?Embriones?

Creo que es lo que todos esperamos, que los avances cient¨ªficos hagan al hombre, a la mujer, m¨¢s humanos. Lo compruebo cuando veo los esfuerzos que se hacen para vencer la enfermedad y el dolor, y para facilitar en todos los campos la vida del hombre. Pero, desgraciadamente, no siempre es as¨ª y que el hombre, por intereses m¨¢s o menos nobles (nunca el fin ha justificado los medios), se olvida del hombre cuando hace ciencia. Y me refiero, en concreto, a la utilizaci¨®n de embriones humanos para investigar posibles campos de curaci¨®n de enfermedades actualmente incurables. El fin loable, los medios reprobables.

Hombres de ciencia que han llegado a descifrar los secretos del genoma humano, que conocen palmo a palmo el desarrollo embrionario y fetal, cierran los ojos a la evidencia y niegan que sea un ser humano, con todos sus derechos, el embri¨®n humano. Y puede ser que la ciencia ciegue a los cient¨ªficos, pero sabemos que hay una continuidad en la vida humana desde el ¨®vulo fecundado hasta la muerte, a una edad m¨¢s o menos avanzada, del individuo.

?Qu¨¦ hubiera sido de nosotros, de ti y de m¨ª, si en el estadio embrionario nos hubiera sobrevenido la muerte? Pues que evidentemente no estar¨ªamos aqu¨ª. ?Y si por accidente o enfermedad ese montoncito de c¨¦lulas de apenas unos d¨ªas de vida hubiera sufrido una mutaci¨®n, una alteraci¨®n? Pues que probablemente ahora padecer¨ªamos una deficiencia concreta debido a ello. ?No queda claro, por tanto, que todos hemos sido durante una fase de nuestra vida embriones, lo mismo que todos fuimos ni?os? Entonces, ?por qu¨¦ cerramos los ojos y negamos la evidencia? ?Podemos permitirnos la aberraci¨®n de utilizar y crear seres humanos para luego manipularnos y destruirlos aunque el fin sea buen¨ªsimo?

Tengamos en cuenta que cuando el hombre no se reconoce y se acepta a s¨ª mismo en todas las fases de su vida, incluidas las del desarrollo y las de la senectud, est¨¢ en camino de deshumanizarse, de destruir lo mejor que tiene.