Andaluc¨ªa concentra el 27% de ocupados del sector agr¨ªcola, que tiene menor peso que en otras regiones

2004 volvi¨® a ser un mal a?o para el sector agr¨ªcola y contin¨²o el ritmo de destrucci¨®n de empleo que se mantiene desde hace una d¨¦cada. Andaluc¨ªa sigue liderando el ranking de ocupados en el sector primario, con el 27% del total espa?ol. Sin embargo, el peso de la agricultura en la econom¨ªa andaluza no es tan elevado como en Extremadura, Galicia o Murcia, comunidades con mayor tasa de vocaci¨®n agraria. La Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG) ha pedido a las Administraciones medidas urgentes para frenar la ca¨ªda de empleo en el sector.

Con una media anual de 250.000 ocupados en el sector primario, Andaluc¨ªa acapara el 27% del total de empleos en la agricultura nacional. Le sigue a gran distancia Galicia, con 126.000 ocupados y el 14%, y ya con porcentajes que oscilan entre el 6% y el 8%, otras regiones como Castilla y Le¨®n, Castilla-La Mancha, Catalu?a, Valencia, Murcia y Extremadura.

Sin embargo, si se toma como referencia la importancia del sector primario en el conjunto de la poblaci¨®n ocupada, Andaluc¨ªa ocupa el cuarto puesto. Aunque el porcentaje de vocaci¨®n agraria de la comunidad andaluza est¨¢ por encima de la media espa?ola (un 9,3 frente a un 5,4%), por encima de Andaluc¨ªa se encuentran Extremadura (13,4%), Galicia (11,2%) y Murcia (10,8%).

La destrucci¨®n de empleo en el sector primario mantiene una constante imparable desde hace una d¨¦cada. Seg¨²n el informe elaborado por la COAG sobre el empleo en la agricultura en 2004, en los ¨²ltimos 10 a?os (de 1994 a 2004) el n¨²mero de ocupados en la agricultura se ha reducido en el contexto nacional en 200.000 personas (-18,5%), pasando de 1.064.000 a 868.000. En Andaluc¨ªa, con datos de 2003, el sector perdi¨® 8.275 activos.

Desertificaci¨®n y par¨¢lisis

Seg¨²n COAG, las consecuencias de esta p¨¦rdida de empleo agrario son dram¨¢ticas para muchas zonas rurales en las que la disminuci¨®n de la poblaci¨®n activa lleva a las mismas a la desertificaci¨®n humana y a la par¨¢lisis econ¨®mica. A todo ello hay que sumar el envejecimiento de la poblaci¨®n, pues en Andaluc¨ªa m¨¢s del 56% de los ocupados en el sector primario tienen m¨¢s de 55 a?os y apenas el 4,5% no superan los 35 a?os. Por si fuera poco, la agricultura es el sector con la tasa m¨¢s alta de temporalidad, el 77,66%.

Durante el a?o 2004, el n¨²mero de ocupados en el sector agrario se redujo en 24.600 personas respecto a 2003 (-2,8%), en l¨ªnea con el ritmo de destrucci¨®n de empleo que se ha mantenido en los ¨²ltimos 10 a?os. Durante el a?o 2004, 868.100 personas han estado trabajando en la agricultura y ganader¨ªa en el conjunto del Estado, una cifra que queda muy alejada de los 2.500.000 ocupados agrarios que hab¨ªa hace tres d¨¦cadas en nuestro pa¨ªs. La tasa de paro agrario en 2004 fue del 15,7%, mucho m¨¢s elevada que la media de sectores no primarios (9,9%).

A juicio de la COAG, "no se est¨¢ incorporando suficiente gente joven al sector como para permitir mantener una estructura de edad equilibrada similar al resto de sectores econ¨®micos". Adem¨¢s, se advierte de que la baja proporci¨®n de j¨®venes al frente de las explotaciones "supone una grave amenaza para la viabilidad de las mismas, ya que nuestras explotaciones presentan carencias estructurales que deben ser afrontadas principalmente por las j¨®venes generaciones: innovaci¨®n, diversificaci¨®n, tecnolog¨ªa, gesti¨®n o t¨¦cnicas de valoraci¨®n de los productos". De otro lado, los datos de la Encuesta de Poblaci¨®n Activa (EPA) confirman igualmente que la agricultura contin¨²a siendo una profesi¨®n mayoritariamente masculina, en la que s¨®lo el 28% de la poblaci¨®n activa, son mujeres.

Para la COAG, la destrucci¨®n de empleo en la agricultura se debe a "la crisis que azota a la agricultura y ganader¨ªa en el Estado espa?ol en la ¨²ltima d¨¦cada". La organizaci¨®n agraria se muestra pesimista de cara al futuro m¨¢s cercano "debido a la ausencia de pol¨ªticas agrarias adecuadas, el desacoplamiento de las ayudas directas y a la elevada media de edad de los activos agrarios". Los agricultores advierten de que este escenario "es muy grave en cuanto afecta no solo a la agricultura, sino tambi¨¦n al porvenir de extensas zonas rurales de nuestro territorio". COAG apuesta por el desarrollo de una Ley de Agricultura y Desarrollo Rural del Estado que haga frente a esta problem¨¢tica con un enfoque integral.