A los mandos de un autob¨²s virtual

Ana Bel¨¦n S¨¢nchez, una de las futuras conductoras de la Empresa Municipal de Transportes (EMT), acaba de tener un accidente con un coche. El turismo, un Seat Toledo de color azul, no le ha respetado su preferencia de paso, pese a que ella circula por el interior de una rotonda. Ella se enfada y se dirige al conductor, al que le increpa dici¨¦ndole que si no sabe d¨®nde va. El incidente no pasa a mayores y en este caso no ser¨¢ necesario rellenar un parte de accidentes. La aspirante a ch¨®fer municipal se encuentra a los mandos de un novedoso simulador desarrollado por la EMT y por la empresa de tecnolog¨ªa de la informaci¨®n Indra.

El simulador, cuyo coste es de tres millones de euros y es ¨²nico en el mundo, reproduce al detalle los mandos de un autob¨²s de ocho de los 18 modelos con que cuenta la EMT. Adem¨¢s del volante y el panel de mandos, dispone de los pedales de freno y acelerador, los limpiacristales, una expendedora de billetes y los mandos para abrir o cerrar las puertas. El conductor cuenta con un asiento real y la cabina se mueve hacia adelante o hacia atr¨¢s en las aceleraciones y frenazos o lateralmente si coge un bache o se sube a un bordillo.

Una de las principales ventajas es que la persona que maneja el autob¨²s tiene una visi¨®n id¨¦ntica a la que tendr¨ªa si condujera uno real. Los coches le adelantan, los viajeros esperan en las paradas y el recorrido incluye hasta las cocheras que la EMT tiene en la calle de Mauricio Legendre, junto a la estaci¨®n de Chamart¨ªn.

"Lo que vimos en 2001 es que pod¨ªamos utilizar la inform¨¢tica para mejorar la calidad de la formaci¨®n. Los conductores que entran nuevos no han trabajado con autobuses de 12 metros de largo con caja de cambios autom¨¢tica", explica el subdirector de desarrollo tecnol¨®gico de la EMT, Arturo Mart¨ªnez.

Tras un periodo de nueve meses para definir los contenidos del simulador, 30 personas (15 de Indra y 15 de la EMT) se pusieron a fabricarlo. Era necesario recrear todas las circunstancias con las que pudiera enfrentarse un conductor: desde un pinchazo en ruta hasta lluvia y nieve en una noche de invierno. "Hablamos con las constructoras de los nuevos barrios de Madrid y les pedimos que nos dejaran hacer pr¨¢cticas con autobuses reales en las calles que ten¨ªan construidas y por las que no pasaban coches. Lo hicimos con autobuses vac¨ªos, llenos, en suelo mojado, en arrancada y en parada, entre otras muchas circunstancias, para que pudi¨¦ramos copiar los par¨¢metros necesarios para el programa inform¨¢tico, ya que partimos de cero", comenta Arturo Mart¨ªnez.

"Estamos muy contentos porque ha mejorado la formaci¨®n de nuestro personal. Eso se traduce en mejor calidad del servicio y que est¨¦n capacitados para hacer frente a los problemas que se les puedan dar", comenta el jefe de servicio de desarrollo de recursos humanos, el psic¨®logo Antonio Jos¨¦ Crespo.

La sede de Fuencarral dispone ahora de cuatro cabinas de este tipo que est¨¢n a pleno funcionamiento desde enero. Ya han pasado m¨¢s de 100 alumnos. Por t¨¦rmino medio est¨¢n unos 10 d¨ªas, en los que el nivel de dificultad al que se tienen que enfrentar aumenta. Para que puedan vivir situaciones reales, se ha construido una ciudad de 10 kil¨®metros cuadrados. El programa es tan inteligente que, pese a que dos alumnos pasen seguidos y hagan la misma l¨ªnea, las situaciones cambian. Adem¨¢s, el formador puede complicarle el recorrido al hacerle que se enfrente con obst¨¢culos. Le puede poner un sem¨¢foro en rojo, que se le caliente el motor o que una ambulancia le obligue a reducir dr¨¢sticamente la velocidad, entre otras cosas.

Las primeras clases duran menos de 10 minutos, ya que el alumno debe enfrentarse a una realidad nueva. Cuando un conductor est¨¢ al volante de un veh¨ªculo, el que se mueve es ¨¦l y los objetos y las calles permanecen quietos. Aqu¨ª ocurre al rev¨¦s: se mueven las im¨¢genes y el conductor se queda quieto, pese a que la percepci¨®n que tiene es la de estar a los mandos de un veh¨ªculo de 12 metros.

Dificultad creciente

Poco a poco, el tiempo que pasan al volante se incrementa hasta llegar a los 40 minutos por clase. Y con ello, las dificultades. Las grandes avenidas con varios carriles por sentido y carril reservado a los autobuses dejan paso a las calles con coches aparcados en ambas aceras, a giros cerrados o a cuestas en las que es necesario llevar el veh¨ªculo pr¨¢cticamente a punta de gas. "El nivel tecnol¨®gico que tiene la EMT permite que no tengamos que utilizar hasta 15 autobuses, como ocurr¨ªa antes, para formaci¨®n, con el consiguiente ahorro de combustible y la menor contaminaci¨®n, la eliminaci¨®n de aver¨ªas e incluso peque?os golpes que pudieran surgir", a?ade el subdirector de desarrollo tecnol¨®gico.

Los nuevos conductores, tras terminar en los simuladores, tambi¨¦n salen otros 10 d¨ªas por las calles de la capital para practicar con tr¨¢fico real. La empresa municipal cuenta en la actualidad con 5.170 conductores y cada a?o ingresan una media de 250 nuevos. Se les requiere que posean el carn¨¦ de la modalidad D y una experiencia m¨ªnima de seis meses en otras empresas. Tambi¨¦n deben pasar un examen te¨®rico, otro pr¨¢ctico y un reconocimiento m¨¦dico.

Adem¨¢s de los nuevos conductores, tambi¨¦n pasan por estos simuladores los ch¨®feres que han sufrido diversos accidentes seguidos y los que se someten a cursos de reciclaje. Estos ¨²ltimos deben saber c¨®mo actuar en caso de accidente o ante situaciones poco frecuentes como un pinchazo.