?Y si Francia dice 'no' a la Constituci¨®n?
Nadie tiene un 'plan B' en el caso de que uno de los pa¨ªses clave rechace la nueva ley fundamental de la UE
El miedo a un rechazo franc¨¦s a la Constituci¨®n europea atenaza la vida diaria de la Uni¨®n al observar con pavor que son 14 los sondeos consecutivos que apuntan al no en el refer¨¦ndum del 29 de mayo. Pa¨ªs fundador de la UE, l¨ªder indiscutible de la construcci¨®n europea y el verdadero inspirador de esta Carta Magna, Francia amenaza con convertirse en la "oveja negra que bloquea todo", como asegura su propio presidente, Jacques Chirac. De hecho, ya lo est¨¢ haciendo, porque la UE ha postergado importantes proyectos legales y est¨¢ modificando otros para no molestar a los franceses. Si aun as¨ª gana el no, la m¨¢s grave crisis de la Uni¨®n quedar¨¢ servida. Nadie tiene hoy por hoy un plan B.
Entre la incredulidad y el temor, diferentes dirigentes pol¨ªticos y analistas desgranan las consecuencias de un posible no franc¨¦s: la Constituci¨®n quedar¨ªa muerta, cuando cinco pa¨ªses la han ratificado (Lituania, Hungr¨ªa, Eslovenia, Italia y Espa?a, en este caso tras un refer¨¦ndum); las negociaciones de adhesi¨®n con Croacia y Turqu¨ªa y la aproximaci¨®n a Serbia y Montenegro quedar¨ªan congeladas, como se?ala John Palmer, director del European Policy Center; el efecto domin¨® sobre los otros ocho referendos ser¨ªa demoledor; y la credibilidad del euro quedar¨ªa da?ada porque "sin pol¨ªtica clara, el euro ya no resulta tan atractivo", como dice Wolfgang Munchau, columnista del diario brit¨¢nico Financial Times.
El temor a tales problemas ha tenido efectos preventivos en Bruselas. La llamada directiva Bolkestein para liberalizar la prestaci¨®n de servicios, denostada en Francia, est¨¢ siendo modificada en la Euroc¨¢mara a la medida de Par¨ªs. Por imposici¨®n de Francia, y de Alemania, acaba de reformarse el mes pasado el Pacto de Estabilidad para adaptarlo al gusto franco-alem¨¢n. Aun as¨ª, lo seguir¨¢n incumpliendo, y el comisario de Asuntos Econ¨®micos, Joaqu¨ªn Almunia, ha anunciado que actuar¨¢ contra Par¨ªs y Berl¨ªn..., pero despu¨¦s del verano, tras el refer¨¦ndum.
Tampoco comenzar¨¢n antes las negociaciones de las Perspectivas Financieras de la Uni¨®n "para no interferir" en la campa?a. Y el plan para recortar las ayudas de Estado, al que se oponen Francia y B¨¦lgica, duerme en los cajones de Bruselas.
Pese a que las encuestas insisten en que Francia puede dar ese salto al vac¨ªo que dar¨ªa al traste con su medio siglo de liderazgo europe¨ªsta, algunos creen que es demasiado pronto para el "catastrofismo". Es lo que dice ??igo M¨¦ndez de Vigo (PP), destacado promotor de la Constituci¨®n. Estuvo hace unos d¨ªas en la Asamblea francesa con los eurodiputados socialistas alemanes Klaus H?nsch y Jo Leinen, quienes calificaron all¨ª de "intolerable" un rechazo franc¨¦s. En la discusi¨®n, recuerda el espa?ol, qued¨® claro que los franceses est¨¢n m¨¢s preocupados por los efectos de la ampliaci¨®n de la UE al Este que por el contenido de la Constituci¨®n. Por eso, hablan sobre todo de las deslocalizaciones o la llegada de emigrantes del Este. "Tienen una crisis de confianza", comenta el eurodiputado liberal polaco Bronislaw Geremek, quien particip¨® en esa visita parlamentaria.
Debate sobre la ampliaci¨®n
Lo mismo opina el presidente de la Euroc¨¢mara, Jos¨¦ Borrell, quien ma?ana ver¨¢ a Chirac en Par¨ªs: "Parece que muchos franceses acaban de despertarse y han sabido ahora que la UE tiene 25 socios", dice Borrell al referirse a este "retrasado debate" sobre la ampliaci¨®n del 1 de mayo de 2004. "Si los checos o los malteses dijeran no, ser¨ªa un problema para ellos, pero no para Europa; si los franceses dicen no, ser¨¢ un problema para ellos, pero sobre todo para Europa", afirma.
