Rescatados del olvido 20 a?os despu¨¦s

Han pasado 20 a?os, pero Cristina Salado no ha podido olvidar el rostro de aquel hombre que pas¨® a su lado el 12 de abril de 1985 en el restaurante El Descanso de Barajas (Madrid). Pas¨® y la mir¨® fijamente. Instantes despu¨¦s se encontraba sepultada bajo dos metros de escombros. En un instante perdi¨® a su marido y a la amiga con la que hab¨ªa quedado para cenar. Recuerda a aquel hombre de rasgos cauc¨¢sicos, delgado, pelo claro, joven y con bigote, que ten¨ªa una bolsa de deporte blanca a sus pies, y c¨®mo dos horas despu¨¦s cuando la introduc¨ªan en una ambulancia gritaba: "?S¨¦ qui¨¦n ha sido, llamad a la polic¨ªa, s¨¦ qui¨¦n ha sido!". Lleg¨® a identificarle en fotograf¨ªas de la polic¨ªa, igual que otros testigos. El atentado seg¨® la vida de 18 personas y dej¨® heridas a 82.

Dos meses despu¨¦s dej¨® el hospital, ten¨ªa 29 a?os y le tocaba seguir la vida sola. Hoy arrastra secuelas f¨ªsicas graves: tres hernias discales, metralla en las cervicales... Heridas que refuerzan su estr¨¦s postraum¨¢tico cr¨®nico. Cuatro lustros despu¨¦s sigue luchando por conseguir la invalidez permanente. "Cada vez que hay un atentado me enloquece la cabeza".

El Descanso, situado en el kil¨®metro 14,200 de la carretera de Madrid-Barcelona y frecuentado por militares estadounidenses de la vecina base de Torrej¨®n de Ardoz, salt¨® por los aires con casi 200 personas dentro. Pero uno de los atentados terroristas m¨¢s graves de Espa?a no ha sido nunca esclarecido. La explosi¨®n fue atribuida oficialmente a la Yihad Isl¨¢mica, que reivindic¨® el atentado en Beirut (L¨ªbano), pero el sumario fue sobrese¨ªdo y archivado. Desde el d¨ªa de la explosi¨®n, la compa?¨ªa de Cristina y de otros afectados ha sido el olvido. Algunos ni han cobrado indemnizaciones.

Las l¨¢grimas derramadas durante tanto tiempo en la intimidad se hicieron ayer p¨²blicas. La soledad se rompi¨®, en un d¨ªa soleado, en el Parque del Retiro de Madrid, en el Bosque de los Ausentes, donde crecen 192 cipreses que recuerdan a los fallecidos del 11-M. Cristina es portavoz de la Asociaci¨®n 11-M Afectados del Terrorismo, organizadora del homenaje junto a la Associaci¨® Catalana de V¨ªctimes d'Organitzacions Terroristes. "Me ha ayudado mucho estar en la asociaci¨®n, porque reconozco en otras v¨ªctimas cosas que antes era incapaz de ver en m¨ª".

Pilar Manj¨®n ley¨® un manifiesto que se proclamaba la unidad de las v¨ªctimas -"todas somos iguales"- y tend¨ªa la mano a los afectados por el atentado de 1985, de quienes dijo que han estado relegados al furg¨®n de cola. "Que este acto sea la mano tendida que no tuvisteis cuando os consum¨ªa el desgarro", dese¨®. Despu¨¦s, unos versos, el recuerdo del nombre de los fallecidos y un minuto de silencio. Escuchaban decenas de afectados por el 11-M y El Descanso; la secretaria general de la Asociaci¨®n de V¨ªctimas del Terrorismo (AVT), Carmen Miranda, y representantes de la oficina del comisionado Gregorio Peces-Barba.

Finalizado el acto, llegaron el primer ministro portugu¨¦s, Jos¨¦ S¨®crates, y el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallard¨®n. Dejaron una corona de laurel, recorrieron el bosque y saludaron a los organizadores del acto. "Se me hace un nudo en la garganta cuando recuerdo el 11-M", dijo S¨®crates.