Una galer¨ªa donostiarra reivindica el grabado art¨ªstico con una exposici¨®n colectiva

El artista Lucio Mu?oz (Madrid, 1929-1998) supone "tal vez el ejemplo m¨¢s exagerado" de creador que ha tenido la voluntad de "utilizar el grabado con la misma seriedad, responsabilidad y exigencia que la pintura", afirma el responsable de la donostiarra Galer¨ªa Diecis¨¦is (Plaza del Buen Pastor, 16), Gonzalo S¨¢nchez. Por eso, no pod¨ªa faltar en la colectiva con la que este galerista reivindica el grabado art¨ªstico.

"En Espa?a, tradicionalmente, el grabado art¨ªstico no ha estado ni bien ni mal visto; se ha visto con desd¨¦n, incluso por los artistas, los cr¨ªticos, los museos... S¨®lo se mira con inter¨¦s cuando el artista ha alcanzado fama universal. Esto afecta a todo lo que es obra sobre papel", sostiene S¨¢nchez.

A ¨¦l, sin embargo, siempre le ha interesado el grabado, pero, sobre todo, a partir del momento en que pierde su funci¨®n cultural en favor de la fotograf¨ªa y las t¨¦cnicas mec¨¢nicas y se circunscribe a la funci¨®n art¨ªstica.

S¨¢nchez ha seleccionado para la muestra, abierta hasta el 7 de mayo, a autores para los que el grabado fue o es "una parte importante dentro de su trayectoria". Creadores que no han realizado obra gr¨¢fica "por peticiones del mercado", sino porque la han considerado una herramienta tan v¨¢lida para expresar algo como la pintura o la escultura. Las obras son, en general, de mediano y gran formato. Y es que la ruptura con el peque?o formato es "un signo m¨¢s de autonom¨ªa del grabado en su funci¨®n creativa".

Mu?oz comparte cartel con Eduardo Chillida, Antoni T¨¤pies, Andr¨¦s Nagel, Manolo Vald¨¦s, Josep Guinovart, Alfonso Bonifacio, Joan Hern¨¢ndez Pijuan y Alfonso Albacete. Completan la lista dos artistas cuya obra no se ha visto en San Sebasti¨¢n: el brit¨¢nico Victor Pasmore, fallecido en 1998, quien en los sesenta comenz¨® un intenso periodo de experimentaci¨®n con la obra gr¨¢fica en el prestigioso taller 2RC en Roma, y el italiano Salvatore Mangione, Salvo, quien en su b¨²squeda art¨ªstica se sit¨²a entre el territorio de lo po¨¦tico y ese otro donde el pensamiento domina y controla la forma.