A Javier Solana, Alto Representante de la UE para la Pol¨ªtica Exterior, le parece "impensable" que Francia rechace unos avances para Europa, como la creaci¨®n de un ministro europeo de Exteriores, una idea francesa para un puesto que ser¨ªa ocupado por el pol¨ªtico espa?ol, quien hace un llamamiento "a la responsabilidad particular" de los pa¨ªses fundadores de la Uni¨®n y pregunta a los franceses: "?Rechazar la Constituci¨®n no es negar la esperanza en una Europa mejor y un mayor equilibrio mundial?".
Puede serlo y, por eso, dirigentes de toda la UE preparan su desembarco en Francia para participar en la campa?a. Ya ha aportado su grano de arena, entre otros, el presidente portugu¨¦s, Jorge Sampaio, quien ha lanzado esta semana un mensaje claro: "Espero que Francia siga siendo uno de los l¨ªderes en los avances de la Uni¨®n. No se puede concebir la UE sin Francia".
Dada la divisi¨®n al respecto entre los socialistas franceses, ser¨¢ significativo el acto que el Grupo de los Socialistas Europeos (PSE) de la Euroc¨¢mara ha organizado el 3 de mayo en Par¨ªs para destacar que "un voto afirmativo es lo mejor para los intereses de Francia", como dijo el l¨ªder del PSE, el alem¨¢n Martin Schulz, al presentar el d¨ªa 7 la eurocampa?a por el s¨ª. Hasta el presidente de la Comisi¨®n, Jos¨¦ Manuel Dur?o Barroso, denostado en Francia, criticado por Chirac y hasta vetado en un programa televisivo por haber defendido la directiva Bolkestein, acudir¨¢ el mes que viene a Par¨ªs.
Mientras, los euroesc¨¦pticos se frotan las manos. No s¨®lo ellos. Algunos pol¨ªticos del PP espa?ol no ocultan una media sonrisa. Quiz¨¢s, es lo que le ocurre al ex presidente Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar. Fue ¨¦l quien siempre apost¨® por mantener el actual Tratado de Niza. As¨ª ser¨¢ por mucho tiempo si los franceses dicen no.
Vuelta a Niza
Los 25 Estados de la UE deben ratificar la Constituci¨®n Europea para que entre en vigor. Sin embargo, la misma precisa que, si pasados dos a?os desde su aprobaci¨®n (el 29 de octubre de 2006), ya la han ratificado 20 socios y otros no lo han logrado, los l¨ªderes europeos decidir¨¢n qu¨¦ hacer.
El rechazo por parte de alg¨²n peque?o pa¨ªs no dar¨ªa problemas a la Uni¨®n. Ser¨ªa invitado a repetir el tr¨¢mite y, de persistir el rechazo, tendr¨ªa que plantearse seguir o no en el club.
Pero si el no procede de Francia, no hay salida posible para esa Carta Magna. Ni siquiera la revisi¨®n o reforma del texto actual, y as¨ª lo sostienen Javier Solana, Jos¨¦ Borrell y el propio Chirac, porque ser¨ªa imposible pactar cambios entre los 25.
"?Es que creen algunos franceses que Blair ser¨¢ m¨¢s federalista despu¨¦s de un no en Francia?", se pregunta Borrell. Otros, m¨¢s optimistas creen que se podr¨ªan salvar algunas partes claves. En todo caso, la vigencia del pol¨¦mico y criticado Tratado de Niza, hoy en vigor, se prolongar¨ªa mucho m¨¢s all¨¢ de noviembre de 2006, la fecha en la que deber¨ªa estar vigente la Constituci¨®n. Nadie que apueste por favorecer la construcci¨®n europea quiere esta opci¨®n.
Por eso, desde Berl¨ªn asoma el indicio de un hipot¨¦tico plan B: acelerar la creaci¨®n de vanguardias y n¨²cleos duros en la Uni¨®n. ?En torno a un indiscutido liderazgo del eje franco-alem¨¢n que ser¨ªa el principal derrotado en este proceso de ratificaci¨®n?
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