Nueva York busca una respuesta a los atentados del 11-S y de Madrid

El eco de los atentados del 11-S y el 11-M se ha dejado escuchar en Nueva York durante dos d¨ªas a trav¨¦s de las voces de espa?oles como Juan Luis Cebri¨¢n, consejero delegado del Grupo PRISA (editor del diario EL PA?S), o de estadounidenses como el congresista Tim Roemer, miembro de la comisi¨®n del 11-S, invitados, entre otros, al foro de debate organizado por la New School University y el Centro de Cultura Contempor¨¢nea de Barcelona (CCCB).

Bajo el t¨ªtulo Comparando el impacto del 11-S y el 11-M, y dirigido a reflexionar sobre las consecuencias pol¨ªticas, sociales, jur¨ªdicas y culturales de lo que el director del CCCB, Josep Ramoneda, defini¨® como "dos experiencias tan parecidas en la tragedia y tan diferentes en el modo de vivirla", el encuentro, que se celebrar¨¢ anualmente, puso en evidencia lo mucho que pueden aprender uno y otro pa¨ªs de sus diferentes experiencias.

El dardo en la palabra, que en Espa?a han lanzado las v¨ªctimas de los atentados contra las instituciones pol¨ªticas, volvi¨® a dejarse o¨ªr en Nueva York en la voz de Mar¨ªa Pacheco, miembro de la Asociaci¨®n de las V¨ªctimas del 11-M, quien explic¨®, frente a un at¨®nito Tim Roemer, "las humillaciones" sufridas por su colectivo hasta que consigui¨® ser escuchado por la Comisi¨®n de Investigaci¨®n del 11-M, en clara oposici¨®n a las relativamente buenas relaciones que, con excepciones, han mantenido las v¨ªctimas del 11-S con la comisi¨®n estadounidense.

No obstante, Allan Horwitz, familiar de un fallecido en los ataques neoyorquinos, desafi¨® a Roemer por no haber buscado "responsables con nombres y apellidos", y le expres¨® su desconcierto porque el Gobierno estadounidense sigue defendiendo que Irak tuvo algo que ver con el 11-S, pese a las conclusiones contrarias de la comisi¨®n, presentadas hace un a?o. "Nuestro informe tuvo ¨¦xito y muchas de nuestras recomendaciones se han puesto en pr¨¢ctica, pero no tenemos tanto poder como el Gobierno y, si ¨¦ste repite una y otra vez su mensaje, acaba calando en la gente", afirm¨® Roemer tras reconocer que a¨²n existe un alto porcentaje de estadounidenses que piensan que Sadam Husein y el 11-S est¨¢n relacionados.

En ese sentido, el juez Baltasar Garz¨®n record¨® que en Espa?a "la utilizaci¨®n pol¨ªtica de los atentados tambi¨¦n ha llevado a que haya un 40% de ciudadanos que piensan que ETA particip¨® en el 11-M, aunque todas las investigaciones judiciales digan lo contrario". La manipulaci¨®n pol¨ªtica de los ataques espa?oles fue calificada por Leslie Crawford, la corresponsal en Madrid del diario Financial Times, como "burdo intento de reescribir la historia por parte del PP, que est¨¢ adoptando indiscriminadamente las t¨¢cticas de los neoconservadores norteamericanos para convertir a la prensa de izquierdas en el enemigo, acus¨¢ndola de haber animado las protestas contra el Ejecutivo de Aznar tras el 11-M, relacionando a los socialistas con los terroristas y acusando de mentirosos a los medios que no les son afines. Espa?a tiene una corta historia democr¨¢tica y lo que est¨¢ haciendo el PP es muy peligroso, est¨¢n jugando con fuego".

Juan Luis Cebri¨¢n defendi¨® el papel ejercido por el Grupo PRISA tras los atentados; apunt¨® a la espontaneidad ciudadana como ¨²nico determinante de la movilizaci¨®n social contra el PP, "porque la gente quiso ejercer su libertad de expresi¨®n y ten¨ªa derecho a hacerlo", y afirm¨® que tras el 11-M, "los peri¨®dicos fueron m¨¢s responsables que el Gobierno".

En cuanto a las consecuencias globales del terrorismo, Bob Kerrey, presidente de la New School University y miembro de la comisi¨®n del 11-S, advirti¨® del peligro de "magnificar la vulnerabilidad frente al terrorismo y de responder endureciendo las leyes" como ha hecho Estados Unidos con la Patriot Act. El ex senador dem¨®crata tambi¨¦n calific¨® de "fracaso pol¨ªtico global" la incapacidad para "aunar fuerzas" internacionales en esa lucha.