Historiales m¨¦dicos

Est¨¢ visto que la tranquilidad se ha alejado del hospital p¨²blico Severo Ochoa, de Legan¨¦s. Ojal¨¢ que regrese pronto, pero gestos como el del pasado mi¨¦rcoles de sacar casi 400 historiales m¨¦dicos por parte de cinco inspectores de la Consejer¨ªa de Sanidad madrile?a, sin informar siquiera a la junta de personal, no sirven m¨¢s que para encrespar los ¨¢nimos, ya de por s¨ª bastante caldeados. El departamento que dirige el consejero Lamela ha argumentado que el objetivo era custodiar esos documentos y "proteger y garantizar la confidencialidad de los datos". ?De qui¨¦n hay que protegerlos? ?Del personal del centro, que lleva un mes con movilizaciones de protesta contra la destituci¨®n del coordinador de urgencias y exige su vuelta? ?De quienes est¨¢n filtrando expedientes mancillando el m¨¢s elemental principio ¨¦tico de preservar el derecho de intimidad de un enfermo?

La ¨²ltima decisi¨®n de Lamela es como m¨ªnimo apresurada, pese a que el Gobierno aut¨®nomo afirme que se ha realizado cumpliendo la legalidad, aun cuando no haya habido autorizaci¨®n judicial. No piensan as¨ª ni la junta de personal ni el Ayuntamiento de Legan¨¦s, que estudian interponer una querella ante la Fiscal¨ªa de Madrid por entender que se trata de una vulneraci¨®n de la ley de Autonom¨ªa del Paciente y de la ley org¨¢nica de Protecci¨®n de Datos. Tambi¨¦n el fiscal general del Estado ha instado a los afectados a presentar denuncia por una posible violaci¨®n de su intimidad. No se trata aqu¨ª tanto de dudar de antemano sobre la verdadera intenci¨®n de ese traslado de historiales, sino de la premura. Se dice que todo el material ser¨¢ de utilidad para facilitar la investigaci¨®n del comit¨¦ de expertos, cuando ni siquiera el ¨®rgano ha comenzado a trabajar y, por tanto, no los ha solicitado.

Lamela demuestra una vez m¨¢s con esta ¨²ltima actitud que hay m¨¢s sombras que aciertos en su gesti¨®n del caso Legan¨¦s por mucho que se empe?e en afirmar que la decisi¨®n de destituir a la c¨²pula directiva del hospital y al coordinador del servicio de medicina paliativa, basada en una denuncia an¨®nima, ha sido correcta y que su ¨²nica equivocaci¨®n fue la de fiarse de la poca discreci¨®n de la oposici¨®n socialista. Si as¨ª fuese, cabr¨ªa recriminar a todos los que, independientemente de su coloraci¨®n partidista, han convertido el incidente en una pelea de plaza creyendo que lo que es ni m¨¢s ni menos un centro de atenci¨®n sanitaria se trata de una plataforma para airear sus rencillas. El desgraciado incidente del Severo Ochoa est¨¢ en manos de la justicia y es s¨®lo ella la que debe refrendar o rechazar la decisi¨®n del consejero. Bueno ser¨ªa un poco de calma y cordura hasta entonces.