El mito de la reina virgen
Isabel I (1533-1603), la reina virgen, encarn¨® el mito de la inviolabilidad de Inglaterra. Cuantos la pretendieron se estrellaron contra su solter¨ªa, como la Armada Invencible contra el destino. La hija de Ana Bolena vivi¨® rodeada por un aura divina y guerrera. Sucedi¨® a la cat¨®lica Mar¨ªa Tudor, su hermana por parte de padre (Enrique VIII); restaur¨® el protestantismo y acab¨® mandando ejecutar a Mar¨ªa Estuardo. Dicen que tuvo amantes y que debi¨® tener dos cuerpos para conservar uno virgen. Bajo su reinado de 35 a?os floreci¨® el teatro como nunca en Inglaterra. Su figura es teatral: los ojos peque?os, la cabellera rizada y rubia, la tez mortalmente p¨¢lida. En alg¨²n retrato est¨¢ maquillada de blanco. As¨ª aparece en la pel¨ªcula Shakespeare in love, asistiendo a una representaci¨®n en el Globe. Un par de a?os despu¨¦s de su muerte, fue convertida en personaje teatral por Thomas Heywood: en la primera parte de The Troubles of Queen Elizabeth, Mar¨ªa Tudor es un mal bicho y Felipe II no sale mal parado. En la segunda, retocada en 1633, el rey de Espa?a aparece frustrado por no haber podido casarse con Isabel. Hacia 1590, Edmund Spenser escribi¨® The Faerie Queene(sic: La reina de las hadas), alegor¨ªa de la lucha entre protestantes y cat¨®licos: Isabel I aparece transmutada en Gloriana y su media hermana Mar¨ªa Estuardo, en Duessa. Karl Marx dec¨ªa que Spenser fue algo peor que un pelota anhelante del favor real, pero los ¨²ltimos estudios sobre este poema revelan una segunda lectura, cr¨ªtica con la reina.
Lindsay Kemp mont¨® hace
tres a?os The Fairy Queen,¨®pera de Purcell, un siglo posterior a la obra de Spenser. Le fascin¨®, y acu?¨® un proyecto nuevo: recrear la vida de Isabel I. "Elizabeth I, el ¨²ltimo baile es tambi¨¦n un autorretrato, porque me identifico con muchos aspectos del personaje", explica Kemp, que encarna el papel protagonista. "La reina me fascina desde que vi a Bette Davis interpret¨¢ndola en The Private Lives of Elizabeth and Essex, cuando yo ten¨ªa apenas cinco a?os. Las ¨²ltimas 14 horas de su vida las pas¨® en pie, en una especie de trance. El espect¨¢culo comienza ah¨ª. Elizabeth llam¨® a los m¨²sicos para espantar a la muerte con una danza. Trato hechos hist¨®ricos desde la perspectiva enso?ada de una mujer moribunda, con libertad po¨¦tica. En primer plano, aparecen las relaciones de la reina con los condes de Leicester y de Essex, su ¨²ltimo gran amante, 35 a?os m¨¢s joven que ella".
En Elizabeth I, el ¨²ltimo baile,]]>]]>Kemp (Liverpool, 1938) cuenta con la asistencia de David Haughton, su mano derecha desde hace treinta a?os, y con un equipo c¨®mplice en el que destacan el compositor Carlos Miranda, la figurinista Sandy Powell y, entre los int¨¦rpretes, Nuria Moreno, Marco Berriel, Fran?ois Testory y Gianluca Margheri. Kemp se dio a conocer internacionalmente en los a?os setenta con Flowers,pantomima para Jean Genet, que dej¨® un surco profundo en la memoria de los espectadores espa?oles. Luego estren¨® Salom¨¦, donde, como en Elizabeth I, Kemp encarnaba a una mujer. El actor ingl¨¦s se dec¨ªa descendiente de William Kempe, clown coet¨¢neo de Shakespeare, e int¨¦rprete de alguna de sus obras mayores. La pantomima estaba de moda en los setenta. Lo estuvo durante todo el siglo XIX y la primera d¨¦cada del XX: George Sand y Balzac fueron devotos de Deberau y Charles Nodier escribi¨® para ¨¦l. Isadora Duncan y Colette cultivaron el g¨¦nero y Paul Claudel compuso mimodramas para Jean-Louis Barrault. En Barcelona hubo dos teatros de pantomima y compa?¨ªas como Els Onofri, c¨¦lebre por sus adaptaciones de Miguel Strogoff y Mazeppa. Luego, el g¨¦nero se retir¨® a sus cuarteles en el este de Europa, hasta que aparecieron Els Joglars, Fr¨¦d¨¦rick Vanmelle, Albert Vidal... Kemp cre¨® pantomimas excelentes: Alicia y, sobre todo, Cenicienta, donde se canta y se baila. Desde que P¨ªlades y Bathilio fundaron el g¨¦nero, bajo el reinado del emperador Augusto, la pantomima ha combinado gesto, m¨²sica, danza y, a veces, la palabra. El mimodrama silencioso que cultiva Marceau es una tradici¨®n nacida con Deberau.
]]>Elizabeth I, el ¨²ltimo baile.]]> Teatro Auditorio de Murcia. 13 de abril. Lorca. Teatro Guerra. 15 de abril. Gran Teatro de C¨®rdoba. 29 y 30 de abril. Valencia. Teatro Principal. Del 10 al 15 de mayo.
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