Un parque natural sometido a vertidos
L'Albufera ha mejorado desde su protecci¨®n, hace 19 a?os, pero recibe regularmente agua contaminada
L'Albufera es un Parque Natural de 21.120 hect¨¢reas; uno de los tres humedales m¨¢s importantes de Espa?a, y por tanto de Europa; una estaci¨®n de paso para un notable n¨²mero de aves migratorias y, desde muchas perspectivas, una foto de postal.
Pero L'Albufera es tambi¨¦n "la parte m¨¢s baja de la ba?era", en palabras del director del Parque Natural, Jos¨¦ Segarra; el final de una cuenca hidrogr¨¢fica que se extiende 40 kil¨®metros desde la comarca de la Hoya de Bu?ol; un espacio protegido rodeado por 13 poblaciones y un mill¨®n de habitantes, y, seg¨²n una persona muy vinculada al parque que prefiere no dar su nombre, un lago envenenado que recibe una media de 21 hect¨®metros c¨²bicos de agua residual al a?o no sometida a ning¨²n tratamiento: "Agua negra pura y dura".
A este caudal habr¨ªa que sumar al menos otros 53 hect¨®metros c¨²bicos de agua residual, tratada, pero de los que s¨®lo 2,5 hect¨®metros cumplen los par¨¢metros exigidos por la Uni¨®n Europea y la legislaci¨®n nacional, seg¨²n la misma fuente.
El par¨¢metro incumplido, establecido por una directiva europea y trasladado por un Real Decreto a la legislaci¨®n nacional en 1995, aborda uno de los mayores problemas que sufre la salud de L'Albufera: El exceso de nutrientes.
Olvidada el agua limpia que corr¨ªa hist¨®ricamente desde las monta?as hasta la L'Albufera por barrancos y corrientes subterr¨¢neas, la realidad es que hoy una parte, no toda, del agua sucia que recibe el lago, es sometida a depuraci¨®n. El proceso incluye varias fases, como la eliminaci¨®n de "s¨®lidos". Pero s¨®lo a 2,5 hect¨®metros c¨²bicos les son quitados el nitr¨®geno y el f¨®sforo, poderosos nutrientes procendentes de las cloacas urbanas e industriales, responsables en buena parte de la destrucci¨®n del equilibrio ecol¨®gico del lago.
El exceso de alimento, explica Rosa Miracle, especialista de la Universitat de Val¨¨ncia, puso en marcha hace a?os un c¨ªrculo vicioso.
Los nutrientes fomentaron el desarrollo desmesurado del plancton, algas microsc¨®picas suspendidas en el agua. Su proliferaci¨®n obtur¨® la entrada de luz solar sobre el fondo, tapizado tradicionalmente de plantas subacu¨¢ticas. Sin luz para hacer la fotos¨ªntesis, las plantas murieron.
Como en todo ecosistema, la extinci¨®n de unas especies, que todav¨ªa exist¨ªan en los a?os 60, dio inicio a una larga cadena de muertes.
Desaparecidas las plantas desaparecieron las larvas de los insectos que anidaban en ellos; y luego los propios insectos. Y desaparecieron tambi¨¦n otros seres micro y macro invertebrados, como la gambeta, un peque?o crustraceo que hasta los a?os 50 las mujeres vend¨ªan por cestas en Valencia.
La hecatombe de las gambetas y de otros peque?os animales condujo a la pr¨¢ctica extinci¨®n de las famosas anguilas de L'Albufera -que hoy se cr¨ªan en piscifactor¨ªas- y de otros peces, como el samaruc.
La escabechina no termin¨® ah¨ª. La falta de insectos hizo desaparecer a buena parte de los murci¨¦lagos que se?oreaban la zona, e hizo disminuir el n¨²mero de aves, que hoy se alimentan b¨¢sicamente, como explica el director del parque, de los invertebrados que viven en los campos de arroz.
Jos¨¦ Segarra dice tambi¨¦n que es imposible dar un diagn¨®stico de la salud del lago sin compararlo con otras ¨¦pocas. Y que L'Albufera est¨¢ peor hoy de lo que estaba en la d¨¦cada de los a?os sesenta, pero mejor que a finales de los ochenta, cuando fue declarado Parque Natural.
Otras fuentes s¨ª dan un diagn¨®stico -"muy grave", el m¨¢s optimista-, pero coinciden en que debe compararse con otro momento. Y aunque admiten que est¨¢ mejor que al ser declarado espacio protegido -"entre otras cosas porque hab¨ªa llegado a un punto de degradaci¨®n dif¨ªcilmente empeorable"-, dudan de que est¨¦ mejor en 2005 de lo que lo estuvo a mediados de los a?os noventa.
Se?alan que el peligro m¨¢s grave que amenaza a L'Albufera -m¨¢s que la presi¨®n urban¨ªstica; m¨¢s que los metales pesados acumulados en el fondo; m¨¢s que los vertidos t¨®xicos de las industrias y que la falta de depuraci¨®n de las aguas residuales- es, precisamente, la falta de agua.
El lago recib¨ªa hace d¨¦cadas casi 1.000 hect¨®metros c¨²bicos al a?o. En 1988, cerca de 300. Entre julio de 2003 y julio de 2004, menos de 200.
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