse en el ¨²nico referente de la humanidad en los ¨²ltimos a?os de guerras, de dificultades", a?adi¨®.

Las relaciones entre la Iglesia cat¨®lica y el Estado cubano han pasado por ¨¦pocas turbulentas y momentos dif¨ªciles en los ¨²ltimos 45 a?os. Gracias a la visita del Pont¨ªfice se favoreci¨® un clima de mayor di¨¢logo y la Iglesia logr¨® peque?os avances, como la declaraci¨®n como festivo del d¨ªa de Navidad. Ortega se refiri¨® al viaje del Papa -"una vista inolvidable, que nos impact¨® a todos"- y record¨® que cuando Fidel Castro se despidi¨® del Papa en el aeropuerto "le dio las gracias por todas sus palabras (...) incluso por aquellas que no compart¨ªa".

La sinton¨ªa personal entre Castro y Karol Wojtyla, pese a que ¨¦ste fue l¨¢tigo de los reg¨ªmenes comunistas de la Europa del Este, fue notoria durante la visita.