Un cl¨¢sico extremista sin Figo
Un a?o despu¨¦s de derrotar al Madrid y echar a volar, el Bar?a vuelve al Bernab¨¦u con un plantel mejorado ante un rival que va a peor - Luxemburgo, sin centrocampistas y con el portugu¨¦s en el banquillo, propondr¨¢ un partido a todo o nada que resolver¨¢ el tiempo que le queda al campeonato
Un a?o despu¨¦s de certificar la derrota del Madrid en la Liga con un delicioso gol de Xavi, el Bar?a acude de nuevo al encuentro del estadio Bernab¨¦u con un plantel mejorado y un adversario que va a peor. Los azulgrana han alcanzado desde entonces una posici¨®n tan privilegiada que su liderato no depende del encuentro de hoy, sino que todav¨ªa puede descontar otras dos jornadas a falta de ocho para finalizar el torneo. Tiene el Bar?a un equipo ya hecho y, simplemente, necesita reforzarse, tarea para la que, por otra parte, s¨®lo debe proceder en el sentido contrario al que tom¨® en el mercado invernal y reencontrar la v¨ªa trazada en el pasado verano.
La pol¨ªtica de la junta de Joan Laporta viene marcada por la determinaci¨®n con la que actu¨® tras convencerse en Madrid de que ten¨ªa equipo para levantar el vuelo. El Bar?a ha planeado a gusto, tras blindar a Ronaldinho, con fichajes como el de Eto'o. El uno y el otro fueron despreciados por el club de Florentino P¨¦rez, que se conform¨® con Owen, un jugador liviano frente a Figo y Ronaldo, los dos ex azulgrana sobre los que edific¨® su iglesia. A la espera de que hoy coma y d¨¦ de comer, el brasile?o se ha quedado seco y el portugu¨¦s ser¨¢ suplente, s¨ªntoma de que desde la ¨²ltima visita azulgrana ha habido muchos cambios en el Bernab¨¦u y, entre ellos, el de entrenador hasta cuatro veces.
Los cul¨¦s piden el triunfo para que Eto'o recoja la bandera del nuevo jerarca del f¨²tbol espa?ol
La sensaci¨®n es que, mientras Frank Rijkaard dispone de largo del mejor equipo del campeonato, Vanderlei Luxemburgo cuenta con jugadores de sobra para ganar el partido, tantos que en un gesto tremendista ha prescindido para la alineaci¨®n de Figo, el futbolista que ha capitalizado cuantos cl¨¢sicos se han jugado desde su partida del Camp Nou, en julio de 2000, cuando ambos clubes convinieron en que en la figura del luso estaba el s¨ªmbolo del traspaso de poderes, de la prepotencia de unos y de la impotencia de otros, de la pasi¨®n con que se viven sus duelos.
Al grito de Roma no paga a los traidores, el t¨¦cnico brasile?o ha pegado el tiro de gracia a Figo, que ha cedido el protagonismo inicial del partido a Eto'o, un desertor de la causa madridista por sentirse tan ninguneado como Luis Enrique. La decisi¨®n de Luxemburgo resulta sorprendente si se atiende a la importancia que tiene el encuentro para el Madrid y la capacidad de Figo para manejarse en situaciones de responsabilidad.
La alineaci¨®n madridista confirma que el Madrid necesita rehacerse frente a un Bar?a que juega en paz consigo mismo. A los azulgrana les anima tanto la presi¨®n de su hinchada como la necesidad de rematar la Liga cuanto antes, y no hay mejor campo para coronarse, aunque sea virtualmente, que el de su enemigo natural. Jugar¨¢ el Bar?a de favorito en un escenario muy cul¨¦ por la manera como el Madrid se ha enredado. As¨ª las cosas, cabe cualquier resultado.
Incluso el Madrid habla bien del Bar?a, de su juego y de sus futbolistas y le invita a vencerle en su casa para certificar su reinado o, en caso contrario, exponerse a la misma tortura por la que est¨¢ pasando desde que se venci¨® a s¨ª mismo, ante el Zaragoza, en la final de Copa de Montju?c, hoy terreno del Espanyol y que en el futuro piensa ocupar la parte del Bar?a que no quepa en el Camp Nou. El Bar?a le ganar¨¢ al Madrid en la medida en que se parezca al Bar?a, un equipo agresivo con la pelota, especialmente din¨¢mico, que se defiende con el ataque. Aunque recupera a M¨¢rquez, decisivo como corrector de las deficiencias defensivas, las lesiones de Puyol y Ronaldinho le tienen preocupado. La aportaci¨®n de los solistas se considera decisiva por la falta del futbolista orquesta. Nadie como Deco, sancionado, interpreta el juego que quiere Rijkaard y que necesita el Bar?a, como se vio, por ejemplo, ante el Chelsea. Deco comete faltas, marca goles, hace de todo y todo lo hace bien.
Igualmente mermado aparece el Madrid ante las bajas de Samuel y Guti. Por la ausencia de centrocampistas, se supone que Luxemburgo propondr¨¢ un partido abierto, directo, expuesto al todo o nada, entregado a Ronaldo, a Zidane o a Ra¨²l y amparado en una gran carga ambiental.
El Madrid se entregar¨¢ a sus futbolistas y el Bar?a al equipo en un cl¨¢sico extremista por la naturaleza de ambos clubes. A los blancos s¨®lo les vale ganar. Los azulgrana, mientras tanto, piden el triunfo para que, humillado Figo por el Madrid y prescrita de alguna manera la clausura del Camp Nou por la cabeza de cerdo que vol¨® y se utiliz¨® como muestra de la rabia barcelonista, Eto'o recoja la bandera del nuevo jerarca del f¨²tbol espa?ol, toda vez que el Deportivo ha envejecido y el Valencia anda extraviado. El gran cl¨¢sico decidir¨¢ por una vez el tiempo de vida que le queda a la Liga.
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