Polonia se paraliza durante el funeral de Karol Wojtyla

Cientos de miles de polacos siguieron ayer el funeral de Juan Pablo II en pantallas gigantes instaladas en la plaza principal de la ciudad de Cracovia, en la que el fallecido Karol Wojtyla pas¨® la mitad de su vida. Las calles de las principales ciudades polacas estuvieron desiertas por la ma?ana, durante la retransmisi¨®n del funeral del Papa, que fue tambi¨¦n despedido en su pa¨ªs con el ta?ir de campanas, salvas de ca?ones y sirenas.

En la explanada de Blonie, donde 800.000 personas -seg¨²n la polic¨ªa- siguieron el funeral, se hab¨ªa reunido el jueves en una misa una multitud similar, tambi¨¦n para conmemorar al primer Papa polaco de la historia, que ha gozado de una veneraci¨®n sin precedentes en su pa¨ªs.

"Nuestro paraguas vaticano ha sido retirado", asegur¨® en televisi¨®n el padre Adam Boniecki, director de una influyente revista cat¨®lica. "Ahora somos adultos y debemos llevar adelante lo que Juan Pablo II nos ha ense?ado", agreg¨®.

"Estoy muy contenta de estar aqu¨ª, porque puedo seguir el ambiente en el Vaticano, pero tambi¨¦n el de Cracovia", explicaba Agnieszka, que, junto a su marido y sus hijos, acudi¨® a las dos conmemoraciones. En 1979, bajo la dictadura comunista, Agnieszka tambi¨¦n estuvo presente en un momento clave de la historia reciente de Polonia y del pontificado: la primera visita de Karol Wojtyla a la ciudad de la que fue arzobispo entre 1963 y 1978.

Antes de que comenzase la retransmisi¨®n, el obispo auxiliar de Cracovia, Jozef Guzek, se dirigi¨® a la multitud congregada en la plaza. "Estamos aqu¨ª para entonar una vez m¨¢s un canto de gratitud por el pontificado de Juan Pablo II", dijo durante la homil¨ªa que precedi¨® a la retransmisi¨®n.

A las diez de la ma?ana, cuando empezaron las honras f¨²nebres en el Vaticano, la vida se detuvo en Polonia con el sonido de campanas y de sirenas. Danuta Michalowska, una amiga de la infancia de Karol Wojtyla, se qued¨® en casa para ver el funeral. "Estaba ya muy enfermo, pero hizo muchos esfuerzos. Me pidi¨® que rezase por ¨¦l durante su enfermedad", explic¨®.

En las monta?as Tatra, muy amadas por el Papa, en las que pas¨® muchas horas a lo largo de su vida, se celebr¨® una misa al aire libre, a pesar de que el invierno no hab¨ªa abandonado totalmente ese rinc¨®n de Polonia.

En Wadowice, la ciudad natal de Karol Wojtyla, unas 20.000 personas siguieron en silencio las exequias del Papa. Nada m¨¢s terminar la misa, los ca?ones situados ante el monumento al soldado desconocido lanzaron 26 salvas en memoria de los 26 a?os que dur¨® el pontificado de Karol Wojtyla.