"?Olvidaos de Figo!"

Desde que fich¨® por el Madrid, el t¨¦cnico brasile?o Vanderlei Luxemburgo ha cobrado un protagonismo constante. Como las v¨ªsperas del gran cl¨¢sico no pod¨ªan ser una excepci¨®n, ayer confirm¨® que Figo no entrar¨¢ en la alineaci¨®n inicial. Lo justific¨® alegando que Owen est¨¢ en una forma tal que impone su presencia ante el Bar?a. "Mir¨¦ a Owen jugar con Inglaterra", dijo; "jugar luego en Albacete y entrenarse durante la semana. Me hizo pensar. Y me dije: 'Owen, para m¨ª, tiene que empezar jugando'. Luego, me pregunt¨¦: '?C¨®mo es mejor el equipo? ?Con Figo o con Ronaldo?".

La respuesta interior de Luxemburgo no se hizo esperar: Figo, fuera.

La noticia sorprendi¨® al vestuario del Madrid posiblemente m¨¢s que al propio Figo. En Inglaterra, donde la afici¨®n es m¨¢s reacia a medir otra cosa que no sea el volumen, pocos comprenden que Owen, con 10 goles y 12 titularidades, no juegue en vez de Ra¨²l, que lleva 6 en 24. Como dijo McManaman: "No s¨¦ qu¨¦ m¨¢s tiene que hacer Michael para entrar en el once".

En Inglaterra el f¨²tbol es una cosa. En el vestuario del Madrid, otra distinta. Aqu¨ª no son pocos los jugadores que no comprenden exactamente por qu¨¦ debe ser Figo el sacrificado y no otro con menos m¨¦ritos en la pechera. Corren tiempos dif¨ªciles y el Madrid es un club en el que cada individuo presenta argumentos particular¨ªsimos, demasiadas veces ligados al factor econ¨®mico. Son pocos los que piensan m¨¢s en el equipo que en s¨ª mismos y menos a¨²n los que, adem¨¢s de pensar en el grupo, saben jugar. Figo sabe jugar mejor que varios de los que hoy estar¨¢n ante el Bar?a de salida. Pero el fin de su ciclo madridista es un rumor que cobra forma d¨ªa a d¨ªa. Ayer, el extremo portugu¨¦s dej¨® el entrenamiento con sus viejas gafas tipo Onassis. Tranquilo, como esos hombres que saben que han entrado en la historia. Sereno como si tuviera la certeza de que nadie le podr¨¢ juzgar nunca por su falta de coraje.

?Estuvo la decisi¨®n de Luxemburgo m¨¢s impregnada de la pol¨ªtica deportiva del club a largo plazo que de las necesidades inmediatas del equipo? ?Es la suplencia del luso el pre¨¢mbulo de su marcha? Ah¨ª no entr¨® el t¨¦cnico cuando fue interrogado en la conferencia de prensa. "Tengo una raz¨®n para hacer este cambio", prosigui¨® ahora m¨¢s cr¨ªptico, "pero no la puedo explicar aqu¨ª. ?Mi comida con el presidente? Respeto much¨ªsimo su opini¨®n, pero las decisiones t¨¦cnicas son cosa m¨ªa".

Adem¨¢s de admitir que hab¨ªa escuchado la opini¨®n de Florentino P¨¦rez y que la respetaba, el entrenador madridista dijo que no ha dado ni dar¨¢ explicaciones a Figo. "Es normal que un jugador que ha ganado tantos t¨ªtulos como ¨¦l se quede enfadado", reconoci¨®, "pero mi decisi¨®n no es quitar a Figo, sino poner a Owen. Con Figo no he hablado. No tengo nada que explicarle. Mi funci¨®n es poner y quitar jugadores, no dar explicaciones. As¨ª como no le explico a Owen por qu¨¦ juega, tampoco tengo que decirle a Figo por qu¨¦ no lo hace".

"A m¨ª no me preocupa si mis decisiones afectan o no afectan a los gal¨¢cticos o no gal¨¢cticos", refunfu?¨® Luxemburgo; "mi trabajo es hacer lo mejor para el club. ?Olvidaos de Figo! Mi preocupaci¨®n no es que Figo debe ir al banquillo. Es que Owen debe jugar. Y, como no puedo jugar con doce, juego sin Figo. No se puede afrontar una competici¨®n con once. Se necesita toda la plantilla. Tenemos que dejar de pensar en nosotros mismos para pensar en el grupo".

No se sabe si Owen piensa m¨¢s en el grupo que en su propio prestigio. Lo cierto es que el delantero ingl¨¦s est¨¢ convencido de que ha metido suficientes goles para creer firmemente que su titularidad es la consecuencia justa. Esta semana declar¨® a la revista Shoot que, si se viera "forzado" a dejar el Madrid, no tendr¨ªa "inconveniente" en regresar al Liverpool, su club de origen